¿Para qué invertir en ganadería si los lobos acaban con ella?
Los ataques de los lobos plantean a una ganadería salmantina abandonar un proyecto en el que se está realizando un gran esfuerzo económico y del que dependen varias familias.
Se trata de la finca Pagos de Izcala, perteneciente al grupo Laso, modelo de gestión sostenible y ecológico en la que se están criando en la actualidad cerdos ibéricos, ovejas y vacas de las razas angus o wagyu. Club de Caza da voz a estos ganaderos, preocupados por el giro del Gobierno hacia el proteccionismo del lobo ibérico, olvidándose de los que viven de la ganadería.
Los dos últimos ataques han sido verificados por los Agentes Medioambientales.
Dos ataques en menos de un mes
El gerente de la empresa, Pedro Laso, se muestra apesadumbrado ante los dos ataques sufridos por parte de los lobos en menos de un mes, el último el 8 de febrero, en el que perecieron 6 ovejas y otras tantas resultaron heridas.
A pesar de las medidas que han tomado cercando la finca con alambradas y mallas y la presencia de mastines, no han logrado evitar los ataques de los lobos, que han sido verificados por los Agentes Medioambientales de la zona.
En Pagos de Izcala crían vacas de las prestigiosas y cotizadas razas angus o wagyu.
Modelo de gestión sostenible y ecológico
La finca Pagos de Izcala, ubicada en el término municipal salmantino de Topas, dentro de la comarca de La Armuña, que cuenta con una extensión superior a las 300 hectáreas, es un ejemplo de conservación de la dehesa española.
Está formada por encinas, robles, quejigos, prados de pasto natural y praderas sembradas de gramíneas, trébol y leguminosas. Todo para el aprovechamiento del ganado y sólo fertilizadas de forma orgánica.
En ella se crían vacas de las prestigiosas y cotizadas razas angus o wagyu, junto a cerdos ibéricos de bellota, ovejas, caballos y colmenas. Todos ellos en un número limitado, ya que se antepone la calidad en el producto a la cantidad de animales existentes.
El número de cabezas, en su inmensa mayoría de vacas, viven en libertad, ya que la primera premisa de esta finca modélica es el bienestar animal.
Un proyecto en peligro
Este proyecto, en el que se han invertido muchos miles de euros, se encuentra en serio peligro debido a los últimos ataques de lobos perpetrados por una de las tres manadas que habitan la zona.
El último ataque, del que aún no se explican como ocurrió, fue perpetrado hace escasas fechas, el pasado día 8 de este mes de febrero. La cerca que protegía a las ovejas de una de las parcelas periféricas de la finca fue instalada nueva hace pocas fechas con una altura de más de un metro y medio de alambre y malla metálica.
En este caso mataron seis ovejas y dejaron malheridas a otras seis. El gerente de la finca se pregunta «¿Qué ocurrirá el día que maten una vaca o un semental de las mejores razas del mundo que tenemos en la finca? ¿Quién sufragará la gran pérdida económica?».
Las vacas viven en libertad en Pagos de Izcala.
Una inversión de decenas de miles de euros
A día de hoy están esperando la llegada de embriones hijos de animales campeones del mundo de su raza. Llegarán desde Wisconsin, en Estados Unidos, para ser implantados en las vacas de la finca. «El coste de estos embriones es altísimo» nos dice Pedro Laso, y añade «¿Qué ocurrirá si algunas vacas abortan debido al estrés causado por un ataque de los lobos?, ¿Quién se hará cargo de ello?».
Cordero en la finca, cercada con vallas de metro y medio, pero que no detienen a los lobos.
Se han planteado abandonar el proyecto
El estado de indefensión en el que se encuentran los ganaderos en la actualidad debido a las recientes medidas tomadas por el gobierno, con el proyecto de prohibir el control poblacional de los lobos, ha llevado a los miembros de la empresa a plantearse tomar medidas drásticas. Entre ellas, el abandono del proyecto si vuelven a vivir el infierno que padecieron la década pasada, en la que los ataques por parte de lobos eran prácticamente diarios.
La finca cuenta con cuenta con una extensión superior a las 300 hectáreas.
Un infierno para los ganaderos durante la última década
Entre los años 2010 y 2016, los ganaderos de la zona sufrieron numerosos e incesantes ataques por parte de manadas de lobos que mataron a cientos de ovejas, vacas, potros y hasta a los mastines que guardaban el ganado.
Sirva de ejemplo una reunión celebrada en Hinojosa del Duero en junio del 2010 por parte de los ganaderos que contabilizaron la muerte de 281 ovejas en diferentes ataques en municipios de la zona.
A un ganadero le matan 700 ovejas
El mayor perjudicado por los lobos en los últimos años ha sido un ganadero de Topas, lugar donde se encuentra la finca Izcala, debido a que los cánidos han acabado con la vida de 700 de sus ovejas en menos de ocho años. Y todo a pesar de haber alambrado la finca y contar con mastines. Insistimos, ataques de lobos, todos ellos certificados por la Junta de Castilla-León.
Una población en expansión
En el último lustro se minimizaron el número de ataques en la zona, pero el hecho de que el 4 de febrero el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones ,cifrara que entre Ávila y Salamanca se encontraban instaladas 16 manadas de lobos ha vuelto a hacer saltar las alarmas entre los ganaderos, temiendo volver a sufrir lo pasado hace años temor que se ve acentuado por la imposibilidad de controlar y eliminar a los animales problemáticos.
Y los últimos ataques en la zona acrecientan esos temores.
Mientras, te aconsejamos visitar la web de la finca Pagos de Izcala, productos con la marca Pagos de Izcala.
