El caracol disminuye en España

Tanto los caracoles comunes (Helix aspersa) como los de los viñedos (Helix láctea), están menguando en muchos lugares de España y desapareciendo en otros.


¿POR QUÉ SE MUEREN LOS CARACOLES?
  • HAtinyint(2)AT - En primer lugar, y por encima de todos los demás, los caracoles desaparecen en España como consecuencia de que se les roba, deteriora o envenena su hábitat natural.
  • SAL - Durante las nevadas, se vierte una cantidad innecesaria de toneladas de sal que se amontona en autopistas, carreteras y hasta en los senderos, cuanto si más en pueblos y ciudades. Tanto ha sido así este año, que se ha reprobado a las autoridades por el excesivo gasto en sales. Esa sal, cuando se licua la nieve va por arroyos y regueros a los ríos llevándose por delante toda fauna acuícola. Pero en la tierra por donde discurre, siempre queda un sedimento que es un veneno letal para los caracoles. Los caracoles tienen un organismo compuesto por una cantidad de agua muy importante. Como saben, la sal absorbe al agua del caracol y éste muere deshidratado.
  • VENENOS FAMILIARES - Los caracoles de huertos, huertas, merenderos y jardines son envenenados con productos letales. Productos tales, que han tenido la poca delicadeza y la cara dura de denominarlos CARACOLICIDAS. Esos productos y otros similares, se venden en las droguerías sin control de ninguna clase, cuando con muchos de ellos se pueden fabricar bombas capaces de levantar el Capitolio y de transportarlo por los aires hasta Isla Perejil.
  • VENENOS AGRICOLAS – No voy a insistir en este post sobre la insostenibilidad de una agricultura salvaje basada en la química y en unas prácticas de laboreo que se llevan por delante a todo bicho viviente. Sepan que los caracoles al salir del letargo, caso de no haber sido achicharrados antes, se encuentran con un suelo envenenado y sin mediar el tiempo necesario para reponerse, enferman y mueren. En España se echa veneno agrario a tutiplén en todos los cultivos y en el caso de los cereales se echa para combatir la Roya y el Oidio, entre otras enfermedades que aumentan año tras año en beneficio de las multinacionales de los venenos agrícolas y en detrimento de los agricultores, quienes poco a poco van arruinándose en silencio. Me estoy refiriendo a productos tales como el Moncut, el Lovit o el Amistar. El veneno les llega a los caracoles por no respetarse su hábitat en las linderas, cunetas, baldíos, márgenes de caudales continentales, márgenes de pantanos, lagunas, etc. etc. Lugares todos ellos donde no se puede labrar. Todos sabemos, que además de a los caracoles, el veneno agrícola “mata —bien muerto— a todo bicho viviente”.
  • FUEGO - En la agricultura de España existe una cultura pírica que data de tiempos ancestrales. Cultura pírica que se había frenado un poco en Castilla y León, pero con la disculpa de esos topillos que la invadieron en 2007 como consecuencia de la inoperancia del Gobierno de Madrid y de la Junta de Castilla y León. Decía, que con la disculpa de de los topillos queman o meten el arado hasta en los atrios de las iglesias. Cuanto si más en todo aquello que sea susceptible de arder.
  • GLIFOSATO - El Glifosato de la multinacional MONSANTO se esconde bajo un producto químico letal para el campo que se denomina Roundup. Un producto muy utilizado en la moderna agricultura para secar campos que van a labrarse o secar, por ejemplo, las ramas de las patatas que van a cosecharse para, con este producto químico, secar las plantas y evitar los problemas que dan las ramas a las modernas cosechadoras de las patatas, pongo por caso. El problema de los productos fitosanitarios es grave para los caracoles y para toda la fauna que se refugia en los márgenes de las fincas, caso de que pueda –claro, así como en las zonas baldías (sobre todo si se fumiga con avioneta a pesar de estar prohibido salvo en casos muy excepcionales y con autorización previa). Estos políticos sinvergonzones, cuya vida Dios confunda, han propiciado el uso del Glifosato por, sin hacer cuentas, salirles más barato que segar las hierbas de las orillas de TODAS las vías de comunicación, incluso las férreas. Fíjense ustedes en la cantidad de biomasa y de forraje que se podía obtener sustituyendo el Glifosato por la siega y la corta tradicional. Una siega y corta que además de biomasa y piensos deshidratados o sin deshidratar, generaría jornales que se pagarían con el producto obtenido. Es más, podrían hacerlo los autónomos. ¿No? Creo poder afirmar que las viñas están en monocultivos (ya de por si peligrosos y abyectos para la naturaleza). Los monocultivos vitícolas utilizan una cantidad de venenos rayana a la insostenibilidad del morapio. En invierno, cuando aparecen las primeras yemas, Metil Tiofanato -- Cobreline Folpet y para las malas hierbas: Maxofen a discreción y así hasta ponérsele a uno los pelos de punta en un calendario de los horrores que no deja ni hormigas, cuanto si más los célebres y ricos caracoles de viña.
