Jesús Barroso de la Iglesia
Después de los anteriores artículos sobre el tema, alguno al haberlos leído ha podido dar por finalizado el entrenamiento del cobro para un perro de puesto. Esta última parte quizás tenga más un enfoque hacia las competiciones y concursos de retriever que hacia la caza.
Jesús Barroso de la Iglesia
Lo más corriente es comenzar a entrenar el cobro en forma de juego con una pelota de tenis. Está bien, pero cuidado con abusar de la pelota ya que al botar y rodar motiva en exceso al perro y puede crearle ansiedad, que normalmente se suele traducir en boca dura, de modo que las pelotas sólo al principio.
Jesús Barroso de la Iglesia
El perro de puesto tiene que tener un buen instinto de cobro, con buena inteligencia funcional, que es eso llamado también adiestrabilidad, y tranquilo, y finalmente y para mí lo más importante, debe ser un especialista.
Jesús Barroso de la Iglesia
Recuerdo hoy con cierta nostalgia las historias que contaban los cazadores foráneos, aquellos que venían de las capitales norteñas a cazar nuestra perdiz porque ellos sólo tenían malviz para descargar la de los ojos negros sobre algún blanco volátil, parece mentira que hoy somos algunos de aquí los que subimos más al norte tras la Dama…
Jerarquía social, base del adiestramiento
Jesús Barroso de la Iglesia
Se han vertido ríos de tinta sobre el tema que titula este artículo, han sido muchos los autores que han tratado el tema de la jerarquía social en los cánidos a través de publicaciones gráficas o audiovisuales, quizás el primero en ser capaz de llegar al gran público fue Félix Rodríguez de la Fuente a través de su serie televisiva El Hombre y la Tierra.
Jesús Barroso de la Iglesia
Cuando en su día escribí el artículo sobre el cobro y sus problemas, al llegar al tema que hoy trataremos, es decir, el cobro forzado, lo pasé por alto e hice un “dribling” para dejarlo de lado, ya que el tema en cuestión me parece de una complejidad suficiente como para dedicarle algo más que una mención o una explicación corta.
La muestra: ¿nariz, cabeza o educación?
Jesús Barroso de la Iglesia
La muestra, la parada que hace un perro de caza al llegarle una emanación, es una forma de lenguaje, es la manera que el perro de muestra utiliza para comunicarse con nosotros, para decirnos “aquí está lo que estábamos buscando”. Pero no sólo es eso, la muestra es comodidad para el cazador, el perro queda estático con la codorniz o perdiz y espera nuestra llegada, nos da tiempo a prepararnos, respirar hondo y culminar un lance que difícilmente se podrá borrar de nuestra mente, acertemos a la pieza o no; de cualquier forma no se olvidará, ¿verdad que no?
Jesús Barroso de la Iglesia
Desde hace ya tiempo vengo observando que uno de los problemas más frecuentes con los que se encuentra el cazador con perro de muestra es el cobro. Es más común de lo que quisiéramos, encontrarnos con perros que no portan, o que no traen, o que entierran las piezas o que se las tragan. Normalmente el cazador pide soluciones para estos problemas sin más, quieren saber como corregir esta u otra actitud de su perro, pero para conseguirlo la mejor solución es mirar hacia atrás, buscar cual fue la causa, la raiz, el detonante que provocó la actual actitud del can. Yo digo que fuimos nosotros mismos la mayoría de las veces los causantes del problema.