Una loba y un perro se aparean
Un vídeo recoge el momento en el que una loba está apareándose con un perro. Ha accedido hasta la propiedad en una zona urbana buscando al can.
Imágenes como estas son fruto de la mala gestión de la fauna al reintroducir al medio animales no aptos para vivir en el entorno natural.
Una loba reintroducida
La protagonista de este vídeo es una loba que fue reintroducida a finales de diciembre del año 2020 en la región italiana de Basilicata, pese a que fue capturada en la capital de la provincia transalpina, Potenza. La trasladaron debido a que a diario deambulaba por sus calles buscando alimento, como si de un perro callejero se tratase. Las autoridades de la región, a pesar de la oposición de colectivos cinegéticos, decidieron devolverla a un bosque adyacente de donde fue capturada.
Un peligro para la pureza de la especie
Fruto de ello, el animal, que actualmente se encuentra monitorizado, ha regresado al núcleo urbano buscando el alimento que le facilitaban algunos vecinos. Este hecho provoca que la loba se haya habituado a no buscar nutrientes por sus propios medios.
La consecuencia de este conjunto de despropósitos ha sido que la loba, al entrar en celo, ha terminado buscando a un perro de la raza golden retriever en el jardín anexo a una vivienda. Esto representa un riesgo para la especie, ante el futuro nacimiento de animales híbridos.
Híbridos de perro y lobo
El apareamiento de un perro y un lobo da lugar a un híbrido al que se denomina perro lobo, lobo híbrido o lubican. Se considera perro lobo a cualquier perro con herencia de lobo dentro de las últimas cinco generaciones. Estos cruces no siempre dan lugar a animales con características físicas similares. Frecuentemente, los perros lobos adultos resultantes de estos cruces presentan mayor tamaño que sus padres debido al fenómeno genético de heterosis, término que se refiere a la superioridad del animal cruzado en relación con el promedio de sus padres de raza pura.
Los híbridos resultantes pueden presentar aspectos físicos de los más variados, desde perros sin parecido alguno con los lobos a animales que pueden ser confundidos con estos. Su cabeza, provista de orejas más largas y puntiagudas, es de menor tamaño que la de los lobos. Su color conserva los pigmentos por más tiempo mientras envejecen, en comparación con los cánidos salvajes.
Los perros lobos con mayor carga genética de lobo usualmente presentan caninos más largos que los perros de tamaño similar.
Su sentido del olfato está muy desarrollado, con una capacidad en algunos casos superior para seguir el rastro de las presas a la de cualquier raza de perro de rastro.
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