Se confirma otra nefasta temporada de caza menor en Galicia

Muchas Sociedades de caza, ya no abrirán la caza del conejo ante la escasez de ejemplares. Las poblaciones de conejo están al borde de la extinción en gran parte del territorio gallego y lo peor es que nadie hace nada por evitar su desaparición.


El pasado domingo los cazadores gallegos volvieron al monte en busca de las piezas de caza menuda, que por desgracia cada vez son más escasas. Los datos aportados por los cazadores desde diversos puntos de la geografía gallega no invitan al optimismo.

Conejos, perdices, faisanes y liebres están prácticamente desaparecidos en gran parte de los montes gallegos.

La escasez de piezas ha sido, por desgracia, el denominador común del inicio de esta nueva temporada que el domingo arrancó en Galicia y que viene marcada por la escasez de conejos, lo que ya obligó a muchas sociedades de caza a acordar ni siquiera abrir la caza del conejo.

Las poblaciones de caza menor tienden a desaparecer año tras año de Galicia y, lo más lamentable, es que prácticamente nadie hace nada por cambiar esta tendencia.

Desesperación y sensación de abandono total entre los cazadores gallegos que se resignan ante una más que inminente desaparición de las poblaciones de conejo en Galicia.

Las mismas causas de siempre: abandono del rural, predación excesiva, hábitat desfavorable, enfermedades, repoblaciones ineficaces o excesiva presión cinegética, marcan el presente negro de las poblaciones de caza menor en Galicia y, lo que es peor todavía, sin visos de ser capaces de recuperarlas en gran parte del territorio gallego.

La desilusión y el pesimismo hacen mella en el colectivo cinegético gallego, que comprueba año tras año cómo todo el esfuerzo económico y material realizado en la gestión de las poblaciones de caza menor, de sus cotos de caza, no da los frutos deseados llegada la temporada de caza.

Ante la confirmación de las previsiones de perchas escasas, desde la Mesa Gallega por la Caza invitamos a los cazadores gallegos a gozar en esta nueva temporada, de los valores intrínsecos que lleva aparejada la actividad cinegética, como pueden ser la amistad, el compañerismo o la solidaridad en total sintonía con el medio natural.

Son tiempos de ejercer la actividad cinegética con la máxima de las responsabilidades y con el mayor grado de seguridad que requiere esta actividad, tanto en el aspecto personal, el de nuestros compañeros y teniendo en cuenta a los demás usuarios con los que tocará compartir el monte durante estos próximos meses.

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