Un lance ante un gran jabalí: con escopeta y en su primera temporada
El competidor de pesca de altura a nivel mundial Omar Vallés nos cuenta cómo consiguió abatir un jabalí medallable de 103 puntos en una montería en abierto, con una escopeta del calibre 12 y en su primera temporada en la caza mayor.
El cazador y pescador catalán, vecino del municipio de Castellví de la Marca, localidad situada en el Alto Penedés, es actualmente imagen y comercial de varías prestigiosas marcas de artículos de pesca. Pese a que en su familia no había tradición cinegética ni pescadora, desde muy pequeño su amor por la naturaleza y el mar le hicieron obtener la licencia de caza a los 14 años. A pescar comenzó con tan sólo 10 años.
Ha hecho de la pesca su modo de vida, ya que actualmente es competidor a nivel mundial de pesca de altura y comercial de artículos de pesca. Pero su pasión por la caza no se queda atrás. Sus comienzos en el mundo cinegético fueron tras conejos y perdices cazando al salto. Hasta hace pocas fechas, solamente asistía de manera ocasional a alguna batida de jabalí con su escopeta del calibre 12, una Benelli Belmonte, ya que aún no había podido adquirir un rifle.
El veneno de la caza del jabalí corre por sus venas
Hace dos temporadas, el veneno de la caza del jabalí le hizo unirse a la cuadrilla de cazadores catalanes de El sanglar de Castellet y Gornal, municipio situado en la comarca del Alto Penedés. En una batida organizada en los terrenos de la sociedad el día 17 de enero pudo finalmente cumplir su sueño de cazar un jabalí con boca.
En una mancha de monte bajo y olivos se encontraba situado en un puesto de cierre entre los cultivos. A las 12 horas, después de una mañana sin sobresaltos, pudo ver con un cochino trataba de pasar inadvertido entre la maleza que había frente su puesto. Andaba muy despacio y se paraba cada cierta distancia para observar y ventear. Como no disponía de rifle, tuvo que esperar hasta que el solitario se situó a unos escasos 30 metros de su posición.
En la caza la seguridad es lo primero
Lo apuntó con el visor de punto rojo aimpoint que portaba su escopeta semiautomáticoa del calibre 12 de la marca Benelli pero, por seguridad, no podía disparar hacia el interior de la espesura. El macareno salió un momento de la maleza con la intención de atravesar el campo de olivos, momento que aprovechó Omar para efectuar un único disparo que se detuvo en el cuello del animal, acabando con su vida al instante. Junto a este cochino abatió a la carrera de un disparo en el codillo otro ejemplar de menor porte cuando era perseguido a corta distancia por los perros.
El cazador se percató de la boca del primer jabalí cuando se pudo acercar a comprobar el tamaño del animal al finalizar la cacería. Por fin había podido cumplir su anhelado deseo de cazar un macareno.
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