Para uno que madruga…

…Mediados de septiembre. Las seis de la mañana.


Con la Benelli de cañón cilíndrico al hombro subía por la trocha que serpenteaba hasta el collao. Era una cuesta respetable, de esas que, a medio camino, te hacen jurar por tus antepasados que no vuelves a fumar… y que, cuando estás a tres cuartos de coronar, te preguntas cómo coño te puede gustar el whisky con hielo o el copazo de Chinchón después de comer… La tarde anterior había chispeado, vamos que habían caído cuatro gotas llenas de barro y era un encanto escuchar, entre jadeo y jadeo, los venaos en la ladera de enfrente. ¡¡¡¡Qué hermosura pararte a escuchar la berrea por la mañana temprano!!! Están los animales tan encelados que en ocasiones ni te oyen llegar y, si te oyen, les importa un rábano. Ellos están a lo que están… Eso sí, las pepas están siempre con las orejas tiesas preparadas para salir de naja en cuanto barruntan el peligro. Son como las mujeres que, en general se toman la cosa de la procreación de otra manera que los varones… son como la de aquel al que preguntaron si, cuando practicaba sexo con su mujer, ella lo hacía por amor o por interés… y el pobre hombre contestó… «Debe ser por amor porque interés no pone en absoluto»… Bueno pues subía yo aquella mañana echando los bofes por la trocha, mojado total de restregarme con las ramas, cuando me pareció sentir por delante de mí un resbalón, un bicho que trastabillaba con el gruñido consiguiente… Me metí de un salto entre dos madroños que flanqueaban el sendero y aguanté la respiración… Nada, silencio absoluto. Los venaos, tras un receso, reanudaron sus berridos con estrambote. Me refiero a que después del berrido largo dan dos o tres más cortos como remachando la faena… ¡¡¡Qué delicia!!! Estaba seguro que lo que había oído por encima de mí había sido un resbalón pero, en fin, ya sabéis —los que andáis por el monte— que en ocasione se te figura oír cosas que luego resultan ser otra distinta… por eso, cuando tras un momento recobré el aliento, salí de nuevo a la trocha y seguí cuesta arriba. No iba detrás de los ciervos. A las alturas de la vida en que me sucedió lo que os cuento ya tenía el cupo cumplido y bien cumplido. Es como todo. Llega un momento en que… ¿para qué vas a matar más venados, o más corzos?… Y menos cuando están en celo… es como ir al tálamo nupcial y cepillarte al pobre hombre cuando está como una moto… Es bonito aproximarte pero es que, en esos momentos, el macho está con un pasamontañas de amor puesto por encima de la cabeza… A lo que iba aquella mañana era a esperar en el collao a un cochinazo que según el tío Polo saltaba todos los atardeceres a sus almendros a rebuscar y que ya en dos ocasiones le había plantado cara a él y a sus dos podencas por la tarde, entre dos luces. ¿Que cómo me enteré?… porque mientras jugaba al truque con otros amiguetes de su edad, había soltado la información. Así que la mañana en la que estamos, subía echando los higadillos a cortarle el paso en el collao por donde suponía yo que el bicho saltaba a los bancales de almendros… Al siguiente resbalón que oí ya no me cupo la menor duda de que me habían madrugado la intención… Ahora que… el susto se lo pegué… Venía el Felipe tan chulito, fumándose un Caldo gallina, un canuto (aquello sí que eran canutos) con el borde del papel que tocaba con los labios de color marrón, con el ronzal del borrico en la mano y el guarraco atravesado encima del asno… Cuando le faltaban tres pasos para llegar a mi altura, me planté de un salto en medio de la trocha y el pobre casi se traga el caliqueño… —¡¡¡¡Me cago hasta en la madre que te emboquilló, pedazo de cabrito!!! —Ése fue el saludo que me espetó al reconocerme… Y en ese instante recordé que, la noche anterior, mirando la partida, estaba el Felipe con las orejas como soplillos… Y es que para uno que madruga hay tres que no se acuestan… El muy ladino oyó lo mismo que yo y después de cenar aparejó el borrico y con la espingarda al hombro se fue al collao… mientras que yo preferí darle un recado a la parienta en lo calentito de la cama… ¡¡¡La escuela de la vida y la universidad de la sierra!!!
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