Hondo pesar entre los cazadores gallegos

La Federación Galega de Caza «lamenta el triste suceso acaecido este fin de semana en Cabana de Bergantiños (A Coruña), en donde un cazador ha fallecido previsiblemente fruto del disparo de un compañero en un desgraciado accidente».


La FGC lleva repartidos entre los cazadores gallegos en los últimos cuatro años más de 15.000 chalecos amarillos
El Presidente de la Federación Galega de Caza, quien acaba de testimoniar su pesar a la familia del fallecido y a la Sociedad Venatoria de Bergantiños de la que era socio, manifestó sentirse «tremendamente afectado por esta nueva pérdida». La Federación recuerda, una vez más, «las precauciones y medidas de seguridad que deben adoptarse durante las cacerías», subrayando la necesidad de «no disparar nunca sin ver la pieza que se quiere abatir, y teniendo en cuenta la trayectoria que va a seguir el disparo». La espesa vegetación de los montes gallegos, tan saludable para la biodiversidad, requiere una dosis de mayor prudencia y concentración en la práctica de la actividad cinegética. En las modalidades de caza colectivas, cobra especial importancia el buen hacer y la obediencia al responsable de la cacería, así como procurar utilizar durante la caza ropa de colores vivos —la FGC lleva repartidos entre los cazadores gallegos en los últimos cuatro años más de 15000 chalecos amarillos— que resalten la visibilidad de los compañeros de la cacería. «De todas formas, estas medidas necesarias deben complementarse con una fundamental, la prudencia, el sentido común y la utilización responsable de las armas», concluyen desde la Federación.
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