Objetivo cumplido: un joven andaluz cumple su sueño de convertirse en cazador
El malagueño ha estado mucho tiempo esperando este momento. Por fin podrá cazar junto a sus podencos esta temporada en el coto social de su localidad.
En España es necesario superar una prueba de capacitación para obtener la licencia de caza. El temario abarca conocimientos sobre legislación cinegética, ecosistemas, especies cinegéticas y no cinegéticas, modalidades de caza, seguridad en el uso de armas, y la ética del cazador.
Una larga espera de más de dos meses
A primeros de abril, Álvaro Gil cumplió 14 años, la edad necesaria para obtener la licencia de caza. Ha tenido que esperar hasta finales de junio para asistir al curso celebrado en la delegación provincial de Málaga de la Federación Andaluza de Caza. Allí, durante 4 días y 8 horas diarias, ha recibido la preparación necesaria para superar el examen teórico-práctico necesario para obtener la licencia.
Entre los conocimientos que ha recibido, están los diferentes ecosistemas y las especies que habitan en ellos, tanto cinegéticas como no cinegéticas, la seguridad en el uso de las armas y la ética del cazador, principios y valores que rigen la práctica de la caza de manera responsable y sostenible.
Álvaro Gil junto a sus podencos andaluces.
Heredero de una dinastía de podenqueros
Álvaro es hijo, sobrino y nieto de podenqueros. Su padre, Diego Gil Ponce, es el delegado andaluz de Podenco Andaluz, Maneto y Orito Español de la Federación Andaluza de Caza y su tío ha sido campeón de España de trabajo de podenco orito. El andaluz, pese a su corta edad, es sabedor de que cazador no se es únicamente durante el periodo que dura la campaña cinegética, sino que hay que serlo los 365 días del año. Hace escasas fechas participó en la construcción de 10 majanos en los terrenos que gestiona la Sociedad de Cazadores El Lagarto en la localidad de Cuevas del Becerro.
