Este año se ha logrado contabilizar la segunda tasa más alta de pollos volantones, con 180 ejemplares
De la cifra total, 107 parejas se localizan en Sierra Pelada (Huelva), 72 en Sierra de Andujar (Jaén), 53 en Sierra de Hornachuelos (Córdoba), 90 en la principal zona de reproducción de la Sierra Norte de Sevilla y tres en otra área minoritaria de este parque natural.
Este año se ha logrado también contabilizar la segunda tasa más alta de pollos volantones de esta rapaz con 180 individuos, igualando casi el récord establecido en 2012 cuando se censaron 187 ejemplares. Estos datos vienen a confirmar que la situación de la especie ha ido mejorando año tras año hasta lograr en 2010 pasar de la categoría de ‘En Peligro’ a la de ‘Vulnerable’ en Andalucía, reduciendo así su nivel de amenaza según los criterios establecidos por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El Programa de Actuaciones para la Conservación del Buitre Negro, cofinanciado con fondos europeos, se inició en 2002 con 210 parejas reproductoras en Andalucía, una cifra que se ha ido incrementado en un 50% hasta alcanzar las 318 parejas reproductoras en 212, 330 en 2013 y cerca de 325 en 2014.
Por otra parte, los trabajos realizados por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio vienen a confirmar que el veneno sigue siendo la primera causa conocida de mortalidad de la especie. Así, a través de la Estrategia Andaluza para la Erradicación del Uso Ilegal de Cebos Envenenados en Andalucía se ha reducido considerablemente el número de animales muertos por esta práctica ilegal, pasando de 205 en 2006 a 69 resultados positivos en 2013. En el marco de esta Estrategia se han desarrollado ya unas 3.200 sesiones de trabajo con cazadores y ganaderos, cuya ayuda es esencial para solucionar este problema.
Otras actuaciones incluidas dentro de este programa han consistido en la reducción de molestias en las áreas de reproducción; la reconstrucción de nidos e instalación de nidales artificiales; el rescate de huevos, pollos huérfanos o abandonados y otros ejemplares recuperables; la reducción del riesgo de colisión con tendidos eléctricos; o el marcaje de ejemplares con transmisores GPS para facilitar su seguimiento. También destaca el programa de Educación para la Conservación que se lleva a cabo en los centros escolares de los municipios donde se reproduce esta especie y busca su alimento anualmente. En esta iniciativa participan anualmente más de 2.000 escolares de cerca de 50 centros educativos de Andalucía.
En el año 2001 el buitre negro fue catalogado En Peligro (EN) en el Libro Rojo de los Vertebrados Amenazados de Andalucía, y gracias al aumento constante en sus efectivos, pasó en 2010 de esta categoría a la de Vulnerable reduciéndose así el nivel de amenaza, ya que el número de buitres negros adultos, sexualmente maduros, se ha mantenido por encima de los 250 durante los últimos años.
Buitre negro
El buitre negro (Aegypius monachus) es el buitre más grande de España, con una envergadura alar que en algunos casos puede llegar hasta casi los tres metros. Sus colonias se encuentran básicamente en dos tipos de hábitats, bosques mediterráneos de quercíneas o pinares en los pisos supramontanos y subalpinos del Sistema Central. Nidifica en grandes árboles, en zonas boscosas no muy densas con sotobosque de matorral, y cada pareja suele utilizar varios nidos alternativos, construidos por ambos sexos con grandes ramas. Sólo pone un huevo entre febrero y marzo, incubado por los dos progenitores durante 50-62 días, y los polluelos son alimentados hasta que pueden volar a los 95-110 días, aunque suelen permanecer cerca del nido algunas semanas más.
El área de cría de esta especie se extiende por el sur del Paleártico, fundamentalmente en la zona asiática desde Turquía hasta el norte de China. En Europa nidifica en Grecia, Ucrania y sur de Rusia y en España en Mallorca y en el cuadrante suroccidental de la zona peninsular. El censo estatal realizado en 2006 estimó la población reproductora española entre 1.845 y 2.440 parejas, aunque en el presente podría acercarse a las 3.000.
El buitre negro, por ser una especie de gran envergadura y especialmente rara, al lado de otras como el buitre leonado, es un recurso de interés para el turismo ornitológico y, por ello, para el desarrollo socioeconómico de las áreas rurales donde se encuentran estas aves.