Se veía venir

Se ha publicado que la Generalitat Valenciana contratará a cazadores para atajar la plaga de conejos, y eso era previsible.


Si los agricultores se quejan por las pérdidas indudables que les ocasionan estos animales, los cazadores locales no quieren, no saben o no pueden con ellos y además pretenden hacer negocio vendiendo tarjetas para que otros cazadores puedan participar en su caza, es más que lógico que las autoridades actúen para que el control de estos animales se realice rápidamente y se minimicen los daños que causan. Por una parte se demuestra el egoísmo de los cazadores locales y, por otra parte, volvemos a ver la figura del “cazador profesional” y ahí está el peligro. Si cada vez que haya que hacer un trabajo de control de especies cinegéticas, (normalmente trabajo sucio), las Administraciones encuentran a matarifes dispuestos a realizarlo e incluso les pagan por hacerlo, a los cazadores nos van a continuar limitando hasta asfixiarnos para que ya no podamos desarrollar nuestra actividad. Habremos dejado de ser necesarios. Y hay otro peligro latente, y es que ya se ha nombrado muchas veces la palabra “esterilización” refiriéndose a especies animales, (no nos equivoquemos y pensemos que se refieren a otra cosa), y esa acción de tan horrible recuerdo puede traer consecuencias totalmente imprevisibles y en cadena, como las ha traído la mixomatosis. Y luego vendrán los lamentos y hasta culparán a los cazadores como suelen hacerlo venga o no a cuento. Dios puso en marcha el proceso de la Creación/Evolución y los hombres, que debemos creernos superiores, nos empeñamos en interferir en él, en pretender modificarlo y adaptarlo a nuestros deseos sin reparar en la interrelación existente entre todos los elementos de la Naturaleza, y así nos va. Queremos ser aprendices de brujo, aunque es posible que alguno se crea Dios. Aunque también está claro que algunos de los que se llaman cazadores deben estar informándose de lo que hay que hacer para conseguir plaza de matarife cinegético al servicio de las Administraciones, ya que parece ser que se trata de una profesión con demanda aunque tenga poco futuro.
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