Perspectivas sobre la media veda 2016 (II)

La cosecha de cereal y las capturas de Codorniz común (Coturnix coturnix) solamente coinciden en los años pésimos de ambas. Las capturas de codorniz se mantienen estables en los últimos 35 años. La granja sobredimensionó las capturas (1980-89) en algunas provincias.


Actualizado

En agosto dimos en FEDERCAZA datos sobre la sostenibilidad de la codorniz en España, sobre la dinámica poblacional de la especie, sobre las capturas en España en los quince primeros años de este siglo y sobre las perspectivas de la media veda con una tabla de opiniones de cazadores por provincias. También hablamos de las capturas por CCAA que se reflejan en este artículo y comentamos que había una corriente de opinión entre los cazadores que nos hacía asociar que una buena cosecha era prolegómeno de un buen año de codornices; pero que no era siempre así.


Macho reclamando (Foto J. Manzano).

Dijimos sobre un asunto que suele ser motivo de controversia, que la relación entre cosechas y capturas no eran directamente proporcionales en los años buenos. Una excelente cosecha y la pluviometría adecuada de la primavera invitaban siempre a pensar y pronosticar que va a haber codornices proporcionalmente a la generosidad de la cosecha. Pero no siempre es así exactamente.

Los millones de toneladas de cereal cosechados en España en cada uno de los quince primeros años de este siglo y las estimaciones de capturas totales de codornices de cada año se reflejan en la tabla Nº 1. Los rangos en cada año de las cantidades de cosecha y de caza de codorniz están reflejados con número ordinal en la fila inferior aneja los de las cosechas y en fila superior asociada a las capturas.

Como se ve en la tabla Nº 1, la cosecha de cereal con mejor rango (ha sido cosecha del siglo), con 24’110 M de Tm se produjo en 2013 y coincidió ese año con la temporada que hacía el Nº 12 en el rango de capturas de codornices con 1.197.000 codornices. La 2ª cosecha de este siglo, con 23’700 M de Tm, se produjo en el año 2000 y las capturas de codornices fueron de 1.389.000, cantidad que estaba relegada al rango 8º. El mejor año de capturas en esta serie de quince años fue 2011 con 1.549.000 codornices cazadas y la cosecha de ese año fue la 7ª del siglo. El 2º año en capturas de codorniz 2010, coincidió con el 11º en cosecha. Podemos llegar a la conclusión que los mejores años de cosecha o de capturas de codornices no coinciden entre sí.

Sin embargo, los años muy malos de cosecha son muy malos de codornices. El año 2005 fue el de peor cosecha (11’400 M de Tm) y menores capturas (1.081.000) ambas con (rango 15º) y el año 2012, que fue el más caluroso de los setenta anteriores, trajo la segunda peor cosecha (14ª) del siglo y coincidió con el segundo peor año (14º) de codornices del siglo, con 1.128.000. Es lógico, pues los años de cebadas y trigos ralos no tienen cobertura para amparar a las nidadas y además esas malas cosechas van asociadas a primaveras más secas, especialmente los meses de mayo y junio, que son determinantes. Esas dos condiciones, falta de cobertura en el cereal y primavera seca son determinantes en el éxito reproductor de la codorniz.

Estimaciones de capturas de codornices en los últimos 35 años

La gráfica Nº1 de estimaciones de capturas anuales de codorniz en España y la tabla Nº 2 de capturas por CCAA que exponemos en este artículo se ha confeccionado con los datos que nos han entregado las consejerías y servicios de la caza, que son las entidades que recopilan las capturas declaradas por los titulares de los cotos, que es una obligación normalizada en la práctica totalidad de las CCAA. Las capturas son reflejo del éxito reproductor de cada especie ese año.

Como se observa en esta gráfica Nº 1 siguiente las capturas anuales de codornices en estos quince años del siglo XXI, coinciden prácticamente en la banda entre un millón y millón y medio de codornices, con una media de 1.343. 660 capturas.

La tabla Nº 2 siguiente recoge las estimaciones de capturas por CCAA de los primeros quince años del siglo. Los datos de capturas han sido remitidos por los servicios de caza de las consejerías afectas, a tenor de los entregados por los titulares de cotos.

