Los bandos de torcaces disparan la venta de mallas en Ibiza
Los agricultores de la zona explican que cada pocos días los cazadores acuden a la zona para ayudarlos, pero al establecerse el límite en cinco aves por persona y día, poco pueden hacer. «Hay que eliminar la veda», claman los profesionales del campo.
Los agricultores de Ibiza han disparado la venta de mallas contra aves por el aumento de bandadas de torcaces, que se cifra en un 160% en comparación con el año pasado.
Los trabajadores del campo denuncian los destrozos que causan estos animales sobre los cultivos, que arrasan campos de trigo, avena, melocotoneros y vides. Para mitigar las pérdidas, compran cometas, cañones, cintas… y mallas antipájaros que resultan medianamente efectivas.
Los agricultores, cabreados
En 2019, la Cooperativa Agrícola de Sant Antoni recibió pedidos equivalentes a 1,3 hectáreas y en lo que va de año, las ventas se han disparado y ya llevan tres hectáreas y media, lo equivalente a tres campos de futbol. Desde la cooperativa explican que el cabreo de los agricultores es considerable y que cada día las bandadas son más grandes.
En estos momentos está en marcha un estudio que medirá la zona de incidencia de las torcaces, para saber así cuáles son las mejores actuaciones. Los agricultores no tienen tregua y ven cómo deben estar pendientes las 24 horas del día para evitar daños en sus campos.
La colaboración de los cazadores
Los agricultores de la zona explican que cada pocos días los cazadores acuden a la zona, pero al establecerse el límite en cinco aves por persona y día, poco pueden hacer. Al oír los disparos, las aves se esconden inteligentemente. «Hay que eliminar la veda y deben poder cazarlas todo el año», señalan los afectados, que piden a la administración mano dura para poder continuar con un trabajo que peligra a diario.
Un recolector de melocotones de la zona explica también que solo ha recogido tres toneladas de esta fruta en su finca, y que lo normal era obtener unas 30. Ha colocado mallas sobre el 80% de sus plantaciones para frenar el destrozo de las torcaces sobre los cultivos.
Fuente: Diario de Ibiza