El «don» de D. Andrés

Verdaderamente, D. Andrés tiene un «don» que ya hubiera querido tener para él el mismísimo Ángel Cristo a la hora de calmar a sus leones, pues con tan sólo dos apariciones por los foros de esta página, ha sido capaz de calmarles los nervios a más de uno de los que hasta ahora más críticos han sido con la RFEC y con él mismo.


Incluso algunos han llegado a darle unas gracias tan efusivas que a mí personalmente me han dejado sorprendido y más que perplejo. Así que yo voy a hacer lo mismo, a felicitarlo por sus acertadas apariciones por los foros de esta página web, unas apariciones que además de aclararnos cosas que muchos ignorábamos, nos han hecho ver que al Sr. Presidente de la RFEC no se le «caen los anillos» a la hora de bajarse de vez en cuando de su pedestal y mezclarse entre nosotros. Todo lo anterior, como ya he dicho, es de agradecer, de ahí también mi agradecimiento, pero creo que la función de un Sr. Presidente no es esa, la de contestar todas las preguntas que se le hagan a la RFEC o solucionar los entuertos creados por algún que otro tuercebotas de los muchos que hay por ahí sueltos sin bozal. Un Sr. Presidente debe estar en su despacho para —según mi criterio u opinión, claro— cosas mucho más importantes y trascendentes, para estos temas debe haber un gabinete de prensa formado lógicamente no por nombres, sino por personas preparadas y dispuestas a trabajar e informar de forma coherente y acertada a los cazadores en general, aunque yo añadiría que, como más importantes, a los de a pie, ya que si algún día la RFEC es capaz de ganarse la confianza de todos y cada uno de estos últimos, de los llamados cazadores de a pie, no solamente de algunos de los federados que compiten en pruebas que cazadores como yo ni sabemos de qué van —aunque para nada las critiquemos—, posiblemente ese mismo día llegue a tener una fuerza totalmente desconocida hasta ahora, una fuerza capaz de hacerle llamar a D. Andrés Gutiérrez cuando así lo necesite a la puerta de cualquier despacho a mazazos y no con tímidos golpecitos de nudillos, ya que va a tener un respaldo que difícilmente llega a tener cualquiera. Lo que sobra o sobran —a mi juicio— son personas que contestan entrando al trapo de la gente sin sentido alguno, embarullando el tema que se trata en ese momento y cabreando al personal mucho más de lo que ya lo estaba al hacer la pregunta o comentario, ya que al final de sus escritos de contestación, no de aclaración, claro, no se sabe ni quienes son, ni a qué juegan, ni lo que realmente defienden. Aunque quien sabe si esas personas están ahí cerca o al lado de D. Andrés Gutiérrez porque son personas sumisas e incapaces de hacerle sombra ni a una hormiguita. Pero bueno, esto último vamos a dejarlo quieto, pues a mí personalmente no me gusta entrar en interioridades que a nada llevan y, menos aún, cuando no se conocen con todo detalle y exactitud, sino tan sólo por los bulos que por los mentideros de caza corren y por simples figuraciones. Lo que sí que soy capaz de aconsejarle desde aquí, aunque con cierta timidez, a D. Andrés Gutiérrez, es que mire siempre la capacidad de los que pueda tener a su alrededor, ya que de esa capacidad e ideas que tenga su equipo, va a depender siempre la confianza en la RFEC del cazador de a pie, de ese cazador que nunca mira nombres, sino personas con ganas de trabajar y mucha honradez cuando están haciendo o realizando su trabajo. Pero bueno, por algo se empieza, y D. Andrés ha empezado por bajarse del pedestal y ponerse a nuestro lado o altura a la hora de darnos explicaciones e informaciones a los cazadores de a pie, algo bastante importante a la hora de crear cariño, pues ya en su día un famoso filósofo dijo que el cariño que no se demuestra es como el que no existe, ya que jamás es agradecido por nadie. Y es que yo pienso que hasta ahora la RFEC se ha equivocado a la hora de dar cariño, pues siempre, al menos así lo creo, se lo ha dado a quienes menos lo necesitaban y a quienes menos van a apoyarla en cualquier momento difícil, a personas que incluso en muchos momentos son capaces de sentirse dentro del mundo cacero superiores al mismísimo Presidente de la RFEC por necesitar muy poco o nada de la gestión que éste pueda hacer. Yo creo que la RFEC debería llegar más a menudo hasta el cazador de a pie para tratar de ganarse su cariño y confianza, bien reuniéndose cada cierto tiempo —no demasiado— con los diferentes medios del sector cacero para que a su vez ellos nos comuniquen las gestiones y problemas de la RFEC o como sea, el caso es que no esté desconectada totalmente de nosotros de una forma tan escandalosa como la que hasta ahora ha estado, pues estando así, desconectada, cuando nos convoque para una manifestación como la que ahora se habla o comenta, poca respuesta por nuestra parte va a tener, ahora bien, si estamos conectados y en buena armonía, siempre habrá una buena respuesta por nuestra parte. Así que miren lo poquito que necesitamos algunos cazadores como yo para sentirnos bien y en armonía con la RFEC.
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