  • El GOBIERNO DE ESPAÑA oculta el constante aumento de la mortandad de los caracoles por envenenamientos y daños colaterales de una agricultura salvaje basada en la química insostenible. Como muestra de tal tropelía, sirva la web del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) quien también miente descaradamente cuando dice textualmente: “…Sin embargo, la captura masiva de estos helícidos ha puesto en peligro de extinción algunas especies muy apreciadas. Por otra parte, los caracoles silvestres no están sometidos a los rigurosos controles sanitarios que se aplican en la producción primaria. La helicicultura moderna tiene como fin superar estos inconvenientes y proveer al mercado de un caracol de calidad, con alimentación controlada”. Menos mal que guardo imágenes. Menos mal que somos muchos miles de personas quienes vemos muertos a los caracoles por el fuego o por los venenos criminales administrados por el propio Estado y sus autonomías, provincias, ayuntamientos y hasta particulares en sus jardines o donde les da la real gana. Jamás podrá enmendarse un problema que va a más si quien tiene que solucionarlo no lo reconoce como tal. El Estado, con el estridente y valleinclanesco señor Arias Cañete al frente del MAGRAMA , termina sus sesudos estudios como cuando hace los libros de especies la Seo/BirdLife, quien jamás perdió ocasión alguna de decir que la especie tal o cual disminuye como consecuencia de la excesiva presión propiciada por una caza abusiva. Oigan, señores, que se olvidan de los venenos que hasta ustedes mismos vierten. Oigan, señores ustedes, no nos vengan con monsergas, que España es una de las naciones de la UE más expedientada.
  • El MAGRAMA - potencia, legisla y aplaude la helicicultura así como la importación legal e ilegal de caracoles mirando para otro lado, cuando se percata del descenso por envenenamiento de los caracoles silvestres de España.
¿HAY MÁS ELEMENTOS, ACCIONES, ETC. DE ESOS QUE MATAN A LOS CARACOLES? Por supuesto que los hay. Y muchos. Pero no voy a entrar en ellos para dejar bien claros los motivos FUNDAMENTALES por los que mueren. No voy a entrar en los purines líquidos de la ganadería, que, muchos de ellos, se vierten en las fincas sin tratamiento alguno a pesar de estar subvencionado su reciclado. Pero no entro en ellos ni en ninguno más, por el momento. Pues podría desviar la atención de las principales causas por las que mueren los caracoles. Sí. Seremos hombres de a píe, nadie dice lo contrario, y además cazadores o apicultores, pero ya no nos pueden engañar ciertos falsarios. Organizaciones como la SEO/Birdlife confunde y enmaraña a postas los venenos contra las especies depredadoras y similares (que son meramente testimoniales) con los venenos indiscriminados que vierte al campo la agricultura de los que he dado fe en este artículo en una mínima parte. Veneno es todo. Pero en estos casos hay que andar con píes de plomo a sabiendas de que nos estamos enfrentando a “presuntos” ubicados en las más altas instancias, donde, por ejemplo, tenemos al “presunto” señor Fabra. Con multinacionales como Monsanto, KWS, Bayer y similares es mejor no topar. Y aun cuando han establecido en España su laboratorio de pruebas al aire libre, de esa vil canalla y de los mulos, contra más lejos, más seguros. Ya sé, ya sé que los lobbys de Europa comparados con don Vito Corleone son meros monaguillos. Claro, pero de todo esto nadie dice nada de forma directa a pesar de que en Bruselas hay entre 15.000 y 30.000 lobbies, con un volumen de negocio de 3.000 millones de euros al año. Además, el 14% de los eurodiputados con un segundo empleo incurren en un conflicto de intereses. Son datos de la Organización Corporate Europe Observatory (CEO), que ha elaborado la ‘Lobbyplanet’, una