Un ciervo lleva la cabeza cortada de otro macho enganchada en su cuerna
Las sorprendentes imágenes han sido grabadas en un paraje totalmente nevado, donde un ciervo avanza a duras penas debido al peso que supone llevar la cabeza de otro macho de su especie enganchada en sus astas.

A pesar de que se trata de imágenes sorprendentes, este tipo de situación resulta más común de lo que podrías imaginar. La época de celo en los cérvidos les lleva a luchar de manera muy violenta. Aunque eso no explica que un macho aparezca con la cabeza de otro enredada en sus cuernas.
Vamos a ver más casos como este y las explicaciones que se buscaron en ellos.
No es la primera vez que se inmortaliza algo así
En diciembre de 2017, Jim Brown consiguió fotografiar a un ciervo cola blanca que llevaba en su cuerna la cabeza de otro ejemplar de la misma especie. El animal estaba en un bosque de Dakota del Norte, en Estados Unidos. Brown opinó entonces que se trataba de animales rivales que incluso había fotografiado anteriormente, cuando los dos estaban vivos.

Foto de Jim Brown, Dakota del Norte
Animales que atacan a otro débil o ya muerto
Entonces, un biólogo especializado en fauna cinegética llamado Bill Jensen lanzó la hipótesis de que el ciervo vivo podría haber atacado el cadáver o el cuerpo casi sin vida de otro macho, quedando enredado entre sus astas.
Aunque también admitió la posibilidad de que el ser humano o algún depredador, como el coyote, hayan intervenido cuando la lucha de los cérvidos les dejó enganchados por sus cuernas.

Otro caso similar de un cérvido con la cabeza de un oponente enganchada en su cuerna
Un joven libera a un ciervo enganchado a medio cuerpo de otro
En el mismo estado norteamericano, Jake Cosley encontró otro ciervo casi en la misma situación, pero ya casi abatido por el cansancio y la inanición. Iba en su moto de nieve cuando descubrió a un ciervo enredado con la cuerna de otro ejemplar que estaba muerto y, aparentemente, comido por depredadores o alimañas.

Jake Cosley 2018 Dakota del Norte
El joven, de 23 años, consiguió liberar al ciervo, no sin mucho esfuerzo, como él mismo aseguró: «No fue fácil. El animal no sabía que intentaba ayudarle». Tras varios intentos, consideró sacar su arma y disparar a las astas, pero era algo que intentaba evitar para no tener que efectuar la detonación tan cerca de la cabeza del animal.
Pero finalmente consiguió soltarlos, no sin antes percibir que uno de los ojos estaba perforado y alguna alimaña le había mordido los cuartos traseros.
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Pincha en la imagen para ver el vídeo:
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