«Nadie es tan malo como aparenta, ni tan bueno como se comenta»

Este refrán aludido por Almogávar, un activo y cabal forero de esta web —a quien sin su permiso, pero confiando en su indulgencia, robo— es absolutamente apropiado a esta situación de vergüenza y descrédito que significa a estas alturas que los federados españoles sigamos estando separados.


La única verdad que nos queda es la judicial. Durante este año, me he dado cuenta de que algunos de los que se hacían el ofendido y el despechado, como el caso del presidente de mi federación, la gallega, sobreactuaban al igual que otros para ocultar que los desórdenes que se pudieron cometer en la Mutua, durante los procesos que ellos mismos criticaban, se produjeron con el voto a favor de casi todos ellos, los mismos que ahora se ponen de perfil y los llamamos díscolos. En este momento, un año después y con la justicia hablando, las únicas valoraciones morales que como cazador y como federado me interesan, no son otras que las del interés del cazador de a pie, el de la naturaleza que es la realmente importante y del futuro y la sostenibilidad de la caza para nuestros hijos. Todo esto ha pasado a un segundo plano. Veo intereses muy personales y de poder, no de servicio, en dos o tres Federaciones del F8 (no en todas) que parecen ya sentirse más cómodas con su pastel particular, cobrando el tramo de la española y quedándoselo en su bolsillo, el de la autonómica de turno. Han visto en ello, algunos, la manera de mantener provisionalmente estructuras clientelares y contratos que, de otra forma, tendrían que recortar. Se olvidan unos y otros que lo importante es prestar servicios a los cazadores. Los cazadores, que no somos tontos y no estamos para defender privilegios de nadie ni peleas de gallos, nos estamos marchando año tras año porque no nos vemos defendidos y sí utilizados para intereses personales que nada tienen que ver con la defensa de la caza y la naturaleza. Basta ya de hablar de nombres particulares, de «promoverse en feroz guerra ciegos reyes por un palmo más de tierra» federativa… ¿Es que no se miran al espejo? ¿Es que no se dan cuenta, casi todos, que están contaminados para hablar de futuro? ¿Cómo pueden pretender los que estaban en aquellos consejos de Mutua que Andrés Gutiérrez presidía que puedan estar limpios moralmente de las mismas responsabilidades que le piden a Andrés? Pero si fueron sancionadas con sus propios votos… ¿Estamos locos o qué? Uno de los que más critica ahora, y no antes, cuando ostentaba el cargo de asesor del presidente, hablo nada más y nada menos que de mi presidente Nogueira, es el claro ejemplo de lo que digo. Tengan por una puñetera vez en su vida un acto de humildad, si es que conocen esa palabra y márchense todos si les queda algo de vergüenza. Miren, la solución no pasa por más guerras tribales… Cuando los juzgados le están dando la razón jurídica a la RFEC… Se precisa que se regeneren las direcciones de F8, que se renueven sus presidencias y se alejen tres o cuatro del precipicio del caciquismo tribal en el que están cayendo. Vuélvase a la unión con la RFEC, ya sin la carga de quienes son un obstáculo para la concordia y dentro de dos años elecciones de nuevo… El problema del estamento federativo de España es que no hay un Adolfo Suárez capaz de meter concordia entre tanto sargento chusquero que ha llegado a general. ¿A nadie le importa el cazador y la naturaleza que hay que defender? Si eso es así, será cierto lo que dicen las malas lenguas, entonces será verdad que lo que se están defendiendo son intereses económicos espurios a los cazadores… ¿Está todo el negocio en el puñetero plomo? ¿Habrá negocio también en quedarse con el dinero del tramo nacional en las autonómicas?… ¿Será verdad, como dicen por los mentideros, que se quiere liquidar la Mutua con su patrimonio inmobiliario y su cartera de clientes en un proceso similar a lo ocurrido en las cajas de ahorros? Cuanto más profundizo, más dinero veo en juego y más malos veo en el guión de la película. Yo, sinceramente, espero que eso todo no sea cierto y que haya dignidad y honradez suficiente por parte de varios, a los que les compete dejar pasar una nueva generación, limpia de responsabilidades. Una nueva generación para volver a pensar en la caza y en los cazadores. Volver a la unidad y reestructurar viejos esquemas obsoletos en los que se asienta la estructura federativa. Quizás sea mucho pedir, pero esto no puede hacerse con algunos líderes de varios ámbitos que jamás debieron pasar de ser presidentes de la comisión de fiestas de su pueblo, pero desgraciadamente ocurrió. «Es preciso hacer normal, a nivel de Federación, lo que es normal a nivel de la caza en la calle». ¿Les suena esto de algo, por Dios?
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