guía con los pormenores de los grupos de presión afincados en la capital belga. Sepan que todo el pensamiento está comprado por una causa comercial. Hay una reunión internacional para luchar contra el veneno. ¿Por qué no van a esa reunión los: cazadores, pescadores, pastores, agricultores, leñadores, helicicultores y demás sufridores en vez de los “salvadores a sueldo en diferido” del Estado y sus amiguetes? La reunión es en Túnez y se lo van a pasar bien quienes como premio reciban tales distinciones basados en el “yoteinvito – tumeinvitas”, y todo ello a costa ajena. Estos majaderos no han inventado nada. Los conocedores de la filosofía escolástica mantenían entre sí conversaciones triviales en las que se hizo habitual la expresión “tichi michi” (para ti, para mí) en latín vulgar. “Tibi, mihi” en latín clásico. Joaquín Sabina dice: “de ti para mí”. Los leguleyos dicen “quid pro quo” (algo por algo).Ah, se me olvidaba otra vez que esos cráneos privilegiados son ¡¡¡científicos!!! No son de letras. Son de ¿cienqué? La verdad es que son del grupo de “todo a cien”. Déjense de tanta charla, seminario, fiestorro, celebración, reunión, coloquio y el dinero de todos que se gastan en estos cuentos, déjenlo para el mundo rural. Pues lo necesita. Ya sé que a ustedes no les admitirían en Alemania ni de ujieres, por eso se van los mejores y ustedes, los que dan y reciben un outsourcing precarizando sueldos, son los peores (caso de que sean algo).
LAS ESPECIES SILVESTRES QUE SE CRÍAN EN GRANJAS O LAS QUE PROTEGE EL ESTADO, SON LAS QUE A MAYOR VELOCIDAD DESAPARECEN Toda especie silvestre que se críe en granjas cerradas o al aire libre para suplir la que se masacra en su medio natural, termina desapareciendo, criándose en granjas o pasa a ser meramente testimonial. Toda especie que protege el Estado Español, desparece como el Bucardo, mengua como el Urogallo en Asturias o pasa a ser criado artificialmente como el lince en Doñana. Eso es así, el resto son milongas de malos pagadores propios de la gente que vive del cuento.
¿QUIÉN DEFIENDE AL CARACOL? Nadie. Y no es de extrañar. Pues carece del marchamo propio de los seres vivos e irracionales a defender con los intereses económicos que se utilizan en España para estos menesteres sin resultado alguno. Si el pobre caracol fuera como el oso, tendría por lo menos dos entidades diferentes que le defenderían a cuenta de un buen estipendio más unos vehículos de locomoción de alta gama y ni les cuento los aparatos de vigilancia y gestión. Y claro está, se darían charlas, se organizarían seminarios, se escribirían libros, etc. etc. y se gastaría el dinero del que se carece. Y no les digo nada si el caracol llega a ser el lobo. Espoleado por lo que he publicado al respecto y por la información que me han pasado, voy a escribir sobre “EL GRAN NEGOCIO DEL LOBO EN ESPAÑA”. Al caracol le defienden los ecologistas, claro. ¡¡¡Faltaría más!!! Pero atan la burra donde les manda el amo que es quien les subvenciona. O sea: EL ESTADO A CARGO DE LA FUERZA POLÍTICA DE TURNO. Pero si en España tenemos un montón de espacios protegidos mediante las figuras a las que les he hipervinculado. Claro. Pero sólo un 10% tiene planes de gestión, y… no es por nada… pero me imagino el contenido de esos planes de gestión… pues como sean como los de los planes de aprovechamiento de los cotos, estamos con las ruedas para arriba. Sitúense en el Anuario de Estadística de 2011, al que les hipervínculo y vayan al epígrafe 12.6.3.1. El caracol está tan arraigado en la gastronomía y en la cultura popular que, por ejemplo, se celebran carreras de ellos de forma tradicional en Tricio (La Rioja). Las carreras de caracoles estaban muy arraigadas en el mundo rural de toda España y lo siguen estando aun cuando están menguando.
