No dejéis de cocinar vuestros sueños… ¡Felices Fiestas!

Estamos en plena temporada cinegética y en plenas Fiestas Navideñas.


En estos momentos en que compartimos más tiempo con amigos y familiares, tenemos la gran suerte de poder disfrutar de nuestros hijos, sobrinos o los más pequeños de nuestros amigos. Por este motivo es la época ideal de realizar actividades diferentes a las que practicamos el resto del año.

Siempre desde un punto de vista enfocado a nuestra forma de vida como cazadores y, aunque nuestros pequeños no tengan edad aún para acompañarnos en nuestras salidas cinegéticas, o el tiempo no lo permita, no es condición para no transmitirles los valores de nuestra pasión.

Una de la forma más divertida de hacerlo es cocinando en casa con ellos, hacerles partícipes en la preparación de las comidas navideñas. De esta forma ellos aprenden, se sienten importantes, disfrutan… y nosotros más, si cabe.

En estas fiestas tan propicias para que nuestras mesas luzcan sus mejores galas, no podemos permitir que no haya un plato de carne de caza, por lo que os propongo que con ayuda de los más pequeños, preparéis unas piruletas de solomillo de jabalí. Un plato muy sencillo, pero que hará que los niños se sientan grandes cocineros por unos días. También podéis preparar unas deliciosas albóndigas de venado, o una croquetitas de perdiz.

No es necesario meterse en elaboraciones muy complejas para que nuestros platos sean sugerentes, es más, cuanto más podamos hacer con nuestros hijos, más sentido y valor tendrán nuestras recetas cinegéticas. Buscad cosas sencillas, habladles sobre lo sana que es la carne de caza, el respeto hacia el animal abatido, la importancia de una caza responsable y, sobre todo, la importancia que para vosotros tiene que ellos la sientan también como suya.

¡Felices Fiestas! Y no dejéis de cocinar vuestros sueños…

Piruletas crujientes de solomillo de cerdo.

Cogemos un solomillo de cerdo y lo cortamos en medallones de un centímetro aproximadamente.

Pinchamos cada medallón con palillos de pincho.

Mezclamos pan rallado con patatas paja desmigadas.

Salpimentamos el solomillo, lo pasamos por harina, huevo y empanamos con la mezcla que hemos hecho.

Las freímos en aceite de oliva bien caliente para que dore y quede crujiente.

Podemos acompañarlas de cualquier tipo de salsa: barbacoa, de queso, de pimienta…

Y ya solo nos queda disfrutar de nuestros pequeños morraleros.

¡Que aproveche!

Comparte este artículo

Publicidad