Un agricultor choca con una piedra que resulta ser una figura íbera de épocas atrás
El agricultor que chocó contra una piedra y la utilizó de contrapeso se dio cuenta de que era una figura íbera procedente de la época de la Dama de Elche.
El hombre se encontraba arando cuando chocó con la piedra y casualmente descubrió que se había encontrado con una talla de piedra de la época íbera en Elche, coetánea de la Dama de Elche. Ahora se encuentra en proceso de análisis en el Institut Valencià de Conservació, Restauració e Investigació (IVCR+i) con el fin de conocer su valor arqueológico. Por otro lado, expertos del Seprona de la Guardia Civil participaban en la custodia y recuperación del hallazgo.
Maniobra de equilibrio
El agricultor ilicitano Manuel Ibáñez, tras chocar con la piedra de gran tamaño y peso, la consideró útil para hacer contrapeso y que el cultivador surcase la tierra de forma eficaz.
Tras esto, al terminar la tarea, comenzó a observar la piedra y se dio cuenta de que se trataba de una escultura.
Se trata por tanto de un fragmento de 45 centímetros de longitud y 31 de ancho, siendo la cintura y el glúteo derecho de un guerrero. La escultura conserva una mínima parte del cinturón y sobre la túnica se aprecian protecciones discoidales y romboidales enlazadas por correas, lo que indicaba la jerarquía militar de este personaje.
En contacto con expertos
Una vez comprobó que no se trataba de una piedra normal, la cargó con cuidado y se acercó al yacimiento de La Alcudia para enseñar el descubrimiento a los expertos.
Tras hacer una primera inspección ocular, observaron que podía llegar a tratarse de una piedra valiosa y sugirieron al agricultor que la dejara en el depósito, a lo que él se negó.
Añadió que prefería esperar la llegada de la Guardia Civil, siendo un ente del que afirmaba fiarse.
Así, tras levantarse el acta correspondiente, el hallazgo pasó a disposición del Seprona que acudió al lugar.
Obra de arte
El descubrimiento se trata de una escultura de calidad excepcional que refleja a la perfección un trabajo artesanal con todo detalle y en cuya protección y custodia colaboraba Seprona de la Guardia Civil.
El trabajo consistía en analizar aquellos materiales presentes en el objeto y fijándose en el soporte pétreo para determinar si existen restos de policromía que indicasen que la pieza estuviera decorada originariamente.
El martes de esta semana se desplazaban hasta el museo ilicitano la subdirectora del instituto, Gemma Contreras y el técnico responsable, David Juanes.