OJO CON LOS CARACOLES DE LAS CUNETAS DE LAS CARRETERAS Y DE LOS LUGARES CONTAMINADOS Sí. Ya sé. Alguien me dirá que las zonas de cultivo están contaminadas y que en el monte cerrado no crían. Es más, no faltará quien me diga que los de los pueblos los cogen para venderlos tal y como documento en este post. HACEN BIEN. Pero ojo, que ya muchos de los que se venden proceden de las granjas de caracoles e insisto en que no me parece mal ni una cosa ni otra. Les voy a resumir mucho, pues las lecciones magistrales las dan quienes con su pasividad medran a costa de nuestra desgracia. El caracol alberga en su cuerpo mucho agua y la necesita constantemente casi tanto como el comer. Pues bien. Si se arrastra por suelos contaminados tales como las cunetas envenenadas por los humos de los coches o por estar linderos con los campos envenenados por el veneno agrícola, el caracol lo absorbe todo y tal vez se envenene y termine muriendo o pasándonos a nosotros tan envenenado regalo. Qué muera él, es una desgracia, pero que muera un humano, no tiene parangón. Por eso es necesario tenerlos en las caracoleras un mes largo bien alimentados con el pan que sobra en casa sin olvidarnos nunca de echarles agua. Ver como se alegra la caracolera con el agua que no esté fría ni caliente, es un privilegio de dioses. Los contaminados sanarán o morirán. Antes de proceder a quitarles las babas para cocinarlos, es necesario seleccionar los vivos y tenerlos una semana a dieta. En ambos procesos, miren bien y asegúrense de que todos salgan al engaño y tiren sin miramiento todos aquellos que no lo hagan, pues están muertos o en condiciones de no comerlos. Bueno, desháganse de ellos con las debidas precauciones a fin de no envenenar a terceros racionales o irracionales. Pero si proceden así, no tendrán que ir a urgencias con fuertes correntías caso de que la intoxicación sea leve. De todas las maneras, ojo donde se cosechan los caracoles, pues como dice un amigo mío, es mejor cosecharlos en los cementerios que en el campo.
GUARDEN LA DEBIDA PRECAUCIÓN AL COSECHAR CARACOLES EN LOS PUEBLOS Y SUS ALREDEDORES Estamos pasando por unos momentos en los que no contentos, los mandamases, con el desmantelamiento del mundo rural, ahora nos quieren quitar hasta los ayuntamientos aduciendo razones de eficacia. ESO ES MENTIRA. Los ayuntamientos tienen comuneros con otros pueblos, pedanías, montes consorciados, pastos, derechos de paso, lugares sagrados, funcionarios, mancomunidades, y un largo etcétera que no se puede meter en un saco de la noche a la mañana, a no ser —claro está— que ya haya por ahí alguna empresa para hacer outsortcing del asunto. De eso estoy seguro. Pues las diputaciones llevan el mismo camino que los ayuntamientos menores de 5.000 habitantes. Tiempo al tiempo. Hay que ver como lo adornan los muy sinvergonzones. Esto viene a cuento de que en toda España rural se está robando a manos llenas. Lo mismo roban frutos que tractores o gasoil. Jamás nadie nos pudimos imaginar que la cosa iba a tomar este cariz. En las carreteras uno se encuentra con más guardias civiles que sardinas en un tabal. En las ciudades hay municipales a raudales. Y luego se superponen las distintas policías autonómicas con las Estatales. Si hay dinero para ello, pues me parece bien. Pero no lo hay. Resumiendo, que las ciudades y las carreteras son ampliamente vigiladas en aras de recaudar más y los pueblos están dejados de la mano de Dios. El SEPRONA está para vigilar a los cazadores y poco más, pues carece de los efectivos necesarios como para pedirles más. ¿Dada la emergencia Nacional por la que atravesamos, no se podrían mandar algunas autoridades a los cascos urbanos de los pueblos y sus alrededores? Esto tiene mucho que ver con los caracoles. Pues si uno se mete en un pueblo por la noche con su linterna, puede recibir un trancazo al ser confundido con un caco. Y si va de día, como los pueblos están casi vacios, pueden hacer sus habitantes lo que dicen que hacen en Tormantos (La Rioja) donde sueltan perros y atan cantos. O sea, en el campo los caracoles están envenenados y en los pueblos peligra la integridad física del honesto cosechador de caracoles. Por cierto, nunca he visto a ningún ministro dedicarse a estos menesteres tan rurales. Tengan mucho cuidado y avisen a los del pueblo a una hora prudencial. Y aun con todo y con lo citado, ojo con los caracoles de los pueblos, pues hoy, quien más y quien menos, tiene su huerto debido, más que otra cosa, a la necesidad que nos