La presentación de la nueva temporada contó con la asistencia del presidente de la Federación de Caza de Castilla La Mancha, Juan de Dios García Martínez, y el presidente de Aproca (Asociación de Propietarios de Fincas de Caza de Castilla La Mancha), Luis Fernando Villanueva, así como de numerosos medios de comunicación del sector cinegético.
Recordamos que Finca Mochares es un coto de caza que se encuentra a pocos minutos de Madrid, al lado de Toledo, en el municipio de Nambroca. Esta es la segunda temporada que abrirá sus puertas, animados por el apoyo recibido de los cazadores y de la prensa especializada, que la calificó como
«una de las mejores fincas de caza menor de España».
A lo largo de los meses de veda las 800 hectáreas de la finca han registrado un intenso trabajo para la mejora de sus instalaciones y sobre todo, del hábitat de las cuatro especies que abundan: liebre, conejo, perdiz y faisán. Como consecuencia la finca ofrece en estos momentos las mejores condiciones para los cazadores que quieran practicar la caza menor en un envidiable entorno natural.
López del Cerro destacó que se han aumentado y mejorado los 50 comederos que hay en la finca; los 40 bebederos y las 10 fuentes artificiales, conectadas por más de 50 kilómetros de tuberías que permiten un suministro permanente de agua de manantial.
Los comederos han sido continuamente recargados de trigo, sumando este grano al que se siembra en la finca y se deja para alimentar la caza, ya que Mochares cuenta con 60 hectáreas de trigo y cebada que no se recogen en su totalidad, dejando siempre una importante proporción para alimento de las especies. La finca tiene además otras 30 hectáreas de centeno que se siembran y se dejan sin segar para que sirvan de alimento y refugio a perdices, liebres, conejos y faisanes.
Estos trabajos, junto al cuidado continuo, desinfección y limpieza de majanos y vivares o el control de predadores, han sido junto a la tranquilidad que ofrece a la caza la finca durante el periodo de veda, los que ha dado como primer resultado una buena pollada entre la perdiz y los faisanes, así como un aumento en la paridera del conejo, ofreciendo la finca en estos momentos las densidades ideales para unas grandes jornadas de caza en mano. Con el aliciente añadido de ser uno de los pocos lugares en España donde se puede cazar el faisán salvaje, disfrutando para terminar la jornada con la altísima calidad gastronómica que siempre ha sido una referencia en Mochares.