Cuatro especies de media veda

Este año la tórtola dispondrá de veda entera.


Además de haberse iniciado la media veda en España y por tanto conocer que la temporada es muy mala para la codorniz, ha habido alguna novedad más trascendente que me invita a hacer este prefacio. A finales de junio algunos cazadores, la mayoría Delegados de la estructura federativa, me remitieron las previsiones en sus territorios sobre las cuatro especies más significadas de Media Veda 2021 y con aquellos datos hice este artículo que sigue al preámbulo. Ahora me refiero especialmente a la codorniz, mi especie preferida, que parecía que presentaba una buena temporada en varios puntos de España y especialmente en Castilla y León. No ha sido así y la migratoria está siendo muy escasa y casi ausente en la comunidad, excepto en los cotos muy concretos y reconocidos de Burgos y alguna otra zona leonesa, palentina o soriana, pero mal en todo el territorio. Quién acertó rotundamente fue Miguel Angel Romero que hizo cinco premoniciones de que venía mal año para la codorniz y acertó en las cinco. Por aquellas fechas aún no habían regulado la Media Veda en algunas de las cinco comunidades más codorniceras de España: Castilla y León, Aragón, Castilla-La Mancha, Andalucía y Cataluña que suponen, en ese orden, más del 86% de las capturas. Me parece muy positivo que CLM haya puesto por primera vez un cupo bien ponderado en su territorio.

Lo que me ha causado estupor ha sido la normativa de Castilla y León —con una ley nueva cuyos primeros seis títulos elogio este mes de setiembre en Federcaza— y donde me había parecido que caza y sostenibilidad se conjugan a la vez, resulta que parecen pocos 20 días de caza. En esta tierra y sin venir a cuento, algunos años han aumentado la presión cinegética sobre la codorniz el 10% al incrementar de 20 a 22 los días de caza dependiendo de en qué día cae el 15 de agosto y con el mismo cupo de 25. La sociedad pensará que lo hemos pedido los cazadores, pues nadie ha dado las razones de aumentar el ya amplio calendario que superó al histórico de 17 días de media veda.

Esta subida de presión cuando la codorniz va ya por mal camino, hará que vaya por uno peor si no pisamos el freno. No somos los culpables, la agricultura intensiva es insuperable, pero nos quedamos sin discurso si encima pisamos el acelerador como ha pasado este año en mi comunidad. Así no nos va a creer nadie. De cómo marcha la especie en España y en Castilla y León lo sabemos de memoria los cazadores, sin necesidad de otra cosa que la tan sencilla de leer las capturas que da la Consejería de Fomento y medio Ambiente. Actualmente es obligatorio dar las capturas cada año para los titulares de los aproximadamente 32.000 cotos existentes en España. Las capturas y otros datos de las dieciocho primeras temporadas de este siglo, 2000-01 a 2017-18, están publicadas con el texto LAS ESPECIES CINEGÉTICAS ESPAÑOLAS EN EL SIGLO XXI (Garrido, Gortazar y Ferreres 2019). En las doce temporadas primeras 2000-01 a 2011-12, la estimación media de las codornices cazadas en España fueron de 1.389.531 y en las seis temporadas últimas, 2012-13 a 2017-18, la estimación media de las cazadas fueron 1.115.739, un 20% menos. En Castilla y León las estimaciones medias para esos dos mismos periodos fueron de 611.817 y 482.096 codornices cazadas respectivamente, un 21% menos en seis años. Me gustaría saber ¿cómo se maridan ahora para la codorniz los criterios de la nueva ley de caza sobre la mejora, fomento y aprovechamiento sostenible de las especies cinegéticas, con esta subida de presión cinegética para una especie que tiene esa tendencia a la baja?

Lo que me ha extrañado más de esta situación es que no haya dado información nadie por este incremento de días de caza: ni los científicos más interesados, ni patrocinadores y coordinadores del proyecto, ni representantes de los cazadores, ni los críticos de la prensa cinegética para informar de las razones de este incremento de días de caza —que no ha pedido nadie, creo yo—, en Castilla y León. Dos días de caza no tienen mucha importancia, pero ahora sí: 48.200 codornices = 10%, porque es hacerle gratis el mensaje al enemigo en un momento en el que los cazadores sensibles y sensatos han pedido menos tiros, más días de perros y  hacen sacrificios para conocer mejor a la especie colaborando en un nuevo proyecto COTURNIX, hermano del que hicimos hace unos años (2002-2011) con FEDENCA. Ahora los cazadores se comprometen se interesan más por la sostenibilidad de la codorniz y piden que la caza se ajuste siempre a los requerimientos de la conservación. Pues eso.

