El primero de ellos se encontraba desplumando un mirlo y el segundo transportaba una bolsa de plástico en cuyo interior fueron descubiertos 9 cepos, un tarro con
alúas y 30 aves. Ambos fueron identificados, procediéndose al decomiso de los cepos y las capturas. Asimismo, se formuló la correspondiente denuncia por supuesta infracción de la normativa vigente en materia de Flora y Fauna Silvestre, dando traslado de la misma a la Delegación Provincial de Medio Ambiente de Jaén. Durante la inspección realizada en la zona, fueron descubiertos un total de 88 cepos y 55 aves.
Entre las especies capturadas se encontraban mirlos, petirrojos y currucas, todas ellas protegidas por la ley.
La actuación se encuadra dentro del Plan de Inspecciones que se viene realizando por los Agentes de esta Unidad para combatir las capturas ilegales de aves insectívoras. Se recuerda que su consumo está penado por la ley además de suponer un riesgo para la salud al no pasar ningún tipo de control sanitario, con fuertes sanciones para los infractores.