Hacia un gran 3-M

Entramos en una nueva general de caza menor y mayor, en la que, a pesar de la sequía y la incidencia de los venenos en nuestros campos, contamos con unas perspectivas más que aceptables en torno a los posibles resultados de nuestras salidas cinegéticas, pero esas perspectivas se vuelven mucho más negativas si nos fijamos en lo que puede ser el futuro de la caza.


No nos cansamos de denunciar los ataques que venimos sufriendo de los colectivos pseudoecologistas y animalistas. Un último caso significativo es el envenenamiento de los perros de caza de una persona por el hecho de ser el protagonista del alanceo del último toro de la Vega que se permitió. La venganza ha llegado de forma efectiva, después de que pasaran ya un par de años desde esa tradicional fiesta, en septiembre de 2015.

Las protestas contra el mundo de los toros y de la caza se recrudecen y ya son muchos los que hablan de que no estarán permitidas en unos pocos años.

Ya dije en su momento que no soy partidario de manifestaciones, de actos de protesta, pero creo que no cabe otra fórmula que dar un golpe en la mesa y mostrar la verdadera dimensión del sector rural, de la caza y de la pesca, en esa gran manifestación en Madrid, coincidiendo con Cinegética, posiblemente el 3 de marzo.

Pero hay que hacerlo bien, unidos, con medios, con una estrategia adecuada y con un llamamiento a todos para que dejemos nuestra habitual dejadez y nos comprometamos con esta iniciativa, ya que en ella nos va el futuro. Me gustaría resaltar aquí las palabras de Fernández Vara, presidente de Extremadura, en la recién celebrada Feciex: «La caza es una actividad sana y que permite mantener el entorno en el que vivimos».

Asimismo, animó a defender nuestros intereses: «Si vosotros no defendéis lo que os gusta, nadie va a venir a hacerlo por vosotros». «Voy a estar al lado de esa parte de la ciudadanía que hace mucho y grita poco, los que como vosotros quieren tener la fiesta en paz». Finalmente resaltó «que cada uno pueda hacer lo que quiera hacer, que se respete la voluntad de tantísimos miles de personas, porque si algún día abandonáramos la caza, Extremadura dejaría de ser lo que es». Y lo mismo ocurriría con toda España, decimos nosotros.

Comparte este artículo

Publicidad