El furtivismo diezma el último santuario de elefantes de África central

El último santuario de elefantes en la región de Sahel, en el África central, está en peligro. Los furtivos y las armas automáticas que utilizan para apoderarse del preciado marfil de los colmillos de los paquidermos que habitan el Parque Nacional de Zakouma, en Chad, han conseguido devolver la población de elefantes de este preciado ecosistema a los precarios niveles en los que se hallaba en 1985.


La WCS asegura que la historia ha demostrado que la recuperación de los elefantes es posible en Zakouma
Según la Wildlife Conservation Society (WCS), la caza ilegal de elefantes ha provocado que de los 3.500 ejemplares con los que contaba Zakouma en 2006, ahora ya sólo queden 1.000. «La situación en Zakouma es grave, pero todavía hay tiempo de salvar a los elefantes que quedan, podemos poner en orden las fuerzas que necesitamos para detener la caza furtiva», explica el presidente de WCS, Steven Sanderson. Según esta organización, muchos guardias forestales del Parque Nacional han sido asesinados en los últimos años por los cazadores furtivos. «Necesitamos continuar trabajando de cerca con los guardias del parque y darles lo que necesitan para hacer su trabajo, al mismo tiempo que nuestro equipo de campo aporta reconocimiento aéreo y apoyo técnico», añade Sanderson. La WCS asegura que la historia ha demostrado que la recuperación de los elefantes es posible en Zakouma. Como ejemplo, aportan las cifras de paquidermos que habitaban en el parque en 1985, 1.100, y el número al que habían ascendido en 2006, 3.500. Lo alarmante de la actividad de los cazadores furtivos es que han conseguido retrotraer el número de ejemplares a niveles de mediados de los 80 y en sólo dos años de actividad; es decir, la ambición por el marfil de los colmillos de los elefantes y las armas automáticas de los furtivos han acabado con 21 años de trabajo. La alarma saltó hace dos años, cuando Michael Fay uno de los investigadores de la WCS advirtió un dramático descenso en el número de elefantes que podía verse en el Parque Natural de Zakouma, uno de los últimos ecosistemas de África. «Zakouma es el último lugar para los elefantes en la región de Sahel», señala Fay, que tras realizar un seguimiento individual de cada ejemplar del Parque Natural descubrió que la caza furtiva estaba diezmando a los paquidermos. «Es increíblemente descorazonador plantarse ante un elefante muerto al que sólo le faltan los colmillos», afirma el investigador.

Fondos insuficientes

El elefante africano está incluido dentro del Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies de Fauna y Flora Salvaje Amenazadas, toda vez que ha sufrido un dramático descenso en el número de ejemplares totales. A principios del siglo XX, se calculaba que podrían existir hasta 10 millones de elefantes dispersos al sur del África subsahariana, mientras que hoy por hoy sólo un diez por ciento de ellos continúan viviendo en libertad. La WCS ha establecido una cuenta para recabar ayudas para los elefantes del Parque Natural de Zakouma. Se han realizado distintos esfuerzos por salvar al elefante africano de la extinción por parte de la comunidad internacional, aunque éstos siguen pareciendo insuficientes. El Gobierno de Estados Unidos, por ejemplo, ha aportado desde 1990 18 millones de dólares para esta causa, mientras que los fondos recabados por la WCS, donaciones privadas, fundaciones o corporaciones, entre otras plataformas, ascienden a 74 millones de dólares en el mismo periodo de tiempo.
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