Francisco Chan
22 nov. 2011 11:18
Había sido una niña de las monjas, muy trabajadora y con un punto de inocencia que le procuraba un halo de infantil intemporalidad. Hoy es una hermosa mujer que luce una esplendida cuarentena, muy hermosa. Fue ayer cuando, empujada por el aplomo y sacrificio que lucen las hembras de nuestra especie, dejó de cazar durante algunos años por mor de atender la crianza de los dos hijos que la vida quiso regalarles, a ella y a su marido. Sigue »