Aumentan las especies

La “fauna urbana” es variopinta e interesante, y más conocida para la mayoría de compatriotas que la fauna silvestre.


Tenemos “linces” y “águilas” en la pirámide empresarial, junto con “hienas”, “buitres” y algunos “lobos asesinos”. “Venaos”, “cabros” y “cabritos” los tenemos por doquier. Las “zorras” también abundan con diferentes pelajes. Y últimamente están proliferando los “pavos reales” con más o menos plumaje y colorido. Pero parece ser que algunas especies silvestres se están haciendo “urbanitas” y no tienen mal gusto para elegir las zonas, como está sucediendo con los jabalíes que se pasean por Sarriá en Barcelona, y los que, para no ser menos, circulan tranquilamente por Las Rozas en Madrid según hemos podido ver en un lamentable reportaje televisivo. Y digo lamentable porque me remueve las entrañas ver a piaras por las calles, pasando entre los coches con la mayor tranquilidad, y aceptando la comida que les suministran los vecinos. Entre mis recuerdos de Bambi, “El Solitario”, “El Candiles”, los gamos y los ciervos de Cazorla que se acercan a los coches buscando la comida como los gamos de Riofrío, las imágenes de las piaras paseando por las ciudades, las torcaces y tórtolas en los parques y las perdices “de bote”, se me está haciendo muy duro esto de la caza. ¡Tendré que ir al psiquiatra!
Comparte este artículo

Publicidad