No me gusta…

No me gusta la Navidad. No me gustan las despedidas, ni las fiestas de la noche de San Silvestre, ni la presunta alegría por recibir ese nuevo año que tenemos ya aquí. No me gusta tener que celebrar que nos vamos haciendo más viejos, a golpe de calendario, ni tener que mostrar la cara amable en estos días porque sí, cuando el resto del año andamos a navajazos por las esquinas con todos los que nos rodean.


No me gustan los falsos apóstoles del ecologismo, ni los maniqueos saqueadores de la naturaleza en aras de la conservación. No me gustan los furtivos ni los que no muestran el más mínimo respeto por lo de los demás. No me gustan los chantajes, las amenazas, ni mucho menos la muerte de cualquier persona, aunque los asesinos se amparen en reivindicaciones étnicas, independentistas o de cualquier otro tipo. No me gusta que supuestas organizaciones conservacionistas como Ecologistas en Acción pidan pasos para impulsar el llamado proceso de paz con ETA, exigiendo al Gobierno la derogación de la Ley de Partidos o el acercamiento de presos etarras. No me gusta que se negocie con asesinos, pero comprendo que el Gobierno haga todos los esfuerzos para que nunca más haya una muerte en España por terrorismo. Ya hemos sufrido bastante y durante tantos años. Y sí me gusta la caza, cualquier modalidad, salir al campo, disfrutar con el trabajo de los perros, con los lances, con las distintas modalidades venatorias, con la gestión de los cotos, con la promoción de las especies cinegéticas y con sus aprovechamientos sostenibles. Me gusta cazar con mis amigos y me gustaría que en este 2007 seamos más solidarios, más comprensivos con los que nos rodean y con los que llegan acuciados por la desesperación y el hambre, pero no unos días, sino todo el año. Y que tengamos la fiesta en paz, en toda España, unos y otros, al norte y al sur, cazadores y no cazadores.
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