Mercantilismo y caza

Hace un tiempo participé en un programa de TV dirigido por Juan Delibes, en donde se debatía la prohibición de cazar que se establece en muchos espacios naturales protegidos. En un momento del debate el representante de los ecologistas blandió la idea de que la caza comercial no es buena, y que contra ésa es contra la que ellos luchaban.


La verdad es que en este programa no había mucho tiempo para intervenir, y me quedé con las ganas de pedirle que nos explicara a todos que es eso de «caza comercial» porque es un término muy utilizado para criticarnos, incluso entre los propios cazadores, que llegan a identificar caza impura o no genuína con caza comercial. Normalmente se tiende a atribuir un nexo de unión irrevocable entre compra-venta de caza con caza falsificada o no auténtica, y por otro lado, caza fuera de los canales mercantiles, con caza auténtica. Todo esto es falso, porque el pagar o no pagar por cazar, es decir, la caza mercantilizada o no mercantlizada, no tienen nada que ver con la autenticidad de la acción venatoria. Tan falsa caza es la tirada de faisanes de jaula que hacen los amigos de la peña cazadora del pueblo, sin actividad mercantil alguna de por medio, más que la compra de los susodichos condenados a esa muerte indigna y pagados por riguroso escote colectivo, como la caza en un cercón de un espectacular venado traído de Austria en un camión, previo de pago de 30.000 € al orgánico-mercantilista de turno. El dinero que haya habido de por medio para poder llevar a cabo esa actividad de ocio no importa, lo que importa es cómo se ejecuta la acción de cazar. En la otra mano es totalmente factible llevar a cabo acciones de caza totalmente auténtica, con sus sufrimientos, penalidades y las incógnitas que la naturaleza salvaje impone, previo pago de sustanciosas cuantías económicas al orgánico-mercantilista-especulador (no es que yo piense así, pero lo escribo porque es lo que normalmente algunos de los que se intitulan a sí mismos puristas, piensan de ellos). Pero hay más ejemplos. Si yo organizo una montería para mis amigos y les cobro un tanto por cada puesto para no tener que afrontar los gastos yo sólo, ¿es eso mercantilismo? En su teoría sí, porque hay dinero de por medio. La clave no está en eso. La clave está en que hay algunos que se dicen cazadores después de haberse cepillado una docena de guarros atontados, que han soltado al efecto media hora antes. Y el problema no es de la sociedad ni de nadie que ande muy lejos, el problema es nuestro, de los cazadores, porque ni le explicamos a la sociedad que eso no es cazar, ni les decimos a los supuestos cazadores que así actúan que eso que ellos hacen no es caza. La clave está en que por más que el concepto de caza está perfectamente definido, no somos capaces de divulgarlo. En la época en la que nos ha tocado vivir las actividades del hombre han de ser ante todo y sobre todo sostenibles, para evitar que nos acabemos cargando este hotel que nos aloja y ofrece recursos que se llama Planeta Tierra. Desde que somos conscientes de eso, si queremos que algo pueda perdurar tenemos que conseguir que sea sostenible, como casi todo lo que hacemos, ya que este concepto debe afectar a cualquier cosa que hagamos. Pero una vez más pretendemos seccionar las cosas y quedarnos con la parte que personalmente nos gusta. Que haya personas a las que la sociedad de mercado libre no les guste, me parece muy bien, pero han de pensar que nada es sostenible si no es sostenible en todas sus facetas, y una de ellas, les guste o no, es la faceta económica. No hay que pensar sólo en sostenibilidad interespecies, no sólo hay que pensar en sostenibilidad con el medio que nos soporta, o con el resto de la sociedad, hay que ser sostenible económicamente también. Y es que no es bueno confundir las teorías.
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