Retira una colonia de abejas con sus propias manos
Ante el asombro de sus vecinos, este hombre manipula una colonia de abejas que ha parado su viaje junto a un patio de una vivienda.
Con toda la calma del mundo, incluso intentando tranquilizar a los que contemplan la escena, este hombre se acerca a las abejas. Incluso coge algunas con su mano y las acerca a los asustados vecinos.
No hay peligro en las abejas
La policía ha establecido un cordón de seguridad a varios metros de la colonia de abejas. La propietaria de la vivienda donde se encuentran los insectos mira preocupada desde la puerta del patio. Los vecinos se alteran cuando este hombre se acerca al enjambre. Pero lo tiene todo controlado.
Así consigue llevarse a las abejas sin causarles daño
Este mismo hombre nos explica su estrategia a la hora de retirar a las abejas: primero mete a la abeja reina en la caja y el resto de obreras y zánganos seguirán sus feromonas hasta allí. En poco tiempo, toda la colonia estará en el interior de la caja y se la podrán llevar a un lugar donde cause menos terror entre los vecinos.
Cada vez más abejas se trasladan a entornos urbanos
El comportamiento migratorio de algunas especies de abejas les lleva a abandonar sus panales o colonias para buscar otros asentamientos. Durante estos viajes, paran a descansar en lugares atípicos, como vemos en este caso. El muro de un patio les sirve de descanso antes de reemprender viaje en busca de los procesos en los que el néctar está a su alcance en los lugares a los que se dirigen.
Estos viajes también se producen cuando una colmena llega a la madurez, y llega el momento de dividirse. La reina más adulta se muda a otra colonia, siguiéndole parte de los zánganos y de las obreras. Y algo que incide en que acaben en entornos urbanos es el uso de pesticidas agrícolas. No les gustan nada a las abejas, que los evitan.
La disponibilidad de agua en pueblos y ciudades también les llevan a elegirlos para establecer la colonia.