Cazan un gran jabalí que se enfrentó varias veces a los perros
Un grupo de amigos cazadores ha conseguido abatir un gran jabalí medallable. Ha sido en una cacería por control de daños. Los agricultores están desesperados ante la sobrepoblación de cochinos, y pidieron ayuda a los cazadores.
El gran jabalí vendió bien cara su derrota, enfrentándose en dos ocasiones a los perros participantes, hasta que finalmente pudo ser abatido por una de las posturas.
Los cazadores acuden a la llamada del agricultor
La cacería se celebró en una zona de siembra con manchas de pino y monte en la que pensaban los cazadores que se encontraban los jabalíes durante el día. Los suidos habían sido vistos por los agricultores en numerosas ocasiones destrozando los sembrados en los terrenos del municipio leridano de Ciutadilla, situado en la comarca del Urgel.
Tras la llamada de los labriegos la cuadrilla de cazadores tarraconenses del Macartur, no lo dudó. Acudieron desde la Juncosa de Montmell. Organizaron la jornada junto a miembros de la cuadrilla leridana El Nen, aunando fuerzas al tratarse de un día laborable, ayer jueves, día 4 de febrero. Había que actuar con celeridad ante la situación desesperada de los agricultores.
Una ladra en una de las motillas
Una vez ubicadas las posturas en el exterior de las motillas de monte, entre los sembrados, se procedió a la suelta de los perros. No pasó mucho tiempo cuando se oyó la primera ladra de la rehala de podencos y paterneros de Miguel, apodado MacArthur por su pasado legionario. Ladraban de parada, delatando el lugar del encame del macareno. La insistencia de los buenos perros de caza logró que el cochino desencamara.
Errado por dos puestos
El animal, que salió a un claro, entró entre dos puestos. Los cazadores efectuaron varios disparos que no impactaron en el gran jabalí, que volvió a refugiarse en la espesura.
La noticia de que se trataba de un gran jabalí llegó a todos los cazadores, hecho que hizo extremar las precauciones a los experimentados perreros, conscientes de la peligrosidad de un animal de estas características cuando se encuentra acosado por los perros en la espesura. Además, ese día no acompañaban perros de agarre que pudieran sujetar al macareno en el caso que se decidiera a atacar a los rehaleros.
Se resistía a salir
En dos ocasiones el jabalí plantó cara a los perros, que, por suerte, resultaron todos ilesos de los envites de las navajas que portaba en su boca. El animal se hizo fuerte en la espesura y se resistía a salir al claro, consciente de la presencia de los cazadores.
Después de un gran trabajo, los perros lograron hacerlo huir por uno de los sembrados. El gran jabalí se dirigía en veloz carrera al lugar que ocupaba Joseph, uno de los cazadores. De un certero disparo en la cabeza lo abatió a dos metros de sus botas.
El jabalí, pese a encontrarse en plena época de celo, rondó los 100 kilos de peso, portando en su boca unas formidables defensas.