La participación no fue del todo exitosa, ya que se podría dar cabida a seiscientas personas y solo se inscribieron 286. La prueba se desarrolló a 200 platos con el perfecto cumplimiento del horario por parte de la organización, labor que se vio secundada con el buen trabajo de los jueces, que tuvieron que acelerar un poco el sábado y recuperar la media hora pérdida en el comienzo debido a la niebla, que hizo acto de presencia a pesar de la buena temperatura de que se gozó durante todo el Campeonato.
En la primera jornada el francés Charles Bardou, nos hizo presagiar a todos cual sería la tónica en lo que a resultados se refiere, marcando un 75 de los primeros 75 platos tirados. No deja de servir de referencia este resultado para adivinar que las trayectorias elegidas no presentaban mucha dificultad permitiendo unos algoritmos muy elevados.
El buen tirador sevillano José Manuel Rodríguez Andujar, le andaba a la zaga consiguiendo un 73/75, secundado por el también sevillano Juan Valero Domínguez, con un 72 que hacía concebir buenas esperanzas.
Un poco nerviosa y dubitativa comenzó la competición la representante femenina, Beatriz Laparra Cuenca, que a pesar de su experiencia acudía a esta cita con muchas ganas de estar arriba y a falta de entrenamiento, algo generalizado en el equipo español y queja unánime por parte de todos. No obstante conseguía hacer un 64/75 que la relegaban a un modesto séptimo puesto.
El equipo español formado por José Manuel Rodríguez Andújar, Diego Martínez Eguizabal y Santiago Pastor Bartual, no pudo empezar mejor 25, 24 y 23 respectivamente en la primera serie, para finalizar el día con un 217 de 225 posibles, que les valdría a la postre para ocupar el primer lugar de la clasificación general.
Los más jóvenes no estuvieron tan acertados y las puntuaciones obtenidas en la primera jornada, 191/225 les relegaba a la quinta posición de la clasificación por equipos junior.
La segunda jornada continuó con la misma tónica, los resultados que se fueron sucediendo auguraban que el ganador obtendría una puntuación muy elevada y que no se podían cometer errores, que posteriormente serían irrecuperables. José M. mejoraba ostensiblemente consiguiendo un contundente 75/75, repitiendo la hazaña conseguida por el francés la jornada anterior, el cual tampoco se desmoronó y obtuvo un 74/75 el segundo día, sumando 149/150 platos tirados que le colocaban en cabezar. La segunda plaza era ocupada por José M. Rodríguez Andújar con 148/150 y la tercera la ocupaba el inglés Jamie Brightmam a tan solo un plato del español.
El conjunto español se desmoronó un poco, anotándonos 20 platos en tres campos consecutivos, por lo cual perdíamos una plaza a favor de los portugueses, con un potente equipo formado por los hermanos Cleto y Luís Rosa, que cerraban la jornada con 427/450. Los segundos los españoles a tan sólo 2 platos, tanta igualdad hacía presagiar un interesante final.
Cabe destacar la superación de la maravillosa tiradora almanseña, Beatriz Laparra, que inhibiéndose de los perjuicios que le atenazaban la jornada previa, consiguió un extraordinario 71/75, que sumados a los del día anterior hacían un total de 135/150 que la alzaban al primer puesto de la general de damas, empatada con la holandesa, Joke Oosterveen-Berwald y seguida muy de cerca por la italiana Katiuscia Spada.
La jornada del domingo se preveía interesante y los presentes vivían emocionados los acontecimientos que se iban sucediendo. El francés, Charles Bardou rodeado de un sequito de seguidores y con la presión que conlleva enfrentarse a los últimos 50 platos, no tenía mejor forma de expresar sus intenciones que marcándose nuevamente un 25 en la primera serie, a lo que Andújar respondió con un 24 y el inglés marcó también un 25 consiguiendo igualar al español. El escalón más alto del pódium estaba prácticamente adjudicado, a menos que el francés tuviera problemas al enfrentarse al campo más temido por todos, ya que en su esquema contemplaba dos dobles simultáneos. Con una gran cantidad de público comenzó la serie, si de inicio se anotaba algún cero la cosa se podía tornar interesante, pero no fue hasta el plato 12, limpiando el resto y por consiguiente sacándole un 24 al temido campo del lago. Andújar volvía a repetir resultado, 24 y el inglés, como si la lucha no fuera con él, conseguía repetir un 25 haciendo el pleno en la tercera jornada, que le serviría para alzarse con la segunda plaza de la clasificación general.
El equipo español que continuó obteniendo buenos resultados cerró la primera serie del día con un 25, 24 y 23, los mismos platos que los portugueses, por lo que la diferencia se mantenía como al principio. Al final no pudo ser, los portugueses se mantuvieron a un altísimo nivel y ocupamos el puesto segundo y por consiguiente el subcampeonato y la medalla de plata.
Beatriz obtuvo sendos 21 en las dos series que le restaban, viéndose sorprendida por la italiana que finalizó con un 25 que le sirvió para conseguir la medalla de oro. La holandesa cerró la prueba con un mal resultado, viéndose suplantada por la francesa Céline Rodde que terminó con 177/200, los mismos que Beatriz por lo cual tuvieron que desempatar en el temido campo del lago. Nuestra representante nuevamente sacó a relucir su casta y arroyó a la francesa, con un contundente 19/25 a 12/25.
El resultado final no pudo ser mejor, se consiguieron dos platas y un bronce a pesar de que la queja de los tiradores españoles es la falta de campos de tiro en toda la geografía española para poder entrenar y enfrentarse en este tipo de competiciones con las garantías necesarias. Los nuestros apenas consiguen pasar de los mil platos al año, mientras que los franceses, ingleses o portugueses superan muy holgadamente los cinco mil.
Francisco F. Asenjo Cumbreño.
Delegado Nacional de RRCC y Compak Sporting de la RFEC.