El escándalo de la media veda y sus órdenes de vedas obliga a hablar claro y alto. Como casi siempre en la caza, la cuestión es social, pero lo social no es una dialéctica, es una ciencia.
Jornadas hábiles de caza
Número de días hábiles
Los días hábiles de caza suelen prefijarse por las órdenes de vedas, y concretarse después a través de los llamados Planes Técnicos de Caza y de los acuerdos internos de cada coto.
El número de días hábiles por especie y modalidad es el total durante los que algún cazador podría ir a cazar. Un día hábil podría no haber ningún cazador cazando, pero la situación contraria sería irregular. El número de días hábiles es una magnífica unidad de cosa cierta; muy fácil de aplicar, supervisar y controlar, mediante el correspondiente Calendario de caza. Cada cazador debería tenerlo, para conocer su derecho y cumplir sus obligaciones.
Número de cazadores autorizados
El número total de los cazadores autorizados en cada coto es también una magnífica unidad de cosa cierta; muy fácil de aplicar, supervisar y controlar, mediante el correspondiente Listado de cazadores. Cada cazador debería tenerlo, para conocer su derecho. Calendario y Listado son dos cosas ciertas muy ciertas. Cuotas de captura, cupos… ¿Cosas ciertas?
No cabe hablar de días hábiles de caza, con independencia del número de cazadores. Decir veinte días de media veda es decir nada. Con veinte días algunos cotos venderán innumerables tarjetas de media veda, y en otros apenas cazarán media docena de amigos. Por esto es preciso establecer el número de jornadas hábiles de caza.
Número de jornadas hábiles de caza
Para cada coto y modalidad, el número de jornadas hábiles de caza es el producto del número de días hábiles por el número de cazadores autorizados; pero no todos los cazadores irán a cazar todos los días que tengan autorizados en un coto. De aquí la necesidad de establecer el número de jornadas de cazador ejecutadas, que será siempre un número menor o como mucho igual al de jornadas hábiles de caza.
Número de jornadas de cazador ejecutadas
El número de jornadas de cazador realmente ejecutadas es relevante desde la perspectiva de la sostenibilidad:
Sin este dato cabe hablar de caza banal. Mal vamos. ¿Que por qué está desapareciendo la caza menor? Por muchas razones, cierto, pero sobre todo por no adecuar nuestra forma de cazar a las realidades objetivas de la situación ecológica actual. El campo ya no es el mismo (por desgracia), pero queremos seguir cazando igual que nuestros abuelos ¡Ay de nuestros nietos!
La determinación del número de jornadas de cazador ejecutadas exige abordar cuatro cuestiones sociológicas:
Jornadas máximas
Entre las modalidades ofertadas a un cazador en el mismo día, este suele optar en cada momento por la que le ofrece mayores esperanzas de disfrute cinegético. Por ejemplo, puede irse a buscar unas codornices, o puede pararse en una sombra a esperar unas tortolillas o alguna torcaz. Esta dispersión entre modalidades hace que no todas las jornadas hábiles de caza de cada modalidad se utilicen completamente. Añadir modalidades simultáneas sobre las que optar, reducirá la presión sobre las especies afectadas anteriormente, reducirlas concentrará los esfuerzos de los cazadores sobre las especies y modalidades restantes. Estos son los efectos perversos de cuestiones tales como separar la apertura de la codorniz de la de la tórtola. Y si quitan la tórtola… ¿Qué le pasará a la codorniz? La Naturaleza trabaja en red, nada es tan sencillo en ella como algunos quieren interpretar.
Jornadas potenciales
Pero antes de optar, será preciso que el cazador haya ido a cazar. Diversos factores pueden hacer que no vaya a cazar, ni queriendo.
Hemos hablado de los días en los que el cazador no puede ir a cazar, ni queriendo; pero muchas veces los cazadores no van a cazar, simplemente porque no les compensa hacerlo, porque ya no queda «nada».
Jornadas de satisfacción tope
Son las aportadas por una especie a una modalidad de caza. Son proporcionales a las capturas logradas sobre ella, y su número depende del tipo sociológico del cazador medio que actúa en cada coto: de sus exigencias mínimas de captura.
Jornadas de satisfacción límite
Son para cada modalidad la suma de las unidades de satisfacción tope aportadas por todas sus especies (una en las modalidades selectivas, más de una en las mixtas). Son el máximo que los cazadores del coto querrían ir a cazar, antes de abandonar la caza por insuficiencia de resultados.
Determinación del número de jornadas de cazador ejecutadas
Finalmente, el número de jornadas de cazador ejecutadas con cada modalidad será:
En ambos casos se ejecutará solo la cifra menor y o las jornadas potenciales o las jornadas límite serán las jornadas de cazador realmente ejecutadas.
José Miguel Montoya Oliver
Dr. Ingeniero de Montes. Profesor Titular de la Universidad Politécnica de Madrid. Miembro del Comité Científico de la Red de Investigación en Sostenibilidad (Common Ground Research Networks. University of Illinois. Chicago)
Hacia otra política cinegética
(10/11/2020)
Simón, -istas y -logos
(06/05/2020)
¿Cuánto cazar?
(15/04/2020)
Ecología aplicada a la caza
(24/03/2020)
Reto científico público a la SEO sobre la codorniz
(30/01/2020)
Respuesta de la DGAM sobre la prohibición de calibres: secretismo, mentiras y soberbia
ANARMA
La caza ha quedado alicortada
José Luis Garrido
Una oportunidad para la caza, posiblemente de las últimas
OEC
¿Tiene futuro la caza en España?
Alba Ruiz Flores
Cazar en tiempos de peste
José Luis Garrido
10 calibres para la nueva temporada
R. González Villarroel (244697 lecturas)
Los otros calibres que no son del 12
Pedro A. Suárez (211153 lecturas)
Diez razas de perros para disfrutar de la temporada
E. B. y J. A. C. (208777 lecturas)
Antes de salir de caza: ¿su escopeta le queda bien?
Gonzalo Gómez Escudero (144429 lecturas)
Rifles para caza mayor, pero... ¿Cuánta precisión se necesita?
Pedro A. Suárez (128081 lecturas)