impone la crisis. Sepan que esos huertos están bendecidos con las mismas medicinas, o más, que los campos cerealistas o de viñedos. Dada la crisis o final de una era, no se sabe bien todavía, lo cierto es que la necesidad empuja a robar y los caracoles no están exentos de estas maldades, pues tienen un precio elevado en los comercios y ello, entre otros asuntos, lleva a buscarlos moviendo piedras cuyo daño supera al de los caracoles. Por eso hay quejas en los periódicos día sí y día también. Pero no hay guardería rural que lo frene ni paisano que se arrime a los de las “fragonetas” cuyas etnias todos conocemos. Si compran caracoles, no cometan jamás la imprudencia de NO exigir su trazabilidad. Y aun así, procedan de la forma que les he indicado. O sea, su mes en la caracolera comiendo pan y bebiendo agua como señorones. Limpieza y una semana a dieta. Limpieza periódica de la caracolera, pues al final el amasijo de heces es perjudicial para todos. Y aun así… Tengan cuidado, pues dada la demanda existente en España, me veo obligado a exponérsela, pero constantemente están entrando caracoles sin la debida garantía sanitaria y en algunos raros casos, hasta son decomisados por la policía. ¿Qué no meterá Marruecos a España a través de gente sin escrúpulos? Esos “hideputas” de intermediarios quitan el pan a los más desfavorecidos. Hay granjas de caracoles, cotos de caracoles y lugares en España donde uno puede cosechar los suficientes para casa. Habiendo lo citado, en este país es ineludible la cosecha furtiva, el tráfico ilegal y el robo descarado sin pararnos a pensar que a lo mejor llevamos a la ruina o a la cárcel al helicicultor. Tanto es así, que las Cortes Valencianas se están ocupando del tema. Más vale preocuparse de esto que del precio de los Gin Tonic, cosa de suma importancia en la que, mientras se cierra España por derribo, se entretienen nuestras señorías en el Congreso de los Diputados, claro, luego salen a la tribuna libados y ya ven la que lían. No les extrañe que algunos recuerden con nostalgia al general Pavía. Nosotros, los rurales, apagaríamos la luz y les hincharíamos los hocicos a ese atajo de inoperantes. Eso se hacía antes con los malos comediantes que nos visitaban en los pueblos.
No voy a dejar pasar la ocasión sin recordar, emocionadamente, a un republicano bueno casi enajenado por el inmenso amor que profesaba a esta España de todos. Un republicano mártir que lucho junto al camarada Buenaventura Durriti a pecho descubierto en su columna, paso por la cárcel y por mil peripecias vitales, pero todas ellas no fueron capaces de borrar el amor que sentía desde niño por una niña de su pueblo con la que se caso en la senectud que fue cuando le sacaron de la cárcel sin cumplir las tres penas de muerte que le tenían anunciadas. Era amigo de Enrique Lister, con quien se carteaba y entablaba grandes debates de cómo arreglar España hasta que el camarada Enrique le dijo un día: ESTO NO HAY QUIEN LO ARREGLE. Su historia encoge el corazón del más pintado. ¡¡¡Qué buenas mujeres y hombres tiene España para que los devoren estas alimañas!!! Ya, en el ocaso de su vida, sin soltar la mano de su amada, recuerdo que me decía: Mi querido camarada, tenemos que contratar al toro Ratón y soltarle en el Congreso para que se muevan esos aprietabotones. Él, que no era creyente, estoy seguro de que estará sentado a la derecha del Padre y que me reñiría si viera que al evocarle se me escapa un lagrimón. Le defraudó la democracia de España. Le defraudaron todos menos su santa mujer. Una esposa fiel que daba gracias a Dios por estar al lado de su eterno amor. Hijos de puta, a esta gente no se la puede maltratar. Lo que les estáis haciendo lo vais a pagar. Mi camarada disfrutaba enseñando a cantar a los fringílidos, cosechando caracoles y pescando ranas como lo hacía cuando de golpe y porrazo interrumpieron su adolescencia para llevarle a ver desangrarse la patria en los frentes de una España cainita. Señores mandamases, sigan robando, pero no hagan sufrir a los hijos más queridos de Dios, nuestro Señor. Miren ustedes, las cosas banales para ustedes, son vitales para un pueblo liso, santo y sencillo a los que ustedes no les verán en el Cielo… Mi camarada me decía, quienes dan buenos consejos a los vivos, son los muertos. Me imagino que se inspiraba, al decir esto, en don Francisco de Quevedo y Villegas. Pues treinta años leyendo en la cárcel, dan de si para mucho. ¿Cultura? Ustedes llaman cultura a un titulillo de cinco años.
