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Con pocas semanas de vida y mira cómo pelean estos jabalíes

Una piara de jabalíes visita una zona recién sembrada. Algunos de los integrantes más jóvenes del grupo pelean entre ellos mientras que parte de los rayones maman de una de las jabalinas.


 Jabalíes peleando en siembra
Jabalíes peleando en siembra

Los bisoños jabalíes disfrutan de la tarde entre carreras y juegos mientras que las hembras hozan en la tierra buscando las semillas. El hallazgo de lo que parece un trozo de tela de color negra rompe la quietud de la jornada. Su posesión desata una serie de peleas entre los de rayones.

Los rayones se preparan para futuras luchas por el territorio

Las imágenes grabadas en Centroeuropa por el fotógrafo Slawomir  Skukowski dejan ver el carácter que caracteriza a estos animales pese a su corta edad. Se enzarzan en duras luchas por la propiedad de lo que han encontrado. Los golpes y embestidas se suceden entre ellos pero en ningún momento turban la tranquilidad de sus madres ni la de un grupo de ciervos que pasta en las cercanías.

Lo que ahora mismo es un juego, cuando crezcan los jóvenes machos se convertirá en encarnizadas y cruentas luchas a mordiscos y navajazos.

Los jabalíes resuelven sus diferencias a navajazos

Los grandes jabalíes protagonizan espectaculares luchas sobre todo en la época de celo, motivadas por hacerse merecedores del favor de las hembras, o durante el estío ante la dificultad de acceder a la comida y al agua para poder sobrevivir. En numerosas ocasiones hemos podido ver impresionantes imágenes de enormes navajeros disputándose la propiedad de una baña o un punto de alimento.

Durante la contienda intentan herir a su contrincante a base de colmilladas. Es habitual abatir viejos jabalíes con sus cuerpos repletos de enormes cicatrices. Es increíble la resistencia a las infecciones y la capacidad de sanación de los suidos salvajes pese a la gravedad de las heridas sufridas.

La superpoblación de jabalíes y la importancia de su caza

La proliferación sin control alguno de los jabalíes en el viejo continente está ocasionando graves pérdidas económicas al sector agrícola. Plagas de cochinos destrozan los cultivos y la caza es la única solución viable y efectiva para solucionarlo.

Los cazadores abaten casi el triple de piezas de caza mayor, sobre todo ciervos, jabalíes, gamos, corzos o rebecos, que hace diez años. El número de capturas se ha elevado de 227.000 a 639.000 ejemplares según datos del Ministerio de Agricultura.

Los últimos informes emitidos por asociaciones agrarias estiman que en España hay actualmente más de 1 millón de jabalíes, mientras que en Italia se supera la escalofriante cifra de dos millones.

En nuestro país en el año 2018 según datos del Ministerio los cazadores abatieron 373.000 cochinos frente a los 115.000 de hace una década.

Los venados han pasado de 78.000 piezas a más de 144.000, los gamos de 7.800 a 24.000,los corzos han incrementado su número de capturas de 12.000 a 66.000, las cabras montesas de 1.304 a 10.500 y el muflón 5.000 a 13.000. Pese al esfuerzo de los cazadores el número de siniestros producidos por las especies cinegéticas va en aumento junto a las pérdidas económicas por los destrozos causados en los cultivos.

La caza demuestra su importancia con estos demoledores datos y acalla las críticas de aquellos colectivos que abogan por su prohibición.

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Terrible pelea de rayones de jabalí… imagínatelos cuando crezcan

Dos rayones se enzarzan en una feroz pelea. Con apenas unas pocas semanas de vida, estas crías de jabalí protagonizan una dura lucha en la que dejan ver el carácter que caracteriza a estos animales.

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Se destrozan a navajazos: la encarnizada lucha de dos grandes jabalíes

A mordiscos y navajazos. Así dirimen sus diferencias los grandes jabalíes cuando se encuentran y se disputan una baña o un lugar donde encontrar sustento.

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Abate un astuto y viejo jabalí con su cuerpo plagado de cicatrices y sus colmillos destrozados

Los cazadores, que ya en varias ocasiones habían podido ver a este impresionante cochino en los sembrados, acudieron por enésima vez a la llamada de los agricultores debido a las pérdidas sufridas, más del 50 por ciento de la cosecha de maíz. Y por fin lograron abatirlo.

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