El valor de las ‘paralelas’

El otro día, en el coto, uno de los socios presumía de su nueva yuxtapuesta, fabricada en serie, con sus chokes intercambiables y su monogatillo selectivo, en definitiva lo que tiene hoy una moderna superpuesta.


Decía que su ‘paralela’ superaba a todas las ‘del montón’ que circulaban por ahí, y que guardando la estética clásica de los cañones paralelos, incorporaba chokes intercambiables y tenía un solo gatillo, pero selectivo.

Nos tenía ya tan hartos de las bondades de su escopeta que otro socio, que sabe mucho de armas, le dijo que seguro que por lo que le había costado su fabulosa paralela se compraba él cuatro de segunda mano mejor que la suya. ¡Para qué le dijo aquello!

—¿Cómo puedes decir eso?

—Lo digo y te lo argumento. De acuerdo que tu «paralela», a diferencia de todas las demás, tiene chokes intercambiables y gatillo selectivo, pero perdona que te diga que eso no la hace mejor que las antiguas. Cualquier paralela ‘del montón’, como tú dices, se fabricó muy artesanalmente en Eibar y sus alrededores por armeros vascos que sabían lo que hacían, y eran escopetas robustas y bien fabricadas. Vamos, que si hoy se fabricaran una de estas escopetas ‘del montón’, valdría más que la tuya porque había en ellas mucho trabajo artesanal, mucha mano de obra cualificada que hoy no podría mantenerse.

—Pero mi escopeta tiene chockes intercambiables.

—¿Y qué? La escopeta de caza suelen tener 3 y 1 estrellas, lo lógico en una acción de caza. Pero hoy, con tantos cartuchos a elegir, en gramajes y grosor de los perdigones, se puede jugar mucho con los chokes. Y no hace falta ningún selector de tiro, basta con seleccionar un gatillo u otro. Y de ahí que las culatas fueran tipo inglesa, para poder desplazar la mano. Y seguro que las maderas de tu flamante escopeta no eran mejores que la de cualquier paralela vasca ‘del montón’ fabricada entre la década de los cincuenta, sesenta y setenta del siglo pasado. Y no te digo nada si encima es de marca como Sarasqueta, Ugartechea, Grulla, Arrizabalaga, etc., incluso hay escopetas de la marca Lig, menos prestigiosa, que no tienen nada que envidiar a las mejores marcas.

—¿Y cómo explicas que mi paralela pueda costar más de diez veces lo que cuesta una paralela ‘del montón’ de segunda mano?

—Es un problema de marqueting y desinformación. No niego que tu paralela no esté fabricada con buenos materiales y haya superado cualquier prueba de calidad. Además es nueva, y posiblemente haya tenido su campaña de publicidad y marketing, cosa que también afecta al precio final, pero como te he dicho cualquier paralela ‘del montón’ está fabricada muy artesanalmente, porque cuando se fabricó no había tantas máquinas, pero la hicieron auténticos maestros armeros que conocían el oficio. La paralela tradicional entró en crisis con la llegada de las modernas semiautomáticas y superpuestas y su agresiva publicidad, y los cazadores fueron abandonando sus tradicionales paralelas, que dejaron de venderse, y por tanto de fabricarse, provocando una tremenda crisis en la armería vasca. Pero eso no quita que todas esas paralelas ‘del montón’ que se fabricaron para cubrir la demanda del mercado español en los años 60 y 70 del siglo pasado, sean malas, ni mucho menos. De hecho, y no te ofendas, yo me hubiera comprado una paralela de esa época, es más, con el precio de tu nueva paralela y rebuscando un poco, seguro que habrías encontrado una de marca en perfecto estado.

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