La Becada

Muchos de los datos que señalo a continuación son conocidos sobradamente por los especialistas becaderos, pero para esa gente joven que se inicia en la venatoria y sobre todo, para los que empiecen debutando con la caza de esta especie tan apasionante, no está de más exponerlos.


La becada europea (Scolopax rusticola), es un ave limícola y rechoncha, de menor tamaño que una perdiz, y de hábitos forestales Es un ave migratoria de tamaño mediano (30-35 cm y 300-350 gr) de aspecto robusto y compacto que tiene dos características morfológicas que llaman la atención: el largo pico de 67 a 80 mm, (existen ejemplares de pico corto –bervirrostra- de 4-5 cm) y sus grandes ojos negros situados en la parte superior de la cabeza, que le permiten tener un campo de visión de 360º, pero que merman su capacidad de visión frontal. Las patas son muy finas con dedos delgados y uñas también finas y cortas. La caza de la becada hasta hace pocos años era una especialidad cinegética muy específica de Europa y que solamente tenía algún seguidor entre cazadores del norte de España. Tengo un diario que me ha enviado Juan Antonio Sarasketa sobre las cacerías de su padre Victor Sarasketa, a partir del final de la guerra civil (1939) y hasta 1952 y hay referencia a la caza de la sorda todos los años. Hoy es caza de moda para muchos cazadores españoles que han dejado a la perdiz, por ausencia de la patirroja y falta de autenticidad campera y encuentran en la becada todas las virtudes que reunía la perdiz silvestre cuando aún era la reina de la caza menor por méritos sobrados. La becada es caza para románticos y su conocimiento cinegético requiere haberse dado muchos enganchones en el monte y venir muchos días con la percha vacía. Los datos estadísticos apuntan en ese sentido, ya que el avistamiento medio de becadas por jornada de caza (ICA1) en la última década está alrededor de 1’25 becadas (1’11 la última temporada) y las capturas por jornada de caza (ICA2) es de 0’51 becadas (0’45 última temporada), lo que significa que cada día que vas a la becada ves una y la mitad de esos días te vienes bolo. A pesar de su especialidad y escaso protagonismo cinegético, la especie tiene mucha enjundia y ha calado siempre en cada comarca o territorio, pues se la conoce en cada uno con un nombre propio. La becada se denomina también como chocha perdiz, arcea, oilagorra, cega, sorda, pitorra, picona y otros localismos dependiendo de la comarca o comunidad autónoma donde se caza. Presenta un plumaje mimético y críptico, jaspeado de marrones, grises, blancos y negros, en el dorso que combina con tonos ocres finamente listados en las partes inferiores, lo que le proporciona un perfecto camuflaje en su entorno, con alas anchas y redondas (50-60 cm de envergadura). Este plumaje no permite diferenciación de sexo por su diseño. El hábitat propio de la becada está compuesto por bosques mixtos que alternan sotobosque denso y los claros en zonas colindantes con pastos o praderas, de ahí que sea considerada como la única limícola forestal europea. UN PROYECTO DE LOS CAZADORES Desde la temporada 2009-2010 la fundación FEDENCA y el Club de Cazadores de Becada, CCB, están desarrollando un proyecto común “Captación de datos para la gestión de la caza de la becada a través del seguimiento de cacerías, anillamiento y RTVS vía satélite”. Con este proyecto se cumple un objetivo pedagógico muy importante para la Federación y para el club como es la formación de los cazadores en el conocimiento de las especies, que redundará en una mejor gestión para la caza racional de cualquiera de ellas, en este caso la becada.
El número de colaboraciones depende en buena medida de la bondad de la temporada. El proyecto maneja los datos de abundancia invernal y presión cinegética a través de los propios actores, los cazadores, con una fuente de datos que este año superará los doscientos colaboradores del colectivo cazador de becadas, muy sensibilizado con su especie favorita y tres mil jornadas de caza. A últimos de octubre el numero de colaboradores era de 45 cazadores que ya habían metido algún dato en el proyecto. El trabajo se complementa con la evaluación de la estructura poblacional, los porcentajes de juveniles/adultos y machos/hembras, con el análisis del peso de las becadas capturadas —vinculado también a la estructura poblacional a lo largo del ciclo migratorio—, y con el análisis detallado por parte de los lectores de alas del estado de muda de las muestras aportadas que posibilita una valiosa información sobre el desarrollo de la época de cría. (4) NORMATIVA SOBRE LA ESPECIE: PERIODOS DE REPRODUCCIÓN Y MIGRACIÓN PRENUPCIAL DE LA BECADA Al igual que decíamos para la torcaz, la caza de esta migratoria se regula por la directiva aves y con las mismas normas que para la paloma. Los periodos de caza que permite la normativa vigente para la becada, excluyen los periodos de reproducción y de migración prenupcial de la especie, dando así cumplimiento a las directrices de regulación europea (Comité ORNIS) recogidas en el artículo 7 (4) de la Directiva 2009/147/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de noviembre de 2009, relativa a la conservación de las aves silvestres (norma jurídica codificada de la Directiva 79/409/CEE del Consejo, de 2 de abril de 1979, relativa a la conservación de las aves silvestres). La ley 42/2007, de 13 de diciembre de 2007, de Patrimonio Natural y Biodiversidad, recoge para España esas obligaciones de mandato europeo. El artículo de la directiva europea obliga a proteger la becada, prohibiendo su caza, entre el 1 de febrero y el 31 de agosto, ambos inclusive, por estar entre esas fechas el periodo de migración prenupcial y reproducción: Reproducción 1ª DECENA MARZO a 3ª DECENA AGOSTO