Valencia

Un pescador logra sacar una lubina de 5,8 kilos con sus propias manos

En ocasiones, los peces pican en los momentos más inoportunos e inesperados. Esto es lo que le ocurrió a este pescador cuando el mayor pez que ha capturado en su vida cayó en el engaño en el instante que su carrete de pesca no se encontraba operativo.


 pescan lubina 5 kilos con sus manos
pescan lubina 5 kilos con sus manos

El culmen de una inolvidable jornada de pesca de lubinas en la desembocadura del río Júcar fue la captura de un gran ejemplar de 5,8 kilos junto a otros tres de 4,2, 2,5 y 2,1 kilos. Los valencianos Enrique Fernández y Yerai Martínez, grandes aficionados a la pesca en la modalidad de surf casting, decidieron una tarde esta temporada de pesca probar suerte e intentar capturar alguna lubina de buen porte al atardecer. Eligieron un propicio lugar donde se unen las aguas del mar Mediterráneo y el río Júcar, a la altura de la localidad de Cullera.

 lubina de 5,8 kilos
lubina de 5,8 kilos

El pescador muestra orgulloso las capturas de aquella tarde: cuatro fabulosas lubinas.

Los róbalos mostraban gran actividad

Para ello, lanzaron sus anzuelos con cangrejo como cebo. Las lubinas, nada más oscurecer, mostraron gran actividad, sucediéndose las picadas desde las 19:30 horas hasta las 21:30, hora en la que tuvieron que dar por finalizada la jornada de pesca para no incumplir el toque de queda vigente (22 horas). Víctimas de sus engaños fueron tres grandes róbalos que superaron los 2 kilos de peso. No obstante la pesca les deparaba una situación que pondría a prueba su pericia e ingenio.

Picó el pez de su vida cuando tenía averiado el carrete

Fue la picada de un gran pez en el instante en que habían tenido que desarmar el carrete de la marca Cinetic, modelo Explorer 8000, porque al lanzar su caña de 4,20 metros de la marca Shilzaki, el hilo trenzado de 0,25 mm de la bobina se había enrollado en el eje. Mientras que Yerai iluminaba a Enrique para arreglar el entuerto, bromeaban con el hecho de que se produjera en ese instante una picada al hallarse el cebo en el agua. Dicho y hecho. La caña se dobló con una inusitada violencia que estuvo a punto de arrancar el carrete de las manos de Enrique. Atenazados por los nervios, intentaron volver a montarlo en el porta carretes de la caña, pero con la mala suerte de que no habían podido sacar en su totalidad el sedal que se encontraba enrollado en el eje. Por ello, no permitía que este girara para recoger el hilo.

 lubina de 5,8 kilos

Un pez de casi 6 kilos sacado a mano

No quedaba otra opción que sacar el pez tirando del sedal con sus propias manos. Después de cinco minutos de dura lucha para poder acercar el róbalo a la orilla, pese a que picó a unos escasos 30 metros de la ribera, lograron comprobar con sus ojos el porte del animal. Se trataba de una lubina de un excepcional tamaño.

Enrique pudo vencer finalmente la fuerza del róbalo, pese a que de una brutal arrancada intentó escapar cuando vio cercana su captura. Los dos pescadores se abrazaron cuando lograron arrastrar fuera del agua al impresionante pez. No se podían creer lo que había ocurrido y la suerte que habían tenido de poder capturarlo pese al percance con el carrete.

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