La sostenibilidad de la caza del elefante en países del sur de África

En relación a últimos comentarios aparecidos en la prensa sobre la caza del elefante, el Consejo Internacional de la Caza y la Conservación de la Naturaleza (CIC) ha emitido una nota en la que muestra su preocupación respecto de este tema y quiere aclarar el actual estado de conservación de las poblaciones de elefante en la región.


La nota del CIC dice lo siguiente:
En las últimas semanas se han divulgado informaciones erróneas en algunos medios de comunicación en relación con la sostenibilidad de la caza del elefante en países del sur de África. El Consejo Internacional de la Caza y la Conservación de la Naturaleza (CIC) muestra su preocupación respecto de este tema y quiere manifestar que el actual estado de conservación de las poblaciones de elefante en la región hablan por sí solas y reflejan el impacto favorable de la caza sostenible de acuerdo con los principios de la Convención de Biodiversidad (CBD). La caza legal de elefantes en el sur de África sigue también los principios y la rigurosa regulación de CITES. La población de elefantes en Bostuana se ha incrementado por cuatro en los últimos 25 años, estimándose hoy entorno a los 160.000 ejemplares. En algunos lugares del norte de Bostuana la densidad es de hecho demasiado alto y está dañando seriamente la vegetación del ecosistema con especial incidencia en la arboleda. Numerosos científicos aconsejan una reducción de la población que evite el creciente daño a la flora y que prevenga las epizootias. La caza de elefantes con fines comerciales del marfil ha causado un grave daño en el pasado a la población de elefantes pero la caza deportiva en safaris nunca ha puesto en peligro la especie. Se ha recordar que actualmente la caza en safaris de elefantes está estrictamente regulada dentro del ámbito nacional de los estados africanos y a nivel internacional, garantizando el desarrollo sostenible y la buena gestión del territorio. El turismo cinegético genera recursos financieros importantes que revierten en proyectos de conservación de la zona y en sus poblaciones rurales. Este mundo rural toma conciencia del valor de estos animales y los respeta, a pesar, de los daños agrícolas que causa. ‘Traducción no oficial y resumida elaborada por la Delegación Española del CIC. La versión original y completa se puede consultar en www.cic-wildlife.org’.
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