Migración prenupcial 1ª DECENA FEBRERO a 1ª DECENA MARZO El Comité ORNIS puntualiza (Punto 2.7.2), “Los datos sobre los periodos de reproducción y migración prenupcial se presentan en periodos de diez días, que es el grado de precisión. Por tanto, una superposición de diez días se califica como “coincidencia teórica” ya que en diez días es posible que no haya coincidencia de hecho; que no haya “coincidencial real”. Esto nos indica que, de acuerdo con la norma, puede aceptarse la caza de la becada, legalmente, adelantando diez días el inicio de la caza (21 de agosto) y posponiendo la veda otros diez después de la fecha citada (1 de febrero). Lo apuntado, es lo que dice la ley y de obligado cumplimiento para todos los países de la CEE. Luego están las normas de carácter nacional y autonómico que no pueden superar esos umbrales. La becada no se caza nunca en España antes del periodo hábil de caza menor y, por tanto, nunca antes del mes de octubre. Todas las autonomías españolas ponen cupo a la caza de la becada (3 ejemplares por cazador y día) y normalmente se permiten solamente tres días de caza a la semana, excepto en Navarra, Guipuzcoa y Vizcaya donde se permite a diario. POBLACIÓN Y CAPTURAS En Europa se estima una cifra en torno a los 7.500.000 reproductores, que supondría un tercio de la población mundial de la especie. La península Ibérica contribuye con unos 7.000-8.000 ejemplares reproductores y una población invernante entre 640.000 y 680.000 individuos. Las capturas medias en España en cinco temporadas de estadísticas controladas por FEDENCA (2005 a 2010) están en unas 116.000 becadas por temporada. Las estimas de capturas en Europa se calculan superiores a los cuatro millones de becadas de las que Francia da cuenta de 1’5, Italia de 1, Rusia de 0’8. No conozco las capturas en Inglaterra donde hay una población de las más altas. Se estima que la cifra de becadas en invierno, tras la época reproductiva se encuentra entre 10-15 millones de ejemplares y que son capturadas entre 2.600.000 y 3.700.000 individuos por temporada de caza. Las capturas de estos cinco años de control se presentan en la tabla… y en ella se reflejan cuáles son las CCAA donde la becada es más representativa. La comunidad que más capturas ha declarado en estos cinco años de control es Castilla y León seguida de Cataluña que capturan entre ambas un tercio de las cazadas en España.
NC: No cinegética. SD: Sin datos Nota: Las cantidades en rojo son estimaciones del coordinador por ausencia de datos oficiales. Se repiten los últimos recibidos a partir de 2005.
Esta es una especie que se caza con cuentagotas, aunque algunos especialistas reiterativos acumulan cada año bastantes becadas. No parece ni hay ninguna alarma respecto al estatus poblacional de esta especie que viene a visitarnos desde miles de kilómetros huyendo de los fríos europeos y además, nos da la satisfacción de quedarse todo el año y criar entre nosotros. Como puede verse en la gráfica la tendencia de las capturas en estos cinco años va a la baja, pero ha sido por la distorsión que se produjo en la temporada 2006-2007 donde las capturas se incrementaron en un 30 % al ser una excelente temporada. No hay ninguna alerta de que las poblaciones sufran merma excepto las fluctuaciones propias de la meteorología de cada temporada en los países de cría y estancia y en los de visita cuando arriban las becadas huyendo de los fríos. Las capturas para esta especie estimo que están declaradas a la baja, ya que los becaderos son muy celosos de sus conocimientos y logros de los rincones donde regularmente aparecen becadas y no suelen informar sobre sus encuentros y éxitos con la dama del bosque, porque conocen los deseos irrefrenables que despierta su caza y la disposición que existe de intentar acceder a los buenos cotos al precio que sea. (5)
UNAS VISITAS QUE SE REPITEN Cada año por las mismas fechas y en los mismos lugares nos visitan las becadas. Casi una tercera parte de las becadas vienen de Francia y otras tantas de los países escandinavos, una cuarta parte viene de centro Europa y el resto de los países del Este y de las Islas Británicas. En algún caso, después de recorrer las largomigradoras, que vienen de Rusia y la península Escandinava, unos 3.000 Km. en los que pierden mucho peso. Su viaje se hace en vuelos nocturnos de 200 a 300 Km. aprovechando los vientos del NO y la luna nueva. Las de las Islas Británicas y parte de las que entran desde Francia vienen atravesando el golfo de Vizcaya y caen en los bosquetes de la cornisa Cantábrica para desplazarse después hasta Andalucía y las del centro y norte de Europa vienen pasando los Pirineos para quedarse en las estribaciones de la cara sur española. Éstas se distribuyen de Navarra a Cataluña y se desplazan por el levante español. Además de esas migradoras, en España hay becadas autóctonas que crían en la franja norte peninsular de Cataluña a Galicia. La segunda quincena de noviembre y primera de diciembre son las de mayores avistamientos (ICA1) y abundancia de becadas, que vuelven a repuntar a finales de febrero cuando inician el regreso a las zonas de crianza. BIBLIOGRAFÍA (1) Ballesteros, F. 1998. Las especies de caza en España, Biología, Ecología y conservación. 313 pp. (2) Sáenz de Buruaga, M. 2011. Informe sobre la sentencia 41/2011 del TSJ de Castilla la Mancha. 26 pp. (3) España Payá, J. 1975. Paloma y Tórtolas. 152 pp. (4) FEDENCA- Real Federación Española de Caza. 2011. Gestión de la becada (Scolopax rusticola) en España Temporada 2009-2010. 31 pp. (5) Garrido Martín, J. L.- FEDENCA- Real Federación Española de Caza. 2011. Estimación de aprovechamientos cinegéticos en España por especies y comunidades. T 2000.-2010. 36pp.
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