Jaén

Caza al salto de grandes jabalíes con podencos andaluces

Estos cazadores abaten grandes jabalíes practicando la modalidad de caza al salto sólo auxiliados por una cuadrilla de valientes podencos andaluces. Y comparten con Club de Caza esta apasionante modalidad cinegética.


 caza de jabalíes al salto con podenco andaluz
caza de jabalíes al salto con podenco andaluz

Esta difícil y arriesgada modalidad de caza, no exenta de sobresaltados y en la que se permite únicamente utilizar escopetas como armas de fuego, es practicada por muchas sociedades andaluzas para controlar las poblaciones de jabalíes.

Caza en pleno corazón de la sierra jiennense

Este es el caso de la sociedad de cazadores del municipio jienense de Bedmar, situado en la comarca de Sierra Mágina. La asociación de cazadores, con más de 40 años de existencia, gestiona una superficie de 12.000 hectáreas en las que se pueden practicar diferentes modalidades de caza menor y mayor.

Dentro de la caza menor, se permite la caza de conejos, perdices, palomas torcaces y zorzales, entre otras especies. En lo que se refiere a la modalidad de caza mayor, reinan la caza del jabalí al salto y el rececho de cabra montés.

Cada uno de los 110 socios que forman parte de esta sociedad abonan una cuota económica apta para todos los bolsillos que les da derecho a practicar la caza en los terrenos que gestionan.

 Caza al salto de grandes jabalíes
Caza al salto de grandes jabalíes

Jabalí cazado al salto

La modalidad de caza al salto de jabalíes con escopetas, que es el único modo permitido por la sociedad para abatir esta especie animal, es practicada por tres cuadrillas, que cazan rotando en diferentes cuarteles. Entre ellas está la del protagonista de este artículo, Tomás Rodríguez, más conocido como el Pirata, que es miembro de la junta directiva de la sociedad.

 Caza al salto de grandes jabalíes

Una cuadrilla de valientes podencos andaluces

Tomás se acompaña de una cuadrilla de valientes podencos andaluces adiestrados para la caza del jabalí en mano, con los que cazan él y sus compañeros desde que a mediados de octubre se levanta la veda.

El Pirata es el podenquero, mientras que sus compañeros intentan evitar la huida de los cochinos cuando se produce un ladra.

Siempre se encuentra al quite junto a sus perros, por muy intrincado que sea el monte de jaras, lentiscos, encinas y pinos, que es la vegetación que predomina en los terrenos de la sociedad.

En esta temporada, practicando esta modalidad, han sido capaces de abatir más de una decena de jabalíes, a pesar de la difícil orografía del terreno. En su ya dilatada trayectoria cinegética cazando jabalíes junto a sus podencos andaluces, ha vivido situaciones de todo tipo, algunas de ellas en la que ha visto peligrar su vida al intentar auxiliar a sus perros.

 Caza al salto de grandes jabalíes

Sus perros le salvaron la vida

En una ocasión, al oír una ladra de sus perros, que señalaban la presencia de un jabalí en su encame, penetró en la espesura del monte para evitar que ninguno de ellos resultara herido. Una vez llegado al lugar donde ladraban los perros, los encontró peleando con un gran jabalí.

Tomás, aprovechando un instante en el que el cochino logró zafarse de los canes, apretó el gatillo de su escopeta semiautomática de la marca Franchi, modelo Prestigio, con la mala suerte de que esta no percutió el cartucho. El jabalí, al percatarse de la presencia del cazador, se lanzó contra él, logrando derribarlo.

Gracias al auxilio de sus perros, que acudieron en su ayuda haciendo huir al jabalí, el incidente no fue a mayores, no resultando finalmente herido.

 Caza al salto de grandes jabalíes

Un astuto y huidizo macareno

Una jornada que Tomás y su cuadrilla jamás podrán olvidar fue en la que, después de dos años de seguimiento, lograron abatir un viejo y astuto jabalí que, a la hora de ser homologado, obtuvo una puntuación que le otorgó la medalla de plata, pese al gran desgaste de sus colmillos y amoladeras debido por la edad.

El lance tuvo lugar el 21 de diciembre del año 2019, día en el que Tomás puso fin a las andanzas del macareno. Era un viejo conocido de la cuadrilla, ya que en numerosas ocasiones había sido levantado de su encame por los podencos, pero siempre había sido capaz escapar.

Sus huellas eran fácilmente reconocibles debido a que presentaba una malformación en su extremidad delantera derecha, cuya pezuña tenía mayor tamaño que las demás, fruto, según Tomás, de un lazo de un furtivo por el que fue aprisionado cuando contaba poco tiempo de vida.

El astuto jabalí huía de la zona cazada nada más oír llegar los vehículos. En el caso de ser sorprendido en su encame, siempre estaba acompañado de algún escudero que dejaba huir primero para que fuese perseguido por los perros y así poder escapar con total tranquilidad.

Pero esta vez no contaba con la experiencia del podenquero, conocedor de sus costumbres y de sus vías de escape.

 Caza al salto de grandes jabalíes

Así fue abatido el gran jabalí

Esa mañana, Tomás se aventuró al monte junto a un compañero. Horas más tarde tras soltar a los perros, se produjo una ladra en la zona en la que solía hallarse el macareno. Como en otras ocasiones, estaba acompañado por un escudero que, nada más percatarse de la presencia de los cazadores, huyó, llevándose tras él dos de los podencos.

Pero en esta ocasión, cuatro de los perros quedaron acosando el gran jabalí. Este, al verse acorralado, saltó de su encame intentando huir por el mismo lugar por el que lo había hecho semanas atrás. No contaba con que en esta ocasión estaba allí ubicado Tomás. El macareno no se percató de la presencia del cazador hasta que no se encontraba a escasa distancia de él. Se detuvo de forma brusca, sorprendido de toparse con Tomás en ese lugar.

Momento que aprovechó el Pirata para apretar en dos ocasiones el gatillo de su escopeta semiautomática de la marca Beretta.

El primer disparo impactó en su costado, mientras que la segunda detonación se detuvo en sus extremidades traseras. El macareno huyó dejando un evidente rastro de sangre, que siguieron el cazador junto a sus perros. U

Una vez recorridos unos cientos de metros, encontró al malherido cochino. Estaba sentando sobre sus patas traseras haciendo entrechocar sus colmillos, esperando al cazador. Este efectuó con buen criterio un tercer disparo que acabó con su vida para evitar que alguno de los podencos resultara herido si se producía un agarre.

La apasionante caza del jabalí al salto con perros

Rehala de podencos oritos de la Cora Rayya

Una rehala compuesta únicamente de podencos oritos destaca en las montería andaluza, dado que es la única compuesta por esta raza de perros, a la que Gaspar Jiménez define textualmente como «perros de gran olfato que en momentos concretos actúan como sabuesos pero con la inteligencia y la improvisación de un podenco».

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Abate un jabalí con una espectacular boca mientras cazaba conejos

El pasado mes de octubre el malagueño Mateo Vega Bravo abatió en el coto de la sociedad de cazadores del Valle de Abdalajís un jabalí con unas increíbles defensas mientras cazaba conejos con sus podencos andaluces.

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