Tórtola comun

La Tórtola común o europea (Streptopelia turtur) dispone en España de una de las cinco poblaciones europeas más sólidas. En varios países europeos se ha iniciado una moratoria de cinco años de veda desde este año 2021. En España ha quedado como cinegética con cupo cero.

Por comentar algunos antecedentes decir que en julio de 2018 escribíamos «El gobierno de España, MAPAMA, ha aceptado el Plan de acción internacional de especies individuales para la Conservación de la Tórtola europea (Plan I. C. Tórtola 2018-2028)». Anteriormente, en 2015 la SEO solicitó la inclusión de la Tórtola en el Catálogo Español de Especies Amenazadas con la categoría de Vulnerable. El MAPAMA emitió un dictamen de su Comité Científico en 2016 y en ese juicio ministerial solo aparecieron los datos aportados por la propia SEO y los de la Universidad de Extremadura, que es la que más ha controlado a la especie en este siglo en Extremadura y España (Hidalgo S.J. & Rocha G.). Una de las conclusiones del dictamen ministerial exponía: «Tras analizar la información disponible sobre la situación actual y evolución reciente de la Tórtola común, el Comité Científico propone al MAGRAMA su inclusión en el Catálogo Español de Especies Amenazadas con la categoría de Vulnerable».

El comité ministerial ni pidió ni recibió ningún dato desde la RFEC, a pesar de disponer los cazadores de estudios y censos de migración prenupcial y posnupcial de tórtolas por el Estrecho de Gibraltar durante siete años, 1992 a 1998, (Montoya y Mesones 1998) y del Proyecto Tórtola, RFEC-FEDENCA, 2012-14 (Sáenz de Buruaga M. 2014) que repetía ese mismo censo para poder empalmar datos de la fenología migratoria y además este proyecto hacía seguimiento de la especie en diferentes comunidades para conocer la fenología reproductora, así como el aprovechamiento cinegético en España 2005-2012 (Garrido JL 2014). El control de nidos dio unos datos muy interesantes: posturas medias, éxito reproductor y éxito de vuelo, que para algunos nidos se controló con fototrampeo. Todos los estudios sobre la tórtola común coinciden en que las debilidades de la especie se deben principalmente a la pérdida del hábitat favorable que disponía la agricultura de basural y sin biocidas en los espacios forestales; otro factor muy negativo es la gran predación de nidos; otro el acoso de la tórtola turca; también la presión alta de la caza hasta hace unos pocos años y se recomienda la necesidad de impulsar unas buenas prácticas cinegéticas.

Estaba claro desde 2018 que llegaría la moratoria para la tórtola común. Pero nadie duda que la predación supera a todas las demás causas de su declive. Aunque la muestra es testimonial, en el ‘Proyecto Tórtola’ de 5 nidos controlados con fototrampeo solamente uno tuvo éxito de vuelo con dos pichones. De 45 nidos controlados los años 2012 y 2013, 21 de ellos (47%) sufrieron una predación que truncó su éxito. El azor, la corneja, la urraca, el rabilargo y sobre todos, el gato cimarrón (Felix catus), predan sobre los pollos y la grajilla, el lirón careto, la rata y la culebra escalera lo hacen sobre huevos. Antes de la moratoria debería haber sido más urgente controlar a los predadores en las zonas más querenciosas, porque la caza prudente es menos agresiva para la especie que la predación. Y también es necesario combatir a su competidora la Tórtola turca (Streptopella decaocto), que desplaza a la común de sus territorios y seguimos sin controlarla. Esta paloma turca es portadora del parásito (Trichomona columbae) que asfixia a la tórtola común. Se han analizado muchas tórtolas comunes en algunos puntos de España y todo el oeste de Europa y aparece ese protozoo en el 100% de las analizadas. (Gortazar Ch. 2018).

Hubiera parecido también muy razonable que se hubiera permitido una caza de laboratorio, con las buenas prácticas cinegéticas previstas en algunos puntos de la España más tortolera, como Andalucía y Extremadura, para obtener datos que solo se consiguen tras una cacería de tórtolas. En el “Proyecto Tórtola” citado, en 87 cacerías controladas entre 2012 y 2013 se obtuvo una excelente relación J/A= 1’19. La relación Jóvenes/Adultos de una población migratoria, solamente se conocen con precisión tras unas cacerías, en vivo o con muerte, que en este último caso no hubieran supuesto más de unos centenares de capturas en los cotos donde se ha aplicado el proyecto de recuperación de la tórtola europea (PIRTE), que impulsa la Federación Extremeña, coordina Artemisan, apoya la Junta de Extremadura y participa la Universidad extremeña.

