Mi experiencia me ha enseñado que la comodidad es una parte importante. Es habitual pasar horas acarreando una mochila repleta con nuestro equipo fotográfico. Que esta se adapte bien a nuestra morfología y que nos la coloquemos y ajustemos bien es indispensable.
Aquí van algunos temas importantes:
- Cuando levanto mi mochila cargada con todo el equipo, la agarro con dos manos y nunca solo por una de las correas del arnés, de esta manera el peso se reparte y no forzamos en exceso ninguna parte.
- El peso dentro de la mochila tiene que ir equilibrado, en un paseo de una hora a lo mejor no lo notamos, pero en una jornada completa puede representar quedarnos con la espalda hecha polvo.
- Una vez la mochila colgada en la espalda aprieto el ajuste lumbar para que el peso recaiga sobre la pelvis y acto seguido tenso el arnés, pero sin pasarme, que aporte estabilidad pero sin cargar peso en exceso sobre los hombros.
- La cinta del pecho es importante sobre todo en trayectos de montaña en los que podemos necesitas las manos.
- En ocasiones, si quiero tener la cámara siempre a mano la coloco colgada entre esta cinta y el pecho en posición vertical e igualmente con la correa colgada del cuello (el peso recae sobre la mochila y no se nota en el cuello).
- Todas las mochilas Vanguard que te tenido vienen con una funda para la lluvia, no tardo en ponerla cuando empieza a chispear porqué si la tela se moja y luego añadimos encima la funda anti lluvia se forma una capa intermedia de humedad, que costará mucho secar.

Organización interior:
- Aparte de la cámara y los objetivos intento llevar todos los demás accesorios (baterías, filtros, disparadores, limpiadores, etc) dentro de bolsas con cremallera. No me gusta que las cosas queden desperdigadas con el movimiento.
- En los compartimentos externos, suelo colocar un par de batería extra, mi móvil, cosas a las que necesito acceder rápido.
- Y en la parte superior ropa extra y comida si es el caso.
ATENCIÓN: Si transporto algún tipo de comida siempre la protejo con al menos dos bolsas de plástico que, aparte de asegurar que no la liemos parda, luego sirven para recoger la basura y volver a casa sin ensuciar el monte. En otras ocasiones me han servido para tapar la cámara.
Por seguridad:
- Siempre llevo un poncho XXL para protegerme de la lluvia, es de gran tamaño así que me cubre incluso con la mochila.
- Un par de mantas térmicas de supervivencia.
- Agua en un recipiente que pueda reutilizar.
- Una Leatherman con las terminaciones Allen que se adapten a la tornillería de mi trípode Vanguard (si vais a volar recordad que no está permitido).
Mantenimiento de la mochila:
- No la pongo en la lavadora, simplemente agua caliente con un poco de jabón de ropa y la froto para luego dejarla secar a temperatura ambiente.
En los aviones:
- Yo suelo ir con el modelo Wanderlust, por sus dimensiones cabe incluso debajo del asiento del avión, así que no vais a tener problemas ni en vuelos lowcost.
- Para pasar por los controles de seguridad, suelo sacar el compartimento de la cámara, en la mochila Wanderlust tiene un cierre con cremallera y una malla que permite ver lo que hay dentro, así no pierdo nada y el agente de seguridad ve que son cámaras. Nunca he tenido problemas. El ordenador, eso sí, fuera en otra bandeja.
- ¡Ah! y la Leatherman ni de coña en un vuelo, siempre suelo hacer una checking list para evitar estas cosas.
Y para finalizar una norma sagrada: mi mochila viene siempre conmigo, si subo a un taxi, bus, etc., a mis pies, si voy a comer algo, a mis pies y con alguna cinta atada a una pata de la mesa…
Sé que esto de las mochilas es algo personal, cada uno busca una estética y unas prestaciones, pero al final sirven para lo que sirven y todas, por muy buenas que sean, acaban cediendo al paso del tiempo.