«La caza racional, deportiva, ética y ordenada es imprescindible para el equilibrio de los ecosistemas»

Esta es una de las conclusiones obtenidas en el VI Observatorio Cinegético de la RFEC que bajo el título ‘Caza, espacios protegidos y desarrollo rural’ se celebró en Ciudad Real.


La caza racional, deportiva, ética y ordenada es imprescindible para el equilibrio de los ecosistemas en los espacios protegidos en España, esta es una de las principales conclusiones obtenidas durante la celebración del VI Observatorio Cinegético que organizó la Real Federación Española de Caza (RFEC) a finales de marzo en Ciudad Real y que han sido dadas a conocer públicamente. La caza se ha convertido en una herramienta clave para el control de las poblaciones de especies de ungulados como el ciervo o el jabalí, que influye favorablemente no solo en el mantenimiento del buen estado de las cubiertas vegetales, sino, además, en la reducción de los daños a los cultivos, la contención de las enfermedades animales, e incluso la seguridad del tráfico rodado. Las distintas ponencias, intervenciones y participaciones de los asistentes a este importante foro de opinión, pusieron de manifiesto que la caza racional es «perfectamente compatible con la conservación de los espacios naturales protegidos». Otra de las importantes conclusiones a las que se llegó en este encuentro, en el que participaron representantes de las Administraciones, científicos, responsables de espacios protegidos y gestores de Grupos de Acción Local, fue que una gestión de las poblaciones de caza ordenada y social es un elemento generador de empleo, riqueza y desarrollo para el medio rural. Del mismo modo, se subrayó que la caza es una actividad de ocio y un aprovechamiento tradicional complementario a otras actividades relacionadas con el disfrute de la naturaleza y, desde luego, que no se puede afirmar que sea «un uso incompatible con la realización de otras actividades lúdicas, de ocio o empresariales». Para los participantes en este encuentro, una cuestión importante en el futuro es que «las decisiones en materia de conservación, y especialmente cualquier regulación de la actividad cinegética, deben basarse en criterios técnicos y científicos, y nunca en base a prejuicios o cuestiones emocionales». Otro de los resultados obtenidos durante la celebración de este Observatorio es que la participación de los cazadores en los controles de poblacionales en los espacios protegidos, como por ejemplo, en algunos Parques Nacionales, reduciría el coste de este servicio a las arcas públicas y podría contribuir incluso a su saneamiento, lo que, además, «supondría reconocimiento a la función social del cazador». Igualmente, quedó de manifiesto que la Administración central debe reformular el Plan Director de Parques Nacionales, en lo que se refiere a la consideración de la caza como una actividad incompatible con la conservación. En este sentido, el mundo científico, la administración y la sociedad en general que participaron en este foro de debate, consideraron que el control de poblaciones o manejo de la fauna cinegética en los espacios protegidos podría hacerse a través de la caza deportiva.
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