El posible impacto medioambiental de este proceso puede ser enorme
En los animales afectados con frecuencia puede apreciarse un hongo de color blanco en el hocico y otras partes del cuerpo, pierden peso y muestran anomalías de comportamiento como desplazarse a lugares mas fríos cuando los insectos de que se alimentan no están activos. En algunas zonas de hibernación la mortalidad ha sido incluso superior al 90%.
El posible impacto medioambiental de este proceso puede ser enorme, ya que las especies afectadas son insectívoras y menos murciélagos podría significar más mosquitos, por ejemplo. Y no estamos hablando de cantidades inapreciables: se calcula que una cueva en el estado de Texas con 20 millones de murciélagos puede consumir 200 toneladas de insectos en una sola noche.
La preocupación de asociaciones privadas y de la Administración es que, además de los efectos ya vistos, aún se desconoce cuánto puede extenderse el problema. El pasado 8 de julio el asunto llegó a plantearse en el Senado, y es probable que a partir de este momento puedan dedicarse más fondos para la investigación de las causas y el control de la expansión.