Ahora es el momento

Cazadores y pescadores, un año más, celebrarán el 19 de junio su fiesta anual en Dima junto a todos los que simpaticen con estas prácticas.


Sean de donde fueren, pues nadie que se tenga por conocedor de estas artes puede decir que el cazador y pescador vasco no ha denotado un exquisito comportamiento, correspondiendo con generosidad allá donde ha pescado y cazado. Bien sea tras las bravas perdices, las misteriosas becadas, el escurridizo corzo, el bravo jabalí o las complejas pintonas. Sin engañar a la pieza, mano a mano con los cazadores y pescadores del lugar, unidos por las mismas aficiones e inquietudes. En estos momentos de turbulencia política y en víspera de elecciones no sería malo apuntar con nuestros votos a los que vienen apoyándonos para que aquellos a los que les cuesta entendernos empiecen a valorar el comportamiento social y venatorio de los cazadores y pescadores vascos, más de 130.000, sus familias y el sector industrial armero, único en el Estado. El mayor ente deportivo y social de Euskadi es potencialmente un grupo de presión racional que puede y debe influir en nuestra sociedad, al menos para que no se le siga hostigando injustamente un día sí y otro también por determinados políticos que no saben distinguir un conejo de una liebre o un corzo de un ciervo. Éste siempre ha sido un pueblo de cazadores y pescadores y no tiene por qué dejar de serlo, por mucho que algún alcalde importante de Guipúzcoa se empeñe en ello. Ahora es el momento del voto y del veto; esperar y callar puede ser firmar el parte de defunción de algo que es nuestro y que algunos políticos de vía estrecha y doble moral nos quieren quitar. ADECAP va a seguir peleando con todas sus fuerzas por su gente, su razón de existir. Pocas metas racionales no están al alcance de la fuerza que emana de la unión y el respeto de estos colectivos: ahí está el Reglamento de Armas, las distancias de seguridad de la Ley Vasca de Caza, la prórroga de la becada, los daños a la agricultura por animales salvajes, la pesca del lucio durante todo el año, la recuperación del salmón. Pero hay otras pendientes: la contrapasa y los daños de circulación por animales salvajes. Cada uno debe jugar sus bazas cuando y como puede.
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