La media de las estimaciones de capturas ha sido de 1.343.660 codornices (Tabla Nº 2) en estos quince años y es casi idéntica a la media de estimaciones que se reflejan por CCAA en la Tabla Nº 3 siguiente de la década 1980-1989 que he confeccionado con los datos del AEA y una media de 1.385.358 codornices. Si consideramos las notas de la Tabla 3, siguiente, sobre codornices de granja contabilizadas especialmente en los tres últimos años de la década de 1980, y las estimaciones de capturas en este segundo tramo de los quince primeros años, donde ya no se suelen incluir, llegamos a la conclusión que capturamos las mismas codornices, incluso más actualmente que hace 35 años. Y eso que ahora somos la mitad de los cazadores que al final de aquella década. Podemos llegar a la conclusión de que la caza de la codorniz es sostenible en estos años pues las capturas se mantienen. Todos los estudios e informes técnicos deducen que las capturas y las poblaciones existentes en las épocas de caza, son directamente proporcionales. Las poblaciones y las capturas en estos treinta y cinco años se mantienen estables.

Os comentaba en el artículo anterior, que no se puede comparar las codornices que había hace cincuenta o sesenta años, con las que nos visitan actualmente. Hacer perchas de hasta un centenar de codornices no era habitual, pero no producía sorpresa. Yo nunca he cazado más de cuarenta codornices en una jornada y empecé a cazar con escopeta en 1961, pero he visto a bastantes cazadores que por el Valle del Esgueva y por muchas otras zonas de Valladolid en una jornada se hacían con un centenar de ellas. Y no digamos por Burgos, Soria, el Norte de Palencia y de León, que eran zonas muy generosas para la codorniz y siguen siendo territorios privilegiados.

Capturas y codornices de granja

La demanda de caza por la subida espectacular de licencias de caza y cazadores, (pasamos de 662.000 licencias expedidas en 1970 a 1.153.000 en 1980 y a 1.443.514 licencias ?record? en 1990), trajo como consecuencia una gran demanda de caza coincidente con la caída de la perdiz silvestre, principalmente por los métodos agrícolas provocados por la PAC y por el exceso de presión cinegética.

Esa necesidad de caza impulsó la creación de las granjas de producción de aves cinegéticas de los últimos 20 años del siglo pasado, que tuvieron su mayor apogeo a partir de 1980, primero de perdiz y faisán y unos años más tarde también de codorniz. Los cotos intensivos repartidos como las granjas por todo el territorio español son los principales clientes, ya que las repoblaciones en cotos, tan practicadas en los años noventa, no han tenido éxito hasta la fecha. En lo que va de siglo las repoblaciones cada vez se practican menos y solo prosperan las sueltas previas a la cacería que tienen mejor respuesta. Con la codorniz después de quince años de experimentos (1985 a 2000) ya no repobló nadie; salvo excepciones y solamente se utilizan para cacerías inmediatas, tiradas a tubo y sobre todo en los cotos intensivos para entrenamiento de cazadores y perros, que es un buen fin comparado con esas otras prácticas que a mí me parecen poco presentables.

Según se cita por (C. Sanchez et al. 2007) en el Registro General de Explotaciones Ganaderas (REGA) en diciembre de 2007 estaban registradas 334 granjas de codorniz de las que 40 eran “para caza para repoblación”. El resto son para carne huevos y reproductoras. En 2006 según el MAGRAMA se liberaron 157.000 codornices aunque se puntualiza que sólo se recogieron datos de 16 provincias. Aparece en el documento que la estimación de la suelta de codornices en 2007 estaba entre 200.000 y 500.000 aves, sin ningún control genético. (C. Sánchez García-Abad et al. “Una visión sobre la avicultura para la producción de caza en España”. ITEA (2009) Vol. 105.pp 169-183). Ver notas Tabla Nº 3.

En este nuevo siglo las administraciones ya disciernen entre capturas de codornices silvestres y de codornices de granja en sus impresos de solicitud de datos a los titulares. No es una especie para engañar, pero al principio de los intentos de repoblaciones sí que se aliviaban algunos cotos con la siembra de codornices ”para reforzar al campo”, como decían los primeros granjeros de codorniz intentando animar con los datos finales de capturas a los futuros clientes de esos cotos tan caros. Esto se ha hecho en provincias con pocas codornices y en provincias saturadas que no necesitaban alivios granjeros.


Macho de codorniz (Foto J. Manzano).

Actualmente los que cazamos en Castilla y León comprobamos que también hay menos codornices que hace 35 años. Pero en España no han bajado las capturas anuales en estos 35 años, pues las que ha perdido Castilla y León, (14 %) unas 212.500 codornices desde 1980 a estas fechas, se han pasado en gran parte a Aragón, Andalucía, La Rioja y Extremadura, donde ahora se cazan de media más codornices en este último periodo. Esos datos son los oficiales, pero para su análisis un poco más afinado debemos considerar lo que ya apuntamos en la Tabla Nº 3. Algunas subidas desproporcionadas en las capturas han sido por aportaciones para sueltas de caza inmediata y se han contabilizado “porque han dado esos datos así los titulares” como si fueran codornices silvestres cuando eran de granja.