LA HELICICULTURA Vaya por delante que este modesto hombre de a pie, que soy yo, no critica a la helicicultura ni la criticará jamás. Es más, la ve como una posibilidad para fijar en su entorno a un Mundo Rural Español que tanto necesita de su fijación humana en España. Sobre todo, cuando casi un millón de jóvenes españoles no tienen trabajo, el 26% de la eurozona. Y sepan, además, que cualquier día estallará la burbuja de las casas de agroturismo y veremos que muchas se han hecho para lo que no son, y, muchas de las que son, no dan para vivir. No obstante, soy muy consciente de que muchas de las profesiones del futuro estarán ligadas al medio ambiente. Esta España nuestra jamás perdió la ocasión de ensañarse con ese su pueblo honesto que la sustenta. Una España que siempre tuvo la desgracia de tener una clase dirigente que hace todo lo posible por ver correr descalzos detrás de las charangas a quienes les dan de comer y algo más. En esta España nuestra, quienes la amamos con todas nuestras fuerzas, sufrimos la desgracia de tener en las más altas instancias de este Patio de Monipodio a unos cafres cuya mayúscula singularidad les empuja a rodearse de incultos consejeros de esos que dan miedo. Si yo les contara… y les contaré a su debido tiempo. Dice el Eclesiastés que hay un tiempo para cada cosa… Va el MAGRAMA e ignorando la historia da a entender que ha inventado la HELICICULTURA. Oigan ustedes, cafres, que ya los romanos criaban caracoles en huertos especiales que denominaban cloquerías. Claro, como está privatizando casi todo el ministerio, nadie le dice nada. Y esos asesores que ustedes tienen, no pasaron ninguna oposición y en la empresa no serían ni ordenanzas. Quién iba a decirles a nuestros prehistóricos antepasados de las cavernas, incluso a los griegos y romanos de varios siglos antes de Cristo, que los caracoles iban a menguar tanto en España que ni con la helicicultura tendríamos bastantes y que se están importando a la chita callando, mientras, el gobierno sólo ayuda de forma testimonial a los helicicultores y —a decir de ellos y de sus sindicatos— no les ayuda en su comercialización en el exterior. ¿Sabían que los helicicultores cuentan hasta con una Asociación Interprofesional del Caracol de Crianza? Sí, hombre, es una asociación que cuenta con su manual de buenas prácticas y todo. En el mundo de la helicicultura se mueven muchos intereses económicos tales como: estudios, proyectos, informes de impacto medioambiental, granjas, formación, piensos, útiles, construcción de granjas, etc. etc. Las granjas están sustituyendo paulatinamente a los caracoles que se masacran en el campo. Luego, está la Asociación Nacional de cría y engorde del Caracol. Sepan también, que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) incluye a la helicicultura dentro de la CARACTERIZACIÓN DEL SECTOR DE LA PRODUCCIÓN ECOLÓGICA ESPAÑOLA EN TÉRMINOS DE VALOR, VOLUMEN Y MERCADO. El MAGRAMA alicientó y sigue alicientando la cría de caracoles en cautividad como consecuencia de que es imposible abastecer al mercado español que se cifra en unas 14.000 toneladas e importa un tercio del consumo. Todavía no se puede abastecer de caracoles al mercado de España como consecuencia de los problemas logísticos de su comercialización a pesar de la producción para el consumo humano de