Unas cacerías de control en la zona PIRTE hubieran animado a los que están haciendo labores a favor de la tórtola y no habría tenido ninguna repercusión para la población de la especie, que está muy en declive, pero tememos que pase a formar parte del ‘baúl de los recuerdos’ donde están las esteparias o el urogallo, a pesar de llevar 50 años sin cazarse. Los gobiernos no tienen pedagogía y los cazadores que hacen un esfuerzo ejemplarizante se frustran ante estos reveses. Ya no tienen solución las burradas que se han hecho con la tórtola por algunos cazadores-negociantes sin escrúpulos.

 He consultado a las delegaciones de las federaciones autonómicas y en todas que contestan han visto tórtolas con diferente densidad. En las provincias andaluzas de Cádiz y Córdoba y en la vega del Genil de Granada se han visto bastantes más que el año anterior, pero en el resto de esta última provincia hay muy pocas. En Teruel se han visto bastantes al final de la primavera en los montes del sistema Ibérico. En Zaragoza entraron más que otros años en primavera. En Ciudad Real y Cuenca hay bastantes más que el año anterior y en Albacete muy pocas como siempre. En León, Salamanca y Segovia han entrado bastantes más y en la tierra Charra, la más tortolera, están criando muy bien, pero en  las otras seis provincias de Castilla y León hay muy pocas, las mismas que en estos años atrás. En Cataluña se están anillando tórtolas desde hace dos años, una de las provincias es Tarragona, donde han entrado bastantes más que el año anterior, pero en la comarca de Les Terres de L’Ebre hay muy pocas como siempre.

Codorniz

La Codorniz común (Coturnix coturnix), la pieza de caza más importante de la media veda, parece que este año ha mejorado su presencia respecto del año anterior en varias provincias españolas. EL año 2020 fue uno de los más mediocres de este siglo en Castilla y León, la comunidad donde se capturan el 44 % de las codornices en España.

Las codornices cantaban este año en marzo en la provincia de Córdoba, mientras que en Granada y Cádiz no las detectaron hasta abril. No hay que despistarse cuando en febrero se oyen cantar en terrenos donde el año anterior estuvieron protegidas y algunas han pasado el invierno en España. Este año en las provincias andaluzas y las de Castilla la Mancha no hay esperanza porque terminaron de segar en mayo y junio y obliga a las codornices iniciar un movimiento trashumante para buscar un hábitat adecuado hacia la mitad norte de España, aunque en Cuenca y Ciudad Real hubo una buena entrada, pero dado que se abre la media veda el 21 de Agosto en la comunidad manchega y para esa fecha no quedarán ni en los regadíos; en Albacete no se han oído en primavera ni visto pollos al segar. En Aragón parece que hay mejores esperanzas; en Teruel, aunque se presenta desigual, han entrado bastantes en la Zona Alta, la más codornicera, donde cantan y se han visto polladas; en el Bajo Aragón, ya segado, se han visto muy pocas; en Zaragoza, la segunda provincia codornicera de España, se han oído cantar bastantes codornices y se las ha visto saltar durante la siega. En Tarragona entraron pocas y se repartieron por sus lugares habituales; en Les Terres de L’Ebre no hay codorniz. En Xinzo de Limia (Orense) las previsiones son regulares, la temporada es del 14 agosto a 5 setiembre con 8 días hábiles, cupo diario de 10 piezas y máximo 15 escopetas por TECOR.

En Castilla y León las codornices han sido detectadas a primeros de abril en las nueve provincias, pero hay términos dentro de una misma provincia donde se han detectado por primera vez en mayo, incluso en junio, mes en el que ya tienen que haber resuelto su primera nidada las hembras que llegaron en la primera quincena de abril, tras 66 días de estancia. Dado que a primeros de julio este año hay mucho cereal en pie en casi todas las provincias de C y L, muchas codornices estarán resolviendo ya la segunda puesta. La presencia de codornices en esta comunidad ha mejorado respecto a 2020 y las expectativas son buenas en Burgos, León, Segovia y Soria. En Salamanca las previsiones eran buenas, pero una vez segado quedan muy pocas como en Palencia, Valladolid y Zamora, donde las previsiones son solo regulares; en Ávila las expectativas son malas como cada año. En León ha habido una buena entrada confirmada por el anillamiento, según comenta José A. Pérez Garrido, un técnico en la materia que coordina mi zona para el proyecto “COTURNIX” y que ha anillado muchas más codornices que la mayoría de los que lo hacemos todos los años. En un coto habitual donde cazo y anillo desde hace 24 años en Valladolid detecté el 18 de abril las primeras codornices de este año, para el mismo proyecto que patrocina Mutuasport y coordina Artemisan.