No parece lógico que capturas medias en esa década de 1980 cuando empezaban las granjas de codornices a producir pasen en Cataluña de una media de capturas 48.000 codornices durante nueve años a 244.000, o en La Rioja de 2.000 a 90.000, o en Navarra de 17.000 a 60.000 sin venir a cuento. Solo estas tres comunidades han incrementado 500.000 codornices con las de granja y creo que en Castilla y León las capturas de 1987 están aumentadas en unas 200.000 codornices impulsadas por lo mismo. Sin embargo no lo considero casi en el año 1988, porque según las notas que dispongo por haberlas publicado entonces, ese año fue un excelente año de codorniz en Castilla y León, pero no los anteriores y posteriores. No obstante, en esos últimos años de esa década cuando se lanzan las granjas a plena producción, tras dejar los colines y después de potenciar las perdices y faisanes al máximo, empezaron con las codornices y pusieron de moda las sueltas y repoblaciones que estimo han provocado en esos últimos años de la década la inclusión entre todas las comunidades de unas 800.000 codornices de granja, con una media anual de 80.000, incluidas en las tablas y estadísticas indebidamente, como si fueran silvestres.

En la tabla anterior elaborada con las capturas medias y los porcentajes de los periodos 1980-1990 y 2000 a 2014, se comprueba que en ese periodo 1980 a 2014, de 35 años, aproximadamente el 18 % de las codornices que se mueven en España han cambiado de comunidad a la hora de cazarlas; a partir del 15 de agosto. Ese porcentaje realmente será algo mayor porque en la tabla de capturas de la década de 1980 se incluían las codornices de granja y en la estadística de estimaciones de capturas de todo este siglo ya no se suelen incluir las de granja, pues la mayoría de las CCAA discriminan las de granja y silvestres. Vemos en la tabla 4ª que prácticamente una de cada cinco codornices ha cambiado de territorio, ha perdido lo que podríamos llamar la filopatria por Castilla y León y se han ido al reino de Aragón o se han quedado en Andalucía, principalmente. Esto nos produce la sensación, al menos a los castellanos y leoneses, que cada vez hay menos codornices, que es cierto para Castilla y León, pero no con carácter nacional, pues en el ámbito nacional se mantienen los aprovechamientos.


Este año, los primeros días de caza de media veda, está siendo mejor en codorniz que los cuatro años anteriores. Esta especie tan singular es sensible a muchas variables, por eso, predecir lo que va a hacer es muy complicado. Además, cada especie, y más si es la codorniz, puede reproducirse muy bien en diez términos contiguos y en otro que esté en el centro de ellos ofrecer una temporada pésima por múltiples motivos. Los datos recogidos por las administraciones son estos que manejo en el artículo. Al próximo año veremos lo que dicen las estadísticas de estimación de capturas que, aunque imprecisas, son los únicos datos oficiales a manejar. Son la recopilación de datos que damos los titulares de cotos y que, si somos serios y responsables, (cosa que con carácter general nadie debe dudar) no tenemos por qué poner otra cantidad que la estimación real de las cazadas en nuestro coto. Y así suele suceder habitualmente con la inmensa mayoría. Otra cosa son los que nos intentan engañar, porque quieren hacer negocio con su coto.

Dicho lo dicho, que ustedes lo cacen bien y aprovechen esas codornices de setiembre tan lustrosas, que llevan el combustible para ir hasta el Sahel en dos capas de grasa que son una delicia gastronómica.

Colaboradores encuestas: Alfonso Medina, Luis Buzón, Francisco J. Cano, Adelardo Villafranca, Manuel Gutiérrez, Alicia Rodríguez, Álvaro Trujillo y Fernando Gutiérrez – Antonio Gómez y Daniel Sipiera – Jaime Ripoll – Blanca Benedí, Santiago Iturmendi, José Fernández, José A. Pérez, José de Luis Cantero, José L. Rebolledo, Miguel A. Blanco, José L. Gómez, José Manzano, Claudio Sánchez, Leonardo de la Fuente y José A. Prada – Juan de Dios García y Manuel Aranda – Joaquim Vidal – Miguel Gómez y José M. Gallardo- Javier Nogueira, Emilio Bolaño – José A. Remírez.
Muchas gracias a todos los que habéis colaborado con vuestros datos y comentarios a la posibilidad de poder ofrecer a los cazadores las estimaciones de capturas de toda España, para poder hacer los planteamientos de sostenibilidad de la especie, que interpreto se mantienen durante estos últimos 35 años.

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