unas 150 granjas que existen en España. Existen, cómo no, intereses creados en la importación en un mercado que mueve muchos millones de euros a nivel Mundial y a nosotros, a los hombres y mujeres de a píe, la CEE no nos ha ayudado, ni nos ayuda, ni nos ayudará jamás en nada. Sepan, que sólo en Francia se consumen 50.000 toneladas anuales de caracoles, que se dice pronto y bien. Además, hay que tener en cuenta los cada vez menos caracoles que pasan directamente del campo al consumo humano propio o ajeno sin ser registrados en ninguna parte. Y no pasan más, por qué no quedan. Se están criando caracoles en caracoleras domésticas tal y como lo hacen en los países anglosajones donde crían muchas razas. A ver si esa moda nos trae algo similar a lo que está ocurriendo en el Delta del Ebro con el caracol manzana. La plaga se inicio en 2009 cuando se escapó un solo caracol de una piscifactoría ubicada en l’Aldea (Baix Ebre). Hoy, el molusco invasor es el principal enemigo de los agricultores de la zona. Pero hay otros muchos colocados intencionadamente o sin conocer su repercusión. (Parva saepe scintilla contempla magnun excitavit incendium). No olvidemos jamás que por los intereses de unos pocos que nos han traicionado, vivimos en un mundo globalizado y las plagas voluntarias o involuntarias están a la orden del día. A la chita callando se está instalando en España la helicicultura y el MAGRAMA ya la considera un sector ganadero de esos que dan poco dinero. Es más, el MAGRAMA alberga en su web la Guía de buenas prácticas e higiene en el sector helicícola. Por el momento, el MAGRAMA no da datos suficientes, pero lo considera un sector ganadero en auge a juzgar por la información legislativa y de todo tipo que alberga en su web el MAGRAMA en calidad de una organización interprofesional agroalimentaria. E insisto en que la helicicultura Española está avalada por boletines oficiales donde se detallan subvenciones y apoyo legal de todo tipo. Pero a pesar de todo lo expuesto, hay quejas. Si hubiera los suficientes caracoles en el campo como para abastecer la demanda de España, qué antes los había, muchas personas se podrían sacar sus buenos sueldos de forma digna y al margen de esos fariseos que cuando hablan de defender nuestro mundo rural, lo que quieren decir es que ellos o sus amos quieren darle la puntilla final. No sé si sabrán que España siempre fue rica en caracoles, sobre todo en la mitad norte. Pero al envenenarlos por ahorrarse cuatro perras, pierden ocho. No sé por qué están alicientando a volver a la gente al campo cuando les cierran todas las salidas a quienes ahora viven en él. ¿Querrán hacer más casas de agroturismo? Pero si se está volviendo a los semovientes por ruina total disfrazada de la cosa medioambiental. El campo está a punto de quedar en manos de esas macroempresas que lo llevan desde la ciudad y me imagino la cara que pondrían sus edecanes si va un sujeto como yo o la organización más importante de España y les pide que respeten a los caracoles. La petición estaría tan fuera de lugar como si al Papa Francisco le remitieran una invitación para asistir a la inauguración de un prostíbulo. Bueno, nuestro Papa Clemente del Palmar de Troya y sus cardenales ya iban a los puticlubes y se liaban a mitrazos entre ellos después de libar sus buenos lingotazos.