Torcaz

La Paloma torcaz (Columba palumbus) es una especie marcadamente forestal que se encuentra en continuo progreso en casi toda España, pues cada vez más poblaciones se están urbanizando. Ha invadido las ciudades, desplazado a las palomas bravías y anida en los árboles y en cualquier elemento eléctrico o de comunicación, incluso antena TV, que le permita hacer ese nido tan simple en el que saca adelante dos pollos entre 50 y 60 días. Empiezan en marzo con la primera nidada y en la tercera década de agosto han resuelto tres polladas. La siega en el término municipal o el alfoz de las grandes ciudades hace que a partir de mayo se desplacen diariamente a las rastrojeras de cereal o legumbres a comer. La torcaz ensucia la ciudad, sus monumentos y aceras y a muchos ciudadanos que tienen la mala suerte de coincidir en un parque con el momento en que disparan sus deyecciones. La caza de la torcaz en el alfoz de las ciudades, donde se abaten miles de torcaces, es una regulación de las poblaciones urbanas que ayuda a los ayuntamientos cada temporada. Se presenta lustrosa la media veda para la caza de la torcaz, pues más de veinte respuestas coinciden en que las previsiones para esta temporada son muy buenas en todas las provincias, como suele ser habitual los últimos años.

Conejo

El Conejo de monte (Oryctolagus cuniculus) es la pieza de caza menor más cinegética y dada su abundante población y sus daños a la agricultura en muchas provincias españolas es cazado durante la media veda. El conejo está regulado por las enfermedades introducidas por el hombre: mixomatosis en Australia (1950) y más tarde el virus hemorrágico RHDV (1986), que llegaron aquí dos años después. Este último virus ha dispuesto de diferentes cepas vertidas en las antípodas, a medida que los conejos se blindaban con anticuerpos de la anterior cepa vírica. Es necesario controlar al conejo para remitir daños, pero es imprescindible mantenerlo en densidades prudentes por sus efectos garantistas como regulador del medio ambiente español, indispensable para el progreso del Lince, el Águila imperial y como presa abundante para 42 depredadores que protege a otras especies más sensibles y escasas en su entorno.

Hace un tiempo que sospecho que pueda estar ya entre nosotros la última cepa coreana RHDV-K5, introducida en Australia en 2017, que de no haber sido por esta pandemia humana que ha parado al mundo, hubiera estado en España dos años después, 2019, como ha venido ocurriendo con los dos virus primitivos y las cepas creadas para superar a las vacunas.

Las previsiones en Andalucía y Castilla la Mancha son en todos los casos muy buenas. En Teruel la distribución poblacional es muy desigual dependiendo de la zona; en cualquier caso es la provincia menos conejera de Aragón, pues Huesca la triplica en capturas y Zaragoza que es la cuarta provincia española en producción y multiplica por diez las capturas turolenses. En Castilla y León hay un panorama muy variopinto: Ávila tiene buenas previsiones, Burgos con la mixomatosis en abril solo esperan que sea regular la temporada, igual que en Segovia que ha tenido la mixomatosis en mayo. En León consideran muy buena la temporada, pero es provincia de pocos conejos. Palencia entre regular y alguna zona más buena como la de Carrión. Salamanca en la parte cerealista va muy bien la campaña, pero en sierra y dehesas están desapareciendo. Soria, que es la provincia con menos capturas, tiene además una mala temporada, aunque no ha aparecido ningún virus. La más conejera es Valladolid, pero va por zonas; en el alfoz y debido a las infraestructuras que coinciden y circunvalan la capital y a parcelas de especulación urbanística, que no se utilizan para agricultura, sigue habiendo muchos conejos y buenas perspectivas para la temporada, pero en el resto de la provincia hay la impresión de que el conejo ha caído notablemente en estos dos años. Yo conozco dos cotos uno pegado a Valladolid con daños y otro en Torozos, donde llevamos dos años en declive. En Zamora, la segunda provincia de CyL en capturas, la situación se considera regular y con menos conejos que el año anterior. En Cataluña va por comarcas, excepto en Lérida que supera las 120.000 capturas, las demás provincias están muy limitadas, Tarragona presenta una temporada excelente y el territorio de Les Terres de L’Ebre, en las comarcas del Bajo Ebro tienen las mismas previsiones, pero en la Tierra Alta y Ribera del Ebro las expectativas son muy malas. El conejo de monte, además de soportar a tantos predadores en España, es la única especie que anima la media veda en algunos territorios, porque produce daños.

 

COLABORADORES: José Martín, Francisco J. Cano, Adelardo Villafranca, Agustín Terriza, Manuel Beltrán, Antonio Gómez, Emiliano Sastre, Ángel Moral, José A. Pérez, Jerónimo Fernández, José de Luis Cantero, José Mª Giralda, Javier Giralda, Javier Tendero, José L. Gómez, José Manzano, Jesús Hernández, Claudio Sánchez, Leonardo de la Fuente, José A. Prada, Juan de Dios García, Manuel Aranda, Francisco Luján, Joaquín Vidal, Joan Josep Adell, Antonio García.

Comparte este artículo

Publicidad