Los lobos atacan a tres potros de la misma ganadera en los últimos siete días
Los ataques han tenido como resultado el sacrificio de unos de los potros fruto de las heridas sufridas que le habían desgarrado la tráquea y el esófago. Hay un potro desaparecido y un tercer equino que resultó cosido a mordiscos y salvó la vida gracias a la bravura de su madre. También una yegua de una raza autóctona en peligro de extinción.
En esta ocasión, los cánidos atacaron a los potros de la ganadería Val del Mazo, propiedad de la ganadera Marta García, a plena luz del día. Aprovecharon el momento en el que se fueron a almorzar para atacar. Cuando la ganadera y su marido, Rubén Seco, veterinario de profesión, llegaron al prado en el que están los caballos, encontraron un potro con múltiples colmilladas en su cuerpo.
Un potro cosido a mordiscos y otro desaparecido
Habían intentado degollarlo. El potro presentaba mordiscos en el cuello, al igual que en sus extremidades traseras, de las que habían logrado arrancar varios trozos de carne. El animal salvó la vida, según la ganadera, gracias a la valentía de su madre, una brava yegua de la raza monchina, de la que solamente quedan 800 ejemplares. Este potro no corrió la misma suerte que el animal que tuvo que ser eutanasiado después del ataque sufrido por los lobos el domingo 11 de abril, al que le destrozaron el esófago y la tráquea.
Las Merindades, dominios de los lobos
Recordamos que la ganadería de Val del Mazo está situada a únicamente a 25,5km de Espinosa de los Monteros, epicentro de los últimos ataques de lobos en la comarca de Las Merindades, en la localidad cántabra de Soba, valle y municipio de la comunidad autónoma de Cantabria, que limita al sur con el municipio burgalés de Espinosa.
Después de atender al animal herido, los ganaderos contabilizaron los caballos que había en el prado. Faltaba otro potro del que a día de hoy desconocen su paradero.
Ganaderos en vías de extinción
Los incesantes ataques de los lobos pese a las medidas tomadas por los ganaderos los están llevando a un punto sin retorno. En el caso de la ganadera cántabra el pasado año sufrió la pérdida de 13 potros y 4 terneros, y en la última semana ha sufrido el ataque a tres potros.