¿Cómo les ha ido?

Veo que está muy animada la charla sobre el Campeonato de España, pero hablemos ahora de la caza real, de la de verdad, de la que vivimos los cazadores domingo a domingo, o varias veces a la semana, los más afortunados.


Este domingo terminará para mí la temporada de caza, después de la friolera de cuatro mañanas detrás de las perdices. Sí, habrán sido cuatro días solamente, de 8.30 a 12.30 de la mañana, en el coto social del pueblo, en Gilena (Sevilla), porque la falta de agua actual y las tormentas del verano no dan para más. «Hay que dejar madre en el campo», como se dice por allí, para que el año que viene podamos seguir tirando. Las jornadas que cuenta Delibes en sus libros, casi de sol a sol, son sueños imposibles. Seré sincero y diré que ningún día he logrado reunir el cupo de tres pájaros, así que ya se imaginarán cómo anda servidor de puntería, pero lo cierto es que tampoco se le han presentado a uno oportunidades para ello. Y eso que las botas están reventadas, acabarán hechas polvo de andar por los terrones, así que el año que viene, a estrenar. Paredes Ciervo, por supuesto, y perdón por la publicidad. Pero son las mismas de siempre. ¿Cómo ha sido o está siendo su temporada? ¿Y su puntería? ¿Han disfrutado cazando? ¿Cuál ha sido su lance perfecto? Charlemos de nuevo, como hasta ahora. Pero con una condición: prohibido exagerar: que el Mar Muerto ya estaba así, no lo hemos matado ninguno de nosotros.
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