CARTA ABIERTA AL MAGRAMA
Yo, un servidor, NO DE USTEDES, señores mandamases, soy un hombre de a pie que no puede pagarse grandes cacerías en España y menos en África. Por no poder, no puedo ni tan siquiera hacerme homenajes que no sean los propios de un prejubilado con contrato de relevo a las puertas de la pobreza, que es la jubilación total. Jubilación que se ha convertido en un preámbulo obsceno y degradante previo a la muerte. Ya ven, por no tener no tengo ni edad de merecer. Mi única ilusión, fuera del ámbito familiar, es la de estar presente de forma activa en ese mundo rural español al que ustedes sangran con tanta saña. Mis gustos son sencillos. Cosecho: caracoles, setas, berros y como costumbre de mi truncada niñez, mi gusto es echar hojas de morera a mis gusanos de seda o capturar grillos para mis grilleras hechas a mano por los presos de la cárcel de Burgos antes de que pasaran a ser difuntos. Ahora las grilleras son de plástico y un servidor, no de ustedes, pasa de pijoterías. Ya ven: natura simplicibus gaudet (la naturaleza se complace en lo sencillo). No sé lo que se sentirá al abatir un elefante, pero mi corazón se acelera cuando al mingitar o meter una pajita en una hura de grillo, le veo aparecer de improviso saliendo de culo o de cabeza dependiendo de si al oír el ruido de mis pisadas ha reculado o se ha dado la vuelta. Los grillos tienen una preciosa cabeza adornada con dos coquetas antenas. Ah, y por esa pequeñez de las antenas no se desazonan, pues así viajan hoy muchas personas. Miren ustedes, señores mandamases, con cuatro unidades de grillo me conformo y quiero que sepan que si mal hago al privarles de su libertad, les compenso sobradamente con un confort y una dieta en la que incluyo fresa y todo. Ya no les utilizo para pescar truchas en los puentes de los pantanos. Ni se los doy a mis perdices de reclamo. Como hay pocos, las he variado la dieta. Lo malo es que me las veo y me las deseo para encontrar saltamontes. Ya escribiré de ello, ya. No les voy a dejar convertir sus ventosidades en cantos de sirena. Estoy muy preocupado al saber que ya en España se están criando grillos en cautividad y que se importan muchos para que ciertos frikis alimenten a una fauna tropical que ustedes, señores mandamases, no debieran haber dejado penetrar en España bajo ningún concepto. Pues luego viene lo del mejillón cebra y la madre que lo pario. Hacen mal en dar cuartelillo a esos frikis que no se conforman con las perdices, las calandrias o los fringílidos procedentes de una rica biodiversidad Española a la que ustedes pisotean. Verán. Sin que les sirva de precedente cultural, les voy a citar a Plutarco en su célebre obra denominada Vidas Paralelas (ya sé, ya sé… que quienes mandan en lo nuestro son grandes científicos). Pero observo un cierto paralelismo entre grillos y caracoles. Sepan que están empezando a correr la misma suerte. Sé que se están muriendo los grillos en cautividad como es normal en las especies que se las estabula masivamente y contra natura. Mi preocupación va en aumento al saber que España importa grillos de una especie alóctona y que tanto los nuestros, como los ajenos se crían en cautividad. De eso, a las granjas criminales, sólo hay un paso. Sepan ustedes, señores mandamases, que con sus venenos agrícolas tengo que ir a por grillos a las praderas del Valle de Mena (Burgos) o capturarles en los jardines de las ciudades y no creo que esté bien visto eso de mingitar en esas sus huras ubicadas en los jardines patrios. Por favor, sigan sin defender a los grillos, pues al alcanzarme la edad, ya me quedan pocas primaveras y —antes de partir muy ligero de equipaje— quisiera ser arrullado por ellos. Dedíquense, por el amor de Dios, a los bisontes que han soltado en Asturias y en el norte de Palencia. Bisontes que se llevan un pastón por delante. Pero no sigan gastando el dinero que les sobra de sus latrocinios en animales consanguíneos como Copito de Nieve. Somos muchos quienes sabemos que ustedes, “los presuntos y sus amigos” nos enzarzan con: ecologistas, naturalistas, ecolojetas, receptores de outsourcing, santones y demás familia con vistas a crear una inquietud ecológica que empieza a mover la economía colectiva de España. Se les ve el plumero. En otro orden de cosas, les pido encarecidamente, que no se inventen un algo y privaticen la cosa de los grillos previos caros estudios al respecto con sus correspondientes reuniones en los más diversos países del geoide terráqueo tal y como vienen haciendo con las aves y con el resto de mamíferos a excepción de los bipedestantes implumes. ¿Para los estudiosos hay presupuesto? Ah, y no hagan outsourcing del grillo. Mentiría si al despedirme de ustedes no les deseara que se vayan pronto y nos dejen en paz, pues un servidor —no de ustedes— no cree en el bipartidismo. Y han de saber que la patria no es de ustedes y que la religión, no es ni de los papas. Qué hasta de eso quieren apropiarse.
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