Este cazador evita el ataque de un gran jabalí de un certero disparo
El jabalí carga contra el cazador con la intención de embestirle. Con nervios de acero, encara el arma y espera que se sitúe a escasa distancia para disparar cuando lo tiene prácticamente encima.
El perrero respira aliviado ante el acierto de su disparo, que ha logrado derribar al gran jabalí cuando iba a embestirle. Logra así salvaguardar su integridad física y la de sus canes. Es algo habitual que los trailleros o perreros porten armas en el norte de España. Su función es la de detectar los rastros de las reses y, posteriormente, levantarnos de su encame.
Dos formas de cazar el jabalí con perros
El hecho de portar un arma de caza, como en este caso una escopeta, del calibre 12, es vital para su seguridad y la de sus canes ante la ausencia de perros de agarre. Algo muy diferente a lo que sucede en las monterías, donde participan rehaleros profesionales que cuentan en sus rehalas con perros de presa y portan como única arma un cuchillo para rematar a la res en el caso de resultar herida por los monteros o si se produce un agarre.
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