Nuevas amenazas para el conejo de monte

A cada virus mortal, el conejo ha reaccionado creando anticuerpos y recuperando sus poblaciones. En Australia le declaran la guerra biológica y en Portugal y España estudiamos cómo recuperarlo.


Actualizado

El conejo es una especie cosmopolita que está distribuida por los cinco continentes. Tuvo su origen en el sur de la península, hace un millón de años, y es una especie tan genuinamente española que los fenicios llamaron a España tierra de conejos (i-shepha-im), y los romanos, que los aprovechaban criándolos en las leporarias, lo tradujeron como Hispania.

Antes de aparecer la mixomatosis en España se cazaban más de 16 millones de conejos al año

Los algo más de 800 grs. de media que da en carne el conejo justificó siempre el disparo, según oí decir a los mayores que hacían esperas al crepúsculo con la esperanza de que se reunieran varios conejos y el rendimiento podía multiplicarse hasta por cuatro, si el vivar era generoso. Antes de aparecer la mixomatosis en España, la especie, que ha sido la más cinegética en la historia de la caza española, proporcionaba la captura de 16 millones de conejos para la despensa del cazador. Pero no es comparable la aportación proteínica al cazador con la que proporciona a la cadena trófica del medio ambiente, como fuente de alimento a sus 42 predadores, entre los que se encuentran especies tan emblemáticas y en peligro como el lince y el águila imperial, además de otros 17 mamíferos, 21 aves y 2 reptiles.

Enfermedades potenciadas por el hombre

Mixomatosis

En 1896 Giuseppe Sanarelli, desde Siena, fue a fundar un instituto en Montevideo y llevó unos conejos para hacer pruebas de laboratorio y cruzarlos con otros del lugar. Los conejos se le murieron, pero no otros autóctonos que convivían con ellos. Se estudió el agente causal y se descubrió que era un virus fruto de la convivencia con los conejos americanos del genero silvilagus, que no se vieron afectados. El virus se conservó durante 55 años como arma biológica.

En Australia, los conejos se habían multiplicado de manera desmesurada a partir de la introducción en el continente, en 1859, de una pequeña partida de veinticuatro conejos silvestres, llevados allí para cruzar y repoblar una granja de conejo doméstico por un colono inglés, Thomas Austin. Para combatir la plaga de conejos australianos se diseminó el virus en 1950 en cinco localidades del estado de Victoria y se produjo la desaparición de varios millones de conejos —algunos autores señalan 500 millones—.

En Francia, Armand Delille, en 1952 se hizo con el virus de la mixomatosis, que dos años antes se había liberado en Australia y lo inoculó a conejos de su finca francesa. En 1954, la plaga entró por Gerona y dejó a España prácticamente sin conejos. La primera y gran epizootia del conejo se produjo en la mayor parte de España durante el quinquenio 1955-1960 con la llegada de la mixomatosis y la muerte del 90 % de las poblaciones adonde llegaba el virus.

Sin que haya intervenido la mano del hombre y sin otra vacuna que la propia naturaleza, el conejo se defiende contra las enfermedades que le acosan

Sin que haya intervenido la mano del hombre y sin otra vacuna que la propia naturaleza, el conejo se defiende contra las enfermedades que le acosan, por eso, cada año se inmunizan algunos conejos a mayores. Parece que ese es un comportamiento natural de defensa de los animales que se resisten a sucumbir ante los desastres naturales. Los mecanismos de defensa que regulan el mundo animal propiciaron diferentes ceparios genéticos del conejo —unos 50 diferentes hay en España ya seleccionados, propiedad de la RFEC— y, según en qué zonas, el conejo progresa como en los mejores tiempos, o no levanta cabeza.

En España hay dos subespecies reconocidas de conejos, el Orytolagus cuniculus algirus y el Orytolagus cuniculus cuniculus separados por una diagonal imaginaria NO a SE, de Lugo a Almería, que tiene, como es natural, híbridos de las dos subespecies en una franja más o menos amplia de esa línea imaginaria. Hay provincias con las dos subespecies de conejos y con híbridos de ellos. No se deben mezclar ambas subespecies durante las repoblaciones por los peligros que apuntábamos en el punto anterior de supervivencia ante las agresiones de los virus en función del cepario de cada zona.

Comentando este tema con Carlos Díez (Ciencia y Caza), uno de los reconocidos expertos en el conejo de monte, me informó que hay algún estudio en el cual se plantean algunas incógnitas sobre las hibridaciones en campo entre las dos subespecies de Oryctolagus cunículus, el (O.c. argirus) y el (O.c. cunículus) y la posible fertilidad de los híbridos. Yo no he leído nada en contra y pienso que está claro que en campo habrá híbridos de las dos subespecies de conejos y así lo cree también Díez, pues no conocemos que en un determinado espacio haya conejos de una u otra subespecie limitados por una línea imaginaria y que no se crucen entre ellos, que sería la evidencia de una estirpe de conejo híbrido que no sería fértil.

Nuevas amenazas para el conejo de monte

Mapa con esquema aproximado de distribución de las dos subespecies.
(Distribución gráfica, estimación del autor).

Entiendo yo que la hibridación será más fácil entre subespecies de una misma especie, que entre dos especies diferentes, como ocurre entre perdices del género Alectoris, tal como perdiz roja (A. rufa) y griega (A. graeca) que coinciden en el campo en el sur de Francia y norte de Italia y sí tienen híbridos en una zona de contacto natural de los Alpes. (Arana P. et al. 2011).

Las capturas de conejos pasaron de 16 millones en la temporada 1955-56 (AEA), cuando llegaba la mixomatosis, a cazarse alrededor de 3 millones de conejos en la temporada 1959-60 (AEA). A partir de esta última temporada se empezaron a recuperar las poblaciones debido a que los conejos se defendieron contra el virus creando anticuerpos contra la enfermedad.

Virus hemorrágico RHDV

A partir de 1986-88, cuando ya estábamos casi recuperados de la mixomatosis, llegó a España la enfermedad hemorrágica vírica del conejo (RHD) en un momento en el que ya se cazaban de nuevo cerca de 11 millones de conejos. La mixomatosis en esta época ya no eliminaba poblaciones enteras porque, según todos los informes documentados, la mayoría de los conejos adultos portaban anticuerpos contra la mixomatosis y habían comenzado las explosiones de conejos en las comunidades más conejeras, por lo que hubo que implantar cada año la caza de descaste de finales de primavera, para reducir daños.

El periodo de incubación de la enfermedad hemorrágica vírica tradicional dura de 2 a 3 días con una mortalidad cercana al 100% de los conejos adultos, pero quedaban inmunes los gazapos de menos de dos meses. En Australia y Nueva Zelanda fueron introducidos los dos virus, mixomatosis y hemorrágica, como agentes de control biológico del conejo silvestre, ante la desproporcionada plaga que asolaba esos países de nuestras antípodas, según citaba el Dr. Francisco Parra, catedrático de la Universidad de Oviedo.

Las capturas en España pasaron de 10.850.000 (T 1988-89) a 3.500.000 de conejos (T 1990-91) y a partir de esta última temporada se empezaron a recuperar de nuevo las poblaciones y las capturas correspondientes.

Nueva cepa de virus hemorrágico RHDV-N11

En 2011 aparecieron en varias granjas españolas unos casos atípicos de la enfermedad hemorrágica (RHD), provocados por una cepa variante de la enfermedad, que producía extrañamente la muerte de gazapos, preferentemente de 11 a 40 días, cuando era conocido que la enfermedad hemorrágica clásica no afectaba a gazapos menores de 50 días. Esa cepa variante de la enfermedad, N11, se detectó en granjas de Navarra, Aragón, Cataluña y Comunidad Valenciana, además de Galicia y Portugal. En estos momentos está propagada por todas las provincias españolas. El aumento progresivo de los casos atípicos de RHDV en gazapos hizo investigar el virus responsable de la nueva patología. En 2011 se detectó en los gazapos analizados de Navarra la presencia de un nuevo tipo de virus RHDV-N11, que era hasta entonces desconocido en España y tenía una estructura diferenciada del virus clásico RHDV (Parra F. 2014).

Las capturas cayeron desde 7.165.000 (T 2010-11) hasta 6.275.000 en la temporada 2013-14 y a partir de esta última temporada se empezaron a recuperar las poblaciones y las capturas, estando estas ya, en la temporada anterior 2015-16, en 6.320.000 conejos.

Última cepa liberada en Australia en febrero 2017, de virus hemorrágico RHDV1 K5

Pero el conejo, a la vez que aporta carne muy saludable y jornadas excelentes de caza, puede provocar daños cuantiosos a la agricultura en algún país como España, y su desbordamiento poblacional ha causado estragos imposibles de mantener, como ocurre en Australia. Y suenan malas noticias para la cinegética, pero sobre todo para el medio ambiente español donde el lince no encuentra conejos y muere en las carreteras cuando va en su busca; no se muere de hambre, pero sí por el hambre. Hasta la fecha las evoluciones estimadas de los conejos en España han sido las de la tabla siguiente:

Nuevas amenazas para el conejo de monte

En la prensa española (Ansede, M. -El País 27 Mayo 2017) aparece una mala noticia para el lince, sobre todo: «En marzo de este año, el Departamento de Industrias Primarias de Nueva Gales del Sur (el equivalente al departamento de agricultura) liberó un virus llamado RHDV1 K5 en 600 puntos de Australia. El K5 es una variante de un patógeno hemorrágico descubierta en Corea del Sur. Solo afecta a los conejos, pero es letal. Los animales mueren en apenas 48 horas y su tasa de mortalidad es cercana al 90%».

Pero esto de luchar en Australia contra el conejo no es nuevo. El prolífico lagomorfo resuelve hasta cinco camadas cada año de una media de cuatro conejos, lo que supone que una hembra aporta unos dieciocho a veinte conejos nuevos por año. Y a los cinco meses son fértiles y por tanto se inicia un incremento que a veces supera la capacidad de carga del territorio, como pasó en Australia donde encontraron aquel terreno cargado de comida y sin predadores naturales.

Nuevas amenazas para el conejo de monte

El conejo hizo lo que le dicta la naturaleza, que es procrear a un ritmo imparable, y esto es lo que lo que ha venido haciendo desde hace un millón de años. En Australia se empezó la guerra contra el conejo llevando zorros, que encontraron más sabrosos, lentos y rentables a los wombats, que dan hasta veinte kilogramos de carne. Sin poder controlar la superpoblación con predadores, trampas, cercados de miles de kilómetros, o cazadores, las autoridades australianas optaron por la guerra biológica y han repartido virus a discreción de mixomatosis, virus hemorrágico y nuevas cepas asociadas cuando los conejos se resisten a morir. Que lo hacen siempre y aquí he puesto algún dato sobre ello.

El problema en este momento es que este virus es temible según comentan los expertos. «Es mucho peor que el ébola. El virus resiste varios meses activo en el medio ambiente. Los conejos mueren en 48 horas y la mortalidad alcanza el 90%», según explica de nuevo el virólogo Francisco Parra, de la Universidad de Oviedo, que identificó la variante del virus hemorrágico de 2012. Para esa variante RHDV-N11 hay ya varias vacunas en España y Europa. Pero para esta otra reciente variable RHDV1-K5, no hay ninguna alternativa y cuando llegue a España, que llegará, arrasará con las poblaciones de conejos y el pobre lince los seguirá buscando y atravesando carreteras para ello.

En la península Ibérica, la escasez de conejos pone en peligro la conservación de especies como el lince ibérico y el águila imperial ibérica. El asunto ha levantado la alarma entre los expertos. «Es una medida peligrosa para otras partes del mundo en las que intentamos preservar los conejos. Los virus no saben de fronteras. Cualquier australiano lo puede traer a España en sus botas. Es una medida irresponsable», lamenta Parra. «Jugar con virus patógenos es peligroso. Un solo país no debería poder tomar una decisión así. Debería ser un tema regulado por la Organización Mundial de Sanidad Animal», opina el biólogo Rafael Villafuerte (IREC).

En un resumen, Carlos Díez, de Ciencia y Caza, matiza lo siguiente: «La presencia de esa nueva variante en la  Península, que seguramente será más pronto que tarde, provocará nuevas extinciones locales de conejos, allí donde las poblaciones son más débiles, mientras que en otras zonas el lagomorfo será capaz de ir generando inmunidad natural de forma progresiva, como ha hecho ante otros virus, hasta lograr una convivencia amable. El problema por tanto no radica en si el virus compromete o no la conservación de esta especie, sino que, de forma indirecta, peligra la conservación de especies dependientes y delicadas como el águila imperial ibérica, el águila perdicera o el propio lince, mucho más sensibles a los descensos de las densidades del conejo, como se ha podido comprobar ya en episodios anteriores».

El problema es que el conejo en España tiene muchos espacios de ausencia, como toda la cornisa Cantábrica, y es muy escaso en Galicia, que conforman la parte de España de clima continental más definido. El conejo es escaso en Castilla y León, aunque en varias zonas de Valladolid, Palencia, Zamora y Burgos se hayan disparado en capturas y los daños. Y desgraciadamente tampoco coincide la generosidad del conejo en espacios donde se intenta apoyar al lince en España, y eso que entre Castilla-La Mancha y Andalucía, la España del lince, están más de la mitad de los conejos españoles y prueba es que las capturas en esas dos comunidades superan el 50% de los cazados en España.

Portugal no tiene superpoblaciones

En Portugal el conejo tampoco levanta cabeza, y eso que su clima es prácticamente mediterráneo, que parece es el que mejores características tiene para el lepórido. El II Congresso Ibérico de Caça e Conservaçao, celebrado en Évora el 2 y 3 de junio y organizado por la Federación Portuguesa de Caza, FENCAÇA, dedicó una de las mesas al coelho bravo moderada por el presidente de la entidad, Jacinto Amaro, a quien conozco desde hace años, pues siempre tuvo a la RFEC como entidad hermana y modelo para su organización. En esa mesa se especificó que con los virus de mixomatosis y hemorrágico, empeorado con la primera cepa, RHDV-N11, el conejo portugués ha recibido un golpe mortal de tal manera que aunque tienen conejos, no conocen espacios de plaga, como los tenemos en España. Mal les va a ir a los linces recién reintroducidos en terreno portugués.

Me comentaba Carlos Díez, experto en el tema, que tendrán que esforzarse de nuevo los laboratorios ibéricos por desarrollar nuevas vacunas frente a esta variante, no sólo por el interés de la especie en la conservación, sino también por el bien de cientos de cunicultores industriales cuyo sustento depende de la salud del conejo que crían y venden y se verán afectados, como lo han sido también en la historia reciente de otros brotes víricos. Por suerte tenemos excelentes laboratorios en España con los que esperamos contar para el desarrollo urgente de vacunas frente a esta nueva variante, como lo han hecho de forma eficaz, al menos para su aplicación en granja, laboratorios como Ovejero con novarvilap y alguna más.

El II congreso, que coincidía con el XXV aniversario de FENCAÇA, contó con el apoyo de varias entidades y la presencia personal del secretario general de la FACE, Ludwing Willnegger, y del ministro de agricultura portugués, Luis Capoulas, que ofreció un decreto inmediato para apoyar a la caza con millón y medio de euros, dentro de un lote de cuatro millones para el medio rural. Asistieron también al aniversario los dos ministros de agricultura anteriores y esto me pareció un éxito para Jacinto Amaro y su equipo, especialmente el secretariado y jurídico, que organizaron un buen congreso. Colaboró la Federación Extremeña de Caza con José María Gallardo y su equipo, que también puso su aportación llevando a la clausura al presidente de la comunidad extremeña, Guillermo Fernández Vara.

También fuimos tres colaboradores, Carlos Díez, Dr. en veterinaria (Ciencia y Caza), que explicó con soltura y dominio el Control de predadores en la gestión de la caza menor, Christian Gortazar, Dr. en veterinaria y Jefe de ‘SaBio’ del IREC, que expuso con brillantez el tema sobre Tuberculosis en Caza Mayor y sus Consecuencias, y este servidor que habló en la ponencia sobre el Impacto de las repoblaciones en el futuro de la perdiz roja, dando opiniones y algunos nuevos datos que ya publicaremos en esta página.

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