Cáceres

Una defensora de la caza y su importancia en el equilibrio medioambiental

Una joven cazadora cacereña cambia su ámbito laboral, cursó la licenciatura de Filología Hispánica, por trabajar difundiendo entre los más pequeños el respeto al medio ambiente y la importancia de las diferentes especies para mantener el equilibro de los ecosistemas.


 Cazadora Higinia Galavís
Cazadora Higinia Galavís

Junto a esta labor defiende de manera activa el papel esencial que desempeña el ejercicio de la caza en el control poblacional de la fauna salvaje desde la Asociación de cazadores a la que pertenece, Juvenex.

Representante del relevo generacional en la caza

Esta joven cazadora del municipio cacereño de Santiago de Alcántara, situado en la comunidad extremeña, es Higinia Galavís conocida en redes sociales por el nombre de Higala Galvi. Estamos ante una apasionada de la actividad cinegética que ha bebido de la fuente de su padre Antonio, que es el que le ha grabado a fuego los valores de la caza, el respeto al medio ambiente y a los animales que lo pueblan, el compañerismo y la solidaridad entre cazadores, así como el amor por los perros y antetodo la seguridad en el uso de las armas.

Desde muy pequeña, acompañaba a su progenitor en las interminables caminatas tras los pasos de perdices y conejos en el coto de La Jeregosa para aprender el papel de morralera. Además de practicar esta modalidad de caza, asistía de manera ocasinal a las monterías que tenían lugar en los terrenos del acotado.

 Higinia Galavís
Higinia Galavís

La cazadora junto a uno de los jabalíes que ha abatido.

Una cazadora enamorada del bretón

Pese a que su padre siempre había cazado con braco alemán, Higinia es una enamorada del epagneul bretón. Su primer can, al que bautizó con el nombre de Milo, pertenecía a esta raza. Desgraciadamente, falleció, pese a ser atendido por profesionales cualificados, de leishmania, enfermedad parasitaria muy infecciosa transmitida por la picadura de flebotomos hembra infectados que puede atacar tanto a la piel como a los órganos internos de los perros.

El segundo perro que formó parte de su vida fue Quijote, de la misma raza. Con él comparte en la actualidad sus jornadas de caza. Ambos estaban predestinados, debido a que era uno de los últimos integrantes de su camada que permanecía junto a su madre. Al preguntarle al propietario por su nombre, le dijo que se llamaba Quijote. La cazadora, en honor a la licenciatura que había cursado y a Miguel de Cervantes, no lo dudó un instante y adquirió el perro.

 Higinia Galavís

Quijote, segunda posición en el Campeonato Cazadores Deportivos.

Una cazadora responsable y formada

Hasta la edad de 20 años no abatió su primera pieza, cuando obtuvo la licencia de caza, ya que Higinia defiende la postura de que un cazador debe pasar por diferentes etapas en la actividad cinegética que lo harán formarse debidamente antes de portar un arma de fuego. No puede evitar que una sonrisa se dibuje en su rostro al recordar el lance, sobre todo por los besos y abrazos que recibió de su padre.

Su Benelli modelo 121 no funcionaba correctamente, ya que sólo le permitía efectuar un único disparo a cada pieza o directamente no disparaba. Pero finalmente logró derribar una liebre. El arma, que había sido limpiada días atrás, no había sido montada correctamente, hecho que no creía el padre de la cazadora hasta que no lo comprobó con sus propias manos, cuando uno de sus perros mostró una liebre en su encame y, al apretar el gatillo, no se produjo detonación alguna. El lepórido se dirigió hacia el lugar donde se encontraba Higinia. La cazadora templó los nervios y efectuó un único disparo, a 40 metros de distancia, que al impactar en la liebre provocó que efectuara múltiples volteretas hasta que se detuvo inerte en el suelo.

Su primera perdiz también la abatió en el transcurso de aquella temporada, como mandan los cánones, después de obligarla a realizar varios vuelos y derribarla a muestra de perro.

 Higinia Galavís

Una activa defensora de la caza

La cazadora cacereña, pese a ser poseedora de la titulación de Filología Hispánica, hasta el día de hoy ha orientado su vida laboral a la educación medioambiental de los más jóvenes en un centro educacional construido para tal fin. Es una activa componente de una asociación de jóvenes cazadores de nombre Juvenex, Juventud Venatoria Extremeña, presidida actualmente por Alberto Covarsí, de la que actualmente es responsable de la Sección Naturaleza, enfocada en el fomento del relevo generacional en la caza.

Para afiliarte a la asociación puedes comunicarte con ellos en este enlace: asociaciónjuvenex@yahoo.es

 Higinia Galavís

Quijote, el precioso bretón de Higinia, una gran aficionada a la caza menor.

 

Colaboración de Eusebio Ezquerra, administrador del grupo de Facebook Solo Jabalí.

Comparte este artículo

Publicidad