La caza, de fiesta y de luto

Mayo ha traído para el mundo de la caza buenas noticias en el ámbito de la colaboración de las Administraciones Públicas con la RFEC, para solucionar toda una serie de problemas y avanzar en el reconocimiento de la actividad cinegética como imprescindible para el desarrollo sostenible del medio rural.


Se están abriendo nuevas vías para dejar atrás desconfianzas y avanzar juntos hacia un futuro mejor para la caza y para la conservación de la naturaleza en nuestro país. Y es algo que debemos celebrar, como se habrá hecho cuando lean estas líneas en la Gran Gala de la Caza de la RFEC, que se vivía en Madrid después de la asamblea general federativa. En esta ocasión, las instalaciones del Círculo de Bellas Artes era el lugar elegido, en una apuesta del secretario general por potenciar el acto y que logre la mayor repercusión posible, en una etapa en la que la colaboración con el MARM y las principales fundaciones conservacionistas empieza a dar sus frutos. En esa línea de intento de solución de los problemas que rodean al mundo venatorio, no está de más recordar que es cada vez más urgente regular esa insostenible situación de sobrepoblación de depredadores, que inciden muy negativamente no sólo en las especies cinegéticas, sino también, y lo que es más peligroso, en las especies protegidas. Pero los cazadores también estamos de luto por la muerte en accidente de Fernando Moreno de Borbón, alma máter de Venatoria, una de las mayores ferias del sector, un gran profesional y una gran persona. Y también por el fallecimiento de Jesús Suárez, presidente de la Federación de Caza de Asturias, con un gran bagaje personal en defensa de la caza y de la actividad federativa en nuestro país. Para ellos, nuestro reconocimiento y nuestra oración por su eterno descanso.
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