«Salvemos la perdiz en Navarra»

La conferencia celebrada en Arroniz (Navarra) el pasado 21 de julio de 2011, organizada por la Asociación de Cazadores Navarros (ADECANA), y expuesta por el Presidente de la Unión Nacional de Cazadores (UNAC) y de la Asociación de Cazadores de Álava (ACCA), Don Teófilo Ruiz de Viñaspre, resaltó la dramática situación que vive la perdiz en Navarra, condenada a un evidente proceso de desaparición.


Los reunidos estudiaron las principales causas de que han llevado a nuestras patirrojas a esta grave coyuntura y las posibles soluciones para su recuperación, que quedaron reflejadas en las siguientes soluciones: 1º) -LA PERDIZ ES UN AVE QUE ESTÁ ÍNTIMAMENTE LIGADA A LA ESTEPA CEREALISTA. Donde hay cultivos tradicionales con buenas prácticas agrarias, el pájaro se mantiene abundante. En cambio, en los lugares donde se desarrolla solo el monte, sus efectivos son meramente testimoniales. 2º) LA DEGRADACIÓN DEL HÁtinyint(2)AT POR LA AGRICULTURA MODERNA Y EL ABANDONO DE LAS ZONAS RURALES. Hace unas décadas, a mediados del siglo veinte, en un hábitat sin degradar y cuando las prácticas agrícolas eran tradicionales, las poblaciones de perdiz vivieron un periodo de máximo esplendor. Hasta el punto de que era una maravilla ver el mosaico que formaban en la zona media y sur de Navarra los irregulares campos de cereal salpicados de lindes, liecos y lomas con vegetación autóctona, casi todos ellos con regatas donde fluían fuentes de agua en sus lugares naturales. En ellas, la perdiz tenía a su disposición abundante refugio, comida y agua, condiciones optimas para garantizar su desarrollo. Hoy en día y no hay mas que comparar las ortofotos aéreas de entonces con las actuales, se puede comprobar la degradación medioambiental ocasionada con las concentraciones parcelarias y la falta de control del mantenimiento de sus zonas de protección de la fauna como, lindes y liecos, por consiguiente la disminución de las zonas de cría y los refugios para todo tipo de aves y especies de las que alimentan. Porque no olvidemos que la perdiz es un indicativo mas de lo que ocurre con el resto de especies que poblaban nuestros campos, tanto protegidas como cinegéticas, asimismo en proceso de reducción de efectivos. Hay un tema de importancia vital, el desarrollo y ejecución del El Canal de Navarra, clave para el desarrollo agrícola y económico de nuestros campos, está transformando la estepa cerealista del centro y sur del territorio foral en zonas de regadío, modificando drásticamente los antiguos hábitats de la perdiz y del resto de fauna que habitaba en estas zonas. En su declaración de impacto ambiental, no hemos encontrado ni una sola línea que haga mención a la incidencia que esta gran obra iba a tener sobre las poblaciones cinegéticas en general y en particular sobre la perdiz y en el jabalí como se está viendo. LAS CONCENTRACIONES PARCELARIAS: La Administración tiene mucho que decir sobre la materia al ser quien las ha aprobado y la encargada de su control. A pesar de que la normativa exige unos condicionamientos medioambientales muy claros con el mantenimiento de la diversidad relativo a lindes entre parcelas, zonas excluidas, arbolado, etc., lo cierto es que son muy pocas las que cumplen lo exigido por la normativa. El resultado de todo ello es que resulta milagroso que todavía puedan sobrevivir algunas perdices en nuestros campos, propiciado por la impagable labor de los cazadores y el interés de los agricultores sensibles con esta situación. Un aplauso a ambos por la gran labor que están realizando. ¿Alguien ha visto a otros colectivos preocuparse por esta materia tan importante? INSECTICIDAS, PRODUCTOS FITOSANITARIOS Y SEMILLAS BLINDADAS: Está plenamente constatado que mientras las especies ligadas al ámbito forestal se mantienen, las que habitan en lugares agrícolas están desapareciendo a marchas forzadas en toda Europa, por una causa íntimamente ligada a los productos químicos con que se tratan los campos, como plaguicidas, insecticidas, fitosanitarios y semillas blindadas, estas últimas cada vez mas utilizadas por el método de la siembra directa que tanto daño hace a las especies de la estepa cerealista. En este caso, la culpa no es del agricultor que las utiliza, sino de quien promulga las leyes y de la administración que se lo permite. A este respecto nos tenemos que referir al interesante proyecto semillas de FEDENCA, y los estudios del IREC que resultan muy clarificadores al respecto. Este tipo de productos, que se acumulan en los diversos organismos, afectan a todo tipo de especies, incluido el hombre, el cual se alimenta de los productos tratados, así como al medio natural y a los acuíferos. Los pollos de perdiz, en la primera etapa de su vida se alimentan preferentemente de insectos que son su sustento vital; un recurso que con la aplicación de esos productos fitosanitarios, desaparece automáticamente de los campos. Por su parte, las semillas blindadas que se siembran en otoño afectan a las perdices adultas. No hay más que coger unas perdices de granja y darles de comer este tipo de producto, y comprobar que se mueren a las horas de la ingestión. Todos hemos localizado en el campo perdices muertas en lugares donde se ha tratado con productos fitosanitarios. Algunas de ellas se han llevado a Medio Ambiente para su estudio. ¿Cuándo se van a hacer públicos los resultados? Consideramos que las multinacionales del sector de la agroindustria tienen mucho que ver con lo que está pasando, ya que sacan al mercado un determinado tipo de semillas de última generación, supuestamente muy rentables, pero que exigen tratamientos complementarios para eliminar las plagas que se instalan en ellos, creando un efecto rebote que no hace mas que agravar el problema. Los cazadores conservacionistas creemos que hay que volver al sistema tradicional de cultivo o mejorar sustancialmente el uso de los productos químicos, desechando los que perjudican gravemente el mantenimiento y desarrollo de las especies salvajes que pueblan nuestros campos, sean de aprovechamiento cinegético o no. Esperemos que la nueva PAC incentive a los agricultores por recuperar los usos tradicionales y les prime económicamente por ello, ya que el medio ambiente se verá muy beneficiado. CADA VEZ MÁS CULTIVOS DE CICLO CORTO: A lo largo del tiempo los ciclos reproductivos de la perdiz y el resto de las especies se han adaptado a los ciclos tradicionales de cultivo. Ahora con los ciclos más cortos, se pierden muchos nidos al no dejarles finalizar la puesta. RECOLECCIÓN Y RECOGIDA DE LA PAJA: Los trabajos de recolección afectan muy gravemente a la vida de las perdices. El efecto de la maquinaria moderna, mucho más rápida y silenciosa que la antigua, unido a que no se respetan los plazos entre recolección y recogida de la paja, así como el laboreo nocturno, causan una gran mortandad en todo tipo de especies salvajes, incluidas las perdices. EL ABANDONO DE LAS ZONAS RURALES: Por otro lado, en los lugares que por razones de orografía, disponibilidad de agua, etc., no interesan las concentraciones parcelarias, el abandono del campo es notorio y las parcelas arables las acaba ocupando el monte, que se ensucia progresivamente, porque ya nadie extrae leña ni pasta el ganado y a veces, cuando las asociaciones de cazadores quieren intervenir practicando desbroces se les deniegan los permisos desde la Administración; Todo lo cual favorece el desarrollo del jabalí en detrimento de la perdiz. 3º) PREDADORES: Además de los ya tradicionales, hay algunos de ellos que están en franca expansión como los zorros, garduñas, jinetas, visones, tejones, etc. Estos últimos aunque son omnívoros tienen una gran predilección por los huevos de las perdices y codornices. A todos estos se les están sumando otros oportunistas como las cigüeñas, garcillas, gaviotas, etc, las cuales están causando importantes daños a las polladas de perdiganas. Muchos las hemos visto alrededor de las cosechadores persiguiéndolas. Para colmo, la situación se agrava con la gran expansión que están teniendo los jabalíes en el centro y sur de Navarra, ya que debido a su gran olfato, se convierten en uno de los mayores predadores de nidos de perdiz. Por eso, en cotos eminentemente perdiceros hay que tener los suidos a raya, con control de sus poblaciones. Aunque los cazadores solemos echar mucha de la culpa a las rapaces, lo cierto es que su incidencia está muy unida a la falta de cobertura vegetal, ya que donde los parámetros de vegetación y defensa del hábitat son correctos, las rapaces no inciden tanto sobre las poblaciones cinegéticas, ya que estas tiene mucha mayor protección para defenderse. De ahí que es fundamental el trabajo sobre la cobertura vegetal y las técnicas de defensa cerca de los puntos de agua. También es fundamental realizar un estricto control sobre los zorros, sin olvidar que mantener una población mínima suficiente de ellos, ya que contribuyen a la eliminación de animales enfermos y defectuosos contribuyendo a la selección natural. Por ultimo, no nos podemos olvidar de los perros asilvestrados -que en Navarra son pocos- y los gatos silvestres o domésticos, los cuales son mucho más abundantes, que por la noche se van a cazar. Sobre todo estos últimos, sí que son problemáticos con las perdiganas y los gazapos. También las ratas son muy depredadoras de nidos, y en los sitios donde existen, es muy importante controlarlas. Como se puede comprobar, la mayor parte de la solución de los problemas viene condicionada a la lucha sobre la degradación del hábitat, y para proceder a llevar a efecto actuaciones en este ámbito, es fundamental la actuación del Gobierno de Navarra con la colaboración de Ayuntamientos y cazadores. Sin embargo, Adecana, como asociación de cazadores conservacionistas que somos, opina alto y claro que la perdiz es la que menos culpa tiene de lo que se están haciendo con ella los distintos factores negativos que condicionan negativamente su supervivencia. Por eso, aconsejamos a las sociedades con permiso para su aprovechamiento cinegético que lo hagan racionalmente y con moderación. Porque todavía estamos a tiempo de frenar la inexorable caída en picado de nuestra reina de la caza menor en Navarra, pero para ello necesitamos el apoyo del Gobierno de Navarra. La pelota está en su tejado.
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