Un hombre se tumba en el suelo para dar de comer a una piara de jabalíes de su mano
Parece que no aprendemos tras los innumerables ataques por parte de jabalíes a humanos en los últimos tiempos. Desconocimiento, inconciencia, temeridad… faltan calificativos para describir estas imágenes.
Un individuo se tumba en el suelo haciéndose el muerto para dar de comer una piara de jabalíes. No sabemos si este hombre es consciente de sus actos o está bajo los efectos del alcohol, ya que junto a él vemos una lata de cerveza.
Sobre todo, teniendo en cuenta los últimos ataques registrados en nuestro país y fuera de nuestras fronteras protagonizados por jabalíes.
Ataques a humanos por parte de jabalíes en el último año
En febrero, un jabalí atacó a dos personas en un pueblo de Barcelona y los cazadores de la zona lograron abatirlo tras herir a dos personas. Un amplio operativo protagonizado por el Departamento de Medio Ambiente, la Policía Local y la Sociedad de Cazadores ha conseguido frenar los ataques de un jabalí en Olesa de Monserrat, Barcelona.
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En plena ciudad
En mayo en Rumanía dos personas resultaron heridas al ser brutalmente atacadas por un jabalí de gran tamaño. Una cámara de seguridad de Simleu Silvaniei, un pueblo de Rumanía, captó el momento exacto en el que el gran jabalí persigue a una señora, la acorrala contra la fachada de un edificio y la embiste en repetidas ocasiones.
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Atacaron a un niño y mataron a su perro
Seis jabalíes en un municipio de Barcelona atacaron a un niño de cuatro años en el que el pequeño perro de la familia perdió la vida intentando defender a su jovencísimo dueño de la embestida de los cochinos.
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No te acerques a los jabalíes
Aún hay quien no es consciente del peligro que entrañan los jabalíes. Acercarse a uno es exponerse a un ataque que puede acabar en tragedia. En el mismo vídeo escuchamos que quien graba la escena, pocos segundos después de anunciar su decisión de acercarse al jabalí, dice «¡Viene hacia mí!».
Así es. El animal, ante la amenaza de la proximidad del ser humano, carga contra él. Un grito anuncia esta carga que, afortunadamente, se queda en un aviso. Aun así, el mismo que ha estado a punto de recibir la embestida y los más que probables mordiscos del jabalí, sigue acercándose a él y llamándolo como si de un perro se tratase.