Muerte de imperiales

Coto de Mudela. Provincia de Ciudad Real. Los agentes medioambientales localizan cuatro águilas imperiales muertas. Posteriormente son dos más las encontradas, además de un zorro. Con todas las reservas que el proceso de investigación merece, parece que e


Unos, los ecologistas, han aprovechado el oportunismo que les caracteriza para poner el grito en el cielo contra el sector cinegético como responsable de los grandes males del campo. Otros, de los nuestros, se han sumado a la fiesta de disparates pidiendo el cierre de la actividad cinegética en el coto. Es un coto del Estado, y algunos podrían pensar que sería una buena venganza. No se dan cuenta que han tirado piedras contra nuestro propio tejado… Por no hablar del error de la Administración precipitando la nota de prensa, haciendo público el hecho incluso antes de rastrear la zona en busca del imbécil que tira para atrás meses y meses de trabajo de un sector tan sobrado de buena imagen ante la sociedad. Pero además de que la Consejería de Agricultura cumpla con sus funciones de investigar junto con los agentes del Seprona, ésta debe hacer un análisis para erradicar el problema desde la base de su origen. ¿Qué le puede guiar a una persona a recurrir a estas prácticas ancestras? Para ello deben pisar el campo, preguntar a ganaderos o a titulares de cotos qué ha cambiado en el campo en los últimos años para que hayan surgido estos últimos casos. La respuesta es clara: hace poco más de una década el veneno era no sólo permitido sino impulsado y subvencionado por el Estado. Poco después, una vez todo el mundo había sido sensibilizado del absurdo de estas prácticas y del éxito de otras herramientas para el control de predadores, es la propia administración la que da un paso atrás y prohíbe el control de predadores 8 de los 12 meses del año. Y que nadie vea en esta petición ningún tipo de justificación. Todo lo contrario. En Aproca hemos aprobado la expulsión inmediata de nuestra asociación de cualquier coto que incurra en este delito. Estaremos en primera fila de la lucha contra el veneno. Podemos seguir lamentándonos. Podemos seguir sensibilizando. O podemos solucionar el problema publicando de una puñetera vez la homologación de los métodos de control de predadores y profesionalizando el trampeo en este país. Elijan.
Comparte